Luego de comprobar como eran defraudadas sus esperanzas de percibir un mejor salario el pasado primero de mayo, a las clases trabajadoras de Venezuela no le fue dada otra opción, sino, que impulsadas por la misma rabia colectiva, tomar la decisión de adelantar una tarea que guardaban para llevarla a cabo en el 2024, esta es la que se refiere a sacar a maduro, como presidente constitucional. Al menos, por ahora, en el plano del imaginario popular y el consenso social, después será materialmente de Miraflores. Esto significa en concreto, que ya se consumó en la voluntad y deseo del pueblo venezolano un acuerdo mayoritario para calificar a maduro de usurpador.
Es que la traición política a un pueblo es una cosa de una fealdad moral tan desmesurada que el común de la gente no puede sino detestar. Y es precisamente la razón principal por la cual maduro ha sido definitivamente expulsado del alma del pueblo venezolano, asemejándose en esto a los mismos niveles de repudio que tiene la oposición pagada por los gringos. Es decir, ya una inmensa mayoría del pueblo venezolano, lo que más desea es que se vayan.
Por eso nos parece innecesario enumerar una larga lista de porqués maduro no volverá hacer reelecto, basta con apelar a uno muy poderoso, y es su vil traición con la que malogró los sueños de igualdad social, justicia social y libertad que habían empezado a tener una inmensa mayoría de empobrecidos del chavismo y empobrecidos de la oposición sintinendo por primera vez el disfrute de beneficios socioeconómicos con el gobierno del asesinado Hugo Chávez y que nunca antes habían podido alcanzar. Pero de repente, en un santiamén, en una jugada escamoteadora de maduro contra el pueblo, este último perplejo vuelve a ver como su sueño se desvanece, y todo como resultado de la traicion de maduro, que ha preferido entregarse a los inteteses transnacionales antinaciobales y hundir al pueblo venezolano en los socavones de la miseria, la pobreza y la humillación nacional. Esa y no otra, es la razón principal por la que maduro no será reelecto, y esa decisión es absolutamente irreversible, porque ha sido grabada por el pueblo mismo en la piedra de la historia.
Creemos, que llegó la hora entonces de proponerle al país una solución para acabar con esta desolación, con la actual devastación y soledad de la República. No sé puede esperar más.
Miles de mujeres y hombres de este país han comenzado a movilizarse con sus propios recursos en torno a un programa correcto de salvación nacional. Sus voluntades empiezan a tejerse, a encontrarse alrededor de un proyecto de República donde impere la necesidad, el derecho y el deber de que todos y todas contribuyamos a construir esa realidad deseada.
Necesitamos unir si más tardanza en un esfuerzo patriótico a toda aquella y aquel que sienta necesidad y quiera edificar una República de igualdad social
Necesitamos el concurso de la inmensa mayoría del pueblo para crear la base material, espiritual y moral para transitar del actual desastre a una realidad donde se levante la produccion nacional para satisfacer las necesidades básicas de la población. Una base material y moral que sirva de plataforma para eregir el mejor sistema público de educacion y de salud del planeta. Necesitamos reconstruir la base productiva del país en base al desarrollo de una agricultura respetuosa del medio ambiente pero que garantice además las tres papas diarias a las familias venezolanas. Necesitamos una República que forme los mejores científicos y tecnólogos del planeta que generen la ciencia y la tecnología que necesita el pueblo, pero también a los mejores artistas para crear belleza y satisfacción estética. Una República donde las clases trabajadoras no sean simples tuercas de creación de riqueza individual sino el cerebro pensante que planifique la producción democraticamente, en resumen, lo que necesitamos es una República que nos sirva para vivir pero vivir bien.
En este sentido, comienzan a moverse diversos y amplios sectores de la sociedad con la mira puesta en el 2024. Se empieza a articular un amplio frente popular deslastrado de los elementos oportunistas y sectarios acistumbrados a dañar cualquier iniciativa popular, para levantar la candidatura de María Alejandra Díaz como una candidatura de los empobrecidos y traicionados del chavismo y de los empobrecidos y traicionados de la opisicion y entre todos hacer realidad lo contemplado en el Proyecto Nacional Simón Bolívar.