El socialpranato madurista está desenfrenado, arrasó con la legalidad, y de esta manera, se quedó sin legitimidad, sin credibilidad. El poquito de legalidad que le queda le llegará hasta Enero, luego, estará desnudo, sustentado sólo en la fuerza, de la represión.
En Enero, si llega, el madurismo será un gobierno sin sustento legal y sin legalidad. La grosería de unas elecciones con números dudosos que no se saben de dónde salieron, pero si alcanzan para proclamarlo ganador. Arrastrar a las instituciones a cohonestar ese descaro no le confirió legitimidad. La componenda es reconocida por pocos gobiernos en el mundo. Al madurismo, el tiro le salió por la culata, escupió para arriba.
¿Qué habrá en Enero?
En Enero, si todo sale de acuerdo al guión propuesto por el madurismo, nos encontraremos con un gobierno con legalidad frágil, y con nula legitimidad. La transición pacífica a un gobierno de los mariacorinos es difícil. Queda abierta la posibilidad de una solución extraordinaria, pero como es usual, esa sólo se evidenciará cuando aparezca.
En Enero, se profundizará la crisis de gobernabilidad, un gobierno frágil, una represión brutal. La oposición gringa, sin fuelle para construir una opción viable, esperando que otros le hagan el mandado. Una carencia enorme de opciones, y una situación económica insostenible. La población desesperanzada, escéptica, sin más opción que salir del país a deambular por el mundo. El cuadro político está trancado, o mejor el país, la Patria está en una encrucijada definitiva, corre peligro de transformarse en un país inviable, fallido, el peligro de implosionar, colapsar.
En esta situación límite, la solución no son las elecciones burguesas, menos se encuentra dentro de la legalidad madurista. Es necesaria la refundación del país. El daño causado por el socialpranato es descomunal, el madurismo trituró la estructura social, a la economía, y sobre todo carcomió la moral, la ética social, pulverizó el sentido de pertenencia, la visión de sociedad.
En Enero, la Patria, sus hijos decidirán el rumbo: decidirán, si la crisis se estabiliza en la barbarie del socialpranato, que en el intento de arreglar el país a sangre y fuego, termine de disolverlo en fragmentos de visión corta y mezquindad grande. O decidirán si retoman el único camino que puede garantizar la recuperación de la Patria: el camino del rescate de la conciencia del deber social, de pertenencia a la Patria, y de la responsabilidad por su futuro y su existencia.
Ese camino de la recuperación espiritual para conseguir la reparación material, sólo se puede emprender con éxito con una dirección que, con un mensaje profundamente humanista, con una visión de futuro, responsable por el bienestar de hoy y por el bienestar de las generaciones futuras.
Una dirección que consiga impregnar a la sociedad con la pasión de los que fundan nuevos mundos, de los que se sienten responsables por el hoy, por el ahora, y también por el mundo del mañana. En palabras más directas, una dirección que rescate el espíritu del Comandante Chávez, y sea capaz de enrumbar a la Patria por el camino del Socialismo, del Humanismo. Hoy más que nunca Patria es Humanidad.
¡CHÁVEZ, HUMANIDAD!
