¿Qué puede impedir que Maduro permanezca en el poder?

Lo único que realmente puede impedirlo, es que ese tsunami de deseos individuales, atomizados y solitarios que andan por ahí soñando con cambiar la desastrosa vida que llevan por una mejor, logren entrelazarse para liberar como un solo pueblo una enorme energía de liberación colectiva canalizada por un programa republicano y constitucional para edificar una Venezuela más equitativa.

Porque, exceptuando, a esa minoría irresponsable que justifica y sirve de sostén de esta catástrofe nacional, literalmente hablando, en Venezuela casi la totalidad de la población electoral incluyendo al chavismo mismo, ha decidido retirarle a Maduro el apoyo político. No obstante, ese inmenso rechazo se presenta estéril políticamente porque no da todavía el salto cualitativo para transformarse en una fuerza política. Hay que buscar las razones y atacarlas para acabar con este desastre.

Estudios electorales que no funcionan con dispositivos de pre-pago, sino, con la validación que otorgan las ciencias sociales con base en información recogida directamente en la calle, confirman lo que viene siendo de conocimiento público, que el rechazo a Maduro ronda el 80% del electorado. Y concluyen estas indagaciones independientes, afirmando, que ningún candidato con tal magnitud de rechazo político logra recuperarse, porque unas elecciones las gana quien saque más votos. Y tener un rechazo del 80% de repudio significa concretamente, sin lugar a dudas, que nadie en Venezuela está dispuesto a mover un dedo para que Maduro continúe en el poder; más bien movería, de ser necesario, los diez dedos para sacarlo.

Paradójicamente, las circunstancias actuales señalan, por ahora, que Maduro se perfila sin ninguna dificultad, como el ganador de las elecciones y por ende la continuación del madurismo en el poder, y extrañamente, incluso, sin que ello represente ninguna molestia significativa para algunos sectores del imperialismo norteamericano,

Pero, ¿qué es lo que hace posible tal paradoja? Observo tres razones. Por un lado, una oposición progringa muy débil y además descuartizada por sus peleas internas (para beneficio del pueblo es mejor que sigan así). Gran parte de las cúpulas de la oposición el madurismo los tiene neutralizados a través de una agenda oculta de negocios (quien quiera ampliar información sobre el tema puede consultar a Allup). En resumen, este sector político ha resultado un rotundo fracaso. Razones por las cuales los sectores populares se apartaron.

De otro lado, el madurismo tomó la decisión suicida de violar todo el estado de derecho con el fin de mantenerse en el poder, sabe que perdió todo el apoyo del pueblo y no puede permitir que surja una tercera alternativa popular encabezada por María Alejandra Díaz, y recurre entonces a la destrucción de todos los mecanismos democráticos de participación electoral. Aquí se desprende una pregunta, ¿cuánto tiempo podría mantenerse Maduro en el gobierno, si su mandato no se originara de la voluntad constitucional del pueblo venezolano, sino de una abierta violación del estado de derecho?

Y por otra parte, la razón que considero la más importante tiene que ver con la tardanza en aparecer de una tercera alternativa popular verdaderamente anti-capitalista y pos-colonial, que cuenta hoy con condiciones favorables para construirse a partir de los deseos de cambio de los empobrecidos del chavismo y los empobrecidos de la oposición - entendiendo el anti-capitalismo y lo pos-colonial como un referente político que se opone a la injusticia y la desigualdad social y propone la edificación de una sociedad independiente con igualdad de libertades y siempre pendiente de la justicia social- Pero que no logra superar, a nivel de los destacamentos de avanzada un estado de inmovilidad, de parálisis y degradación ideológica, de fragmentación, de sectarismo y de falta de voluntad de asumir sin ningún prejuicio, como su único programa de gobierno correcto, el Proyecto Nacional Simón Bolívar, abandonado por la fracción neo-liberal contrarrevolucionaria más exitosa con la que ha contado el imperialismo norteamericano para destruir a la revolución bolivariana; el madurismo.

Entonces, cuando la situación de estos "destacamentos de avanzada" evidencian una total desconexión con las luchas que le importan al pueblo venezolano, cuando estos manifiestan una falta de visión estratégica y al mismo tiempo demuestran ausencia de voluntad para unificarse y hacen de sus parcelas un fin en si mismo, negándose a deslastrarse de teorías políticas clásicas con las cuales casi siempre se realizan lecturas erradas de la realidad venezolana. Mientras los esfuerzos que se hagan por conformar un nuevo destacamento de vanguardia colectiva sigan haciéndose bajo la visión posmodernistas y segmentadas del sujeto y de la realidad, será entonces cuando la dialéctica de la liberación del pueblo venezolano, comenzará a exigir que se construya una fuerza política centrífuga arraigada en las bases populares, para que sea el mismo pueblo organizado y con conciencia de sus propios intereses, el que acabe con la desunión y articule todas las luchas en una sola. Porque en Venezuela la falta de voluntad unitaria de las fuerzas que se autoproclaman anticapitalistas, patrióticas, nacionalistas populares y socialistas están permitiendo también que se debiliten las luchas, o mejor dicho, que la única lucha del pueblo, que la libra solo todos los días por liberarse del desastroso gobierno madurista, sea débil por estar inoculada por la poca madurez y falta de unidad de los autoproclamados destacamentos de vanguardia

En el mundo cotidiano de los empobrecidos del chavismo y los empobrecidos de la oposición se ha venido autoorganizando un entrelazamiento espiritual, una esperanza deseosa de quitarse de encima este gobierno que trunco los planes de transformaciones históricas que se habían iniciado con Chávez, y ahora se ve nuevamente lanzado a un cruel despojo de sus derechos más elementales y sometido entre los eslabones últimos de la cadena de valor de la acumulación de las transnacionales capitalistas. En apretada síntesis para ser alquilados como un pueblo de esclavas y esclavos.

Cuando esa fuerza centrífuga especial del pueblo venezolano aparezca en el seno del 80%, no cabe ninguna duda, que su poder de atracción y convocatoria articularía todas las demandas, todas las luchas, todos los deseos en uno solo, tensionaría las fuerzas sociales en una sola fuerza y toda la energía revolucionaria que se generaría barrería con la nefasta alianza del madurismo- oposición progringa + fedecámaras que son los únicos responsables de la destrucción de Venezuela.

El madurismo sigue hablando, usurpando el nombre del chavismo porque sabe que ese sigue siendo un sentimiento muy poderoso en el seno del pueblo venezolano. Asimismo, los partidos de la oposición progringa le siguen prometiendo las mismas quimeras a sus seguidores porque conocen que es la segunda fuerza política en Venezuela. Pero tanto el madurismo como la oposición progringa + fedecámaras están consientes que el pueblo venezolano se ha dado cuenta y a tomado conciencia de que lo dividieron en dos bandos funcionales a los intereses de las dos cúpulas podridas, mientras el pueblo lo que ha hecho es empobrecerse y por consiguiente el pueblo venezolano no los quiere más gobernando, quiere y desea algo radicalmente nuevo.

Por lo tanto, si las llamados "destacamentos de vanguardia" no hacen ningún esfuerzo por construir un poderoso frente de unidad del pueblo, entonces el más grande escamoteador de la historia venezolana ganará las elecciones y el madurismo seguirá gobernando junto con la oposición progringa y fedecámaras para destruir el país, y no nos libraremos de ser responsables también, porque la falta de unidad también forma parte de esta catástrofe.



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Arnaldo Aguilar Dorta


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