Un Partido de Vanguardia

¿Qué nos da la resolución del XIII Congreso del PCV sobre el patido Revolucionario?

Lenin en su análisis de la “Guerra de guerrillas” (Lenin, 1906) dice: “el marxismo se distingue de todas las formas primitivas del socialismo pues no liga el movimiento a una sola forma determinada de lucha. El marxismo admite las formas más diversas de lucha; además, no las "inventa", sino que generaliza, organiza y hace conscientes las formas de lucha de las clases revolucionarias que aparecen por sí mismas en el curso del movimiento. El marxismo, totalmente hostil a todas las fórmulas abstractas, a todas las recetas doctrinarias, exige que se preste mucha atención a la lucha de masas en curso que, con el desarrollo del movimiento, el crecimiento de la conciencia de las masas y la agudización de las crisis económicas y políticas, engendra constantemente nuevos y cada vez más diversos métodos de defensa y ataque”. Por esto, el marxismo no rechaza categóricamente ninguna forma de lucha, no se limita, en ningún caso, a las formas de lucha posibles y existentes sólo en un momento dado, admitiendo la aparición inevitable de formas de lucha nuevas, desconocidas de los militantes de un período dado, al cambiar la coyuntura social. “El marxismo, en este sentido, aprende, si puede decirse así, de la práctica de las masas, lejos de pretender enseñar a las masas formas de lucha inventadas por "sistematizadores" de gabinete. Sabemos -decía, por ejemplo, Kautsky, al examinar las formas de la revolución social- que la próxima crisis nos traerá nuevas formas de lucha que no podemos prever ahora (…)”. El marxismo exige que la cuestión de las formas de lucha sea enfocada históricamente. Plantear esta cuestión fuera de la situación histórica concreta significa no comprender el materialismo dialéctico. En los diversos momentos de la evolución económica, según las diferentes condiciones políticas, cultural-nacional, costumbres, etc., aparecen en primer plano distintas formas de lucha, y se convierten en las luchas principales; y, en relación con esto, se modifican a su vez las formas de lucha secundarias, accesorias. Como dice lenin “Querer responder sí o no a propósito de un determinado procedimiento de lucha, sin examinar en detalle la situación concreta de un movimiento dado, la fase dada de su desenvolvimiento, significa abandonar completamente la posición del marxismo”.

En este enfoque, el partido de clase debe estar constituido por la vanguardia de la clase obrera, de todo el pueblo y el campesinado, esta construcción para este momento histórico que se vive. El partido no podrá dirigir la lucha hacia estadios superiores de la vida social si no cuenta con capacidad, prestigio y autoridad que le es dado por su constante lucha por lograr la dignificación del ser humano. Este debe estar compenetrado y elevar la conciencia del pueblo, que los oriente en su organización, los abandere y aprenda de las lecciones que el mismo pueblo aporta. Esta vanguardia actua sistemáticamente entre las masas, nunca alejado de ellas, porque la revolución se establece organizando a las masas en torno del partido e incorporando en el objetivo estrategico del pueblo a los obreros, obreras, trabadoras y trabajadores más solidarios, más abnegados, más decididos, más dispuestos a entregarse a una lucha donde se expone todo y sólo se obtiene la satisfacción del haber hecho lo suficiente por derrotar al capitalismo y el haber cumplido con el deber revolucionario de romper las cadenas que somten al pueblo de la explotación.

Elevando el concepto, podemos afirmar que la vanguardia se conquista en la conjunción perfecta de la teoría y la práctica. Lenin lo expresa magistralmente cuando afirmaba que al subrayar así la necesidad, importancia y grandiosidad de la labor teórica de los comunistas: “en manera alguna quiero decir que esta labor esté situada en primer plano antes que la labor práctica; y mucho menos que la segunda sea aplazada hasta la terminación de la primera". "No se puede ser dirigente ideológico”, continúa Lenin, “sin la indicada labor teórica, como tampoco se puede serlo sin dirigir esa labor de acuerdo con las exigencias de las causas, sin propagar los resultados de esta teoría entre los obreros y ayudarlos en su organización". Este planteamiento de la tarea es eliminar del socialismo aquellas deficiencias de las que tan a menudo adolecen los “grupos socialistas” de dogmatismo y sectarismo. Hay dogmatismo donde el criterio supremo y único de la doctrina es la conformidad de ésta con el proceso efectivo del desarrollo económico-social; hay sectarismo cuando la tarea se reduce exclusivamente a contribuir en la organización del proletariado sin conectarla a su contexto general y cuando el papel de la “intelectualidad” se reduce a hacer innecesarios dirigentes “especiales”.

"Nuestra tarea -dice Lenin- consiste en combatir la espontaneidad, consiste en apartar al movimiento obrero y sus aliados de esta tendencia espontánea del sindicalismo a cobijarse bajo el ala de la burguesía, y atraerlo hacia el ala revolucionaria", Porque afirma Lenin: "la conciencia política no se le puede aportar al obrero, más que desde el exterior, esto es, desde afuera de la lucha económica, desde afuera de la esfera de las relaciones entre obreros y patronos". Por eso "debemos ir a todas las clases de la población como teóricos, como propagandistas, como agitadores". "... la necesidad más urgente del proletariado es la educación política en todos los aspectos, por medio de la agitación política y de las campañas de denuncias políticas que coincide con idéntica necesidad con el movimiento democrático general.

Como vemos, sin el partido la clase obrera, del pueblo y el campesinado no podemos aspirar a cumplir con la misión histórica de dignificar a la humanidad, pero para ello, el partido debe tener unidad ideológica y orgánica que, con su acción, con su lucha permanente, tanto en lo teórico como en lo práctico, se ponga a la cabeza de su clase y de todo el pueblo, lograndose, como en la Campaña Admirable, que el reto de hoy debe continuar la tarea que inició el Libertador. Su mensaje y su ejemplo nos aportan, en forma indiscutible y apremiante, los fundamentos necesarios para la realización de una auténtica Campaña Admirable por la integración solidaria de nuestra América, que consolide el establecimiento y la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela; que fortalezca al Movimiento Bolivariano que viene construyendo una Nueva Gran patria; que forme, como enseña Bolívar, un bloque continental de pueblos libres hermanados por una aspiración común de soberanía, progreso y libertad, que pueda enfrentar y derrotar la política de globalización opresora y de generalización guerrerista del turbio imperio neoliberal Estadounidense, que a través de instrumentos como el Plan Colombia y el ALCA, pretenda reducir a la América Latina en un estado de postración y de total miseria económica, política y moral.

Recordando a José Carlos Mariátegui: "El Partido es vanguardia de la clase y el pueblo, pero al mismo tiempo forma parte de él. Es su sector más avanzado y consiente. Será capaz de orientar, educar y dirigir a las masas; así como de plasmar en táctica las plataformas de organización y métodos de lucha adecuados sin alejarse de las masas.", se podría decir también que el partido se construye con nuestra actividad diaria requiriendo y necesitando nuevos constructores. Ese es el mejor homenaje que podemos hacerle a los héroes del proletariado, martires de nuestro pueblo y combustible para la conformación del Partido de Vanguardia para nuestro pueblo.

Patria Socialista o Muerte. Venceremos

f.oscar.f@gmail.com


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Oscar Flores

Dirigente de los Círculos Bolivarianos, comunicador alternativo, Director del periódico La Voz del Valle

 lavozdelvalle2@yahoo.es

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