El Libertador Simón Bolívar es el gran guía de NuestraAmérica

“…Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas, un pueblo ignorante es instrumento ciego e su propia destrucción…”, Simón Bolívar. 
 
Aquí el Libertador, exhibe el difícil ejemplo de la honestidad, sobre todo en política. Con estas palabras que recoge su discurso de Angostura pronunciado hace 200 años devela el pórtico luminoso en la jornada de la construcción de lo que hoy llamamos República Bolivariana de Venezuela, después de tantos tumbos y traspiés. 
 
Hoy como ayer en el destino de los pueblos de NuestraAmérica se debaten dos concepciones irreconciliables, dos polos del drama universal: libertad contra tiranía. 
 
Bolívar, alertó que “nosotros somos un pequeño género humano, poseemos un mundo aparte: cercado por dilatados mares, nuevo en casi todos las artes y ciencias aunque en cierto modo viejo en las artes de la sociedad civil”. 
 
Existen factores externos contrarios a la autodeterminación de los pueblos que irrumpen para favorecer una paz verdadera y permanente. Hay una puja contraria al desenvolvimiento de los pueblos,  a la cooperación,  a la soberanía de cada uno, agresiones que buscan impedir el logro de un sistema en el que prevalezca la independencia, la igualdad, el derecho social, la unidad, la integración, la solidaridad, la soberanía, el respeto mutuo, la preservación de los derechos humanos, educación, trabajo, salud, vivienda, dignidad, entre otras garantías fundamentales como ingredientes para una efectiva práctica responsable y honesta en la obligación de satisfacer las aspiraciones de los pueblos de nuestro hemisferio latinoaméricano. 
 
Esta lucha viene desde tiempos inmemorables y el opresor se ha encargado de alejar la auto determinación  de los pueblo. Aunque hoy los escenarios son distintos y esos pueblos dominados por el imperialismo están reaccionando ante la opresión criminal del fascismo. 
 
NuestraAmérica está respondiendo al compromiso consigo misma de completar la obra Bolivariana para lograr la felicidad del hemisferio Latinoamericano para siempre, pues volveremos a vencer.
 
Nuestros pueblos han digerido a la perfección también la subsiguiente frase Bolivariana:
 
“El  velo se ha rasgado, ya hemos visto la luz, y se nos quiere volver a las tinieblas;  se han roto las cadenas y ya hemos sido libres, y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos”.
 
Los pueblos felizmente pueden afirmar que el monroísmo está pulverizado.
 
Acerca del “sueño americano” se han dicho conjeturas innumerables. La Constitución de EEUU revela que es el “sueño” de muchos que aún viven en el es trasnocho estadounidense. 
 
Su texto fundamental articula una recortada y limitada soberanía popular, por los innumerables obstáculos jurídicos en el camino de su objetivación. 
 
Hay muchos estereotipos y moldes elaborados al estilo de la contraposición de democracia monista versus democracia participativa y protagónica.  
 
Federico Engels, escribió: 
 
“Inicialmente se pronunció por el reconocimiento de los derechos del hombre, al tiempo que sancionaba la esclavitud de las razas de color existentes en América; los privilegios clasistas fueron refrendados; los privilegios raciales, santificados”. 
 
Sabemos tambien que como antítesis Simón Bolívar propagó ideales constitucionales soportados por las reivindicaciones sociales, la libertad, la democracia y la igualdad, adecuada a las condiciones históricas concretas de la vida de los pueblos de NuestraAmérica y las bases sociales y políticas de los nacientes Estados de la región meridional. 
 
Bolívar defendió su concepción revolucionaria de la soberanía popular y se mantuvo en el rechazo de las instituciones de EEUU, quienes veían la solución de los problemas en NuestraAmérica con la implantación del modelo estadounidense. Acerca de esto Bolívar, precisó: 
 
“Es desgracia que no podamos lograr la felicidad de Colombia con las leyes y costumbres de los americanos”. Luego profirió estas palabras ya clásicas: 
 
“Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad”. La génesis de las frases de Bolívar aclaran el peligro que representa EEUU y visualizan al monroísmo y su contrario: el Bolivarismo. 
 
De otro lado, para los ideólogos de EEUU era necesario levantar los diques hacia el camino de la “tiranía de la mayoría”,   a lo que en repuesta Bolívar postuló ser un resuelto adversario de la “tiranía minoritaria”.
 
Pues bien, la Doctrina Bolivariana rescató la conciencia de la historia; sin apartarnos de la historia eurocéntrica occidental que ha sido incapaz de resolver los problemas que ella misma generó a lo largo de cinco siglos.
 
Bolívar es el gran guía del hemisferio Latinoaméricano para contener al imperialismo, que por cierto comenzó a  expirar desde hace rato tras la dialéctica de la historia. 


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1858 veces.



Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

Visite el perfil de Alberto Vargas para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: