Estos últimos fines de semana hemos tenido unos hermosos procesos de elección de líderes comunitarios, donde se ha logrado una participación extraordinaria de las comunidades. También debemos recalcar la extraordinaria decisión, donde las autoridades nacionales del PSUV decidieron realizar las asambleas en mismo día y a la misma hora, de manera simultánea en todo el país, porque esta situación minimiza la manipulación que algunos sectores pretendieran realizar a favor de tal o cual persona o grupo en particular.
Pero no podemos pensar que todas esas personas que están participando o incluso siendo electas, son gente comprometida con el proceso revolucionario. No podemos sacar cuentas y decir: "con estos números tenemos ganadas tal o cual Alcaldía o tal o cual Gobernación"; porque sabemos que en estas asambleas están participando ciudadanos de todas las corrientes políticas, algunos haciéndose pasar por revolucionarios, otros sin ocultarlo pero que tienen el apoyo de la gente de su calle o sector, porque es bien sabido, que cuando se trata de beneficios, todos buscan plegarse y hasta inscribirse en el PSUV; por obtener una bolsa de comida, bonos o alguna otra prebenda que el gobierno otorgue, y cada quien busca enquistarse en alguna posición aunque sea jefe de calle, porque de repente dice: "allí me pueden quedar tantas bolsas de comida"; situación que por cierto se ha venido corrigiendo, poniendo más controles a los beneficiarios de las cestas u otros beneficios que vienen desde el gobierno central.
Debemos actuar con cautela y analizar, sector por sector, calle por calle, para saber con qué votos contará la revolución para los próximos procesos y tratar de tomar acciones desde ya para sumar a quienes no son nuestros o concientizar a quienes presentan alguna desviación.
Por otra parte, también observamos descalificaciones a lo interno, de dirigentes del PSUV, situación que no beneficia a nadie, solo nos divide. Si se cometieron algunos errores en el pasado y sabemos que son camaradas que tienen una fuerza interna en el partido, debemos apoyarlos e impulsarlos para continuar con su trabajo; por supuesto, también debemos medir los niveles de rechazo, no porque 4 o 5 personas se den a la tarea de descalificar a una persona, debemos tomarlo como relevantes, sino medir en la calle si es cierto que tal o cual dirigente tenga tan alto nivel de rechazo que perjudique al proceso; porque a veces hacen más ruido 5 personas descalificando, y apartamos a alguien que cuenta con un gran apoyo en el municipio, estado o región particular.
Es hora de sumar y unir, pero con sinceridad, pasemos la página, pero leámosle la cartilla antes, a cada quien.
