El contexto político actual venezolano, conlleva a discernir conscientemente, exaltando los valores y principios innatos de nuestras raíces para proteger la mayor suma de felicidad posible en el pueblo (sumak kawsay), discentir sobre la conducción de la tutela de quiénes se abrogan el derecho de defendernos en la causa.
Ya no pueden defender su grupúsculo de intereses, ante una causa que no responde a los intereses de los pueblos, ni la seudoizquierda; mucho menos la seudoderecha ambas están descarrilá, según Marx o Smitn o ningún otro, no dan respuestas a las necesidades de los pueblos,
Y ante esa verdad verdadera, ya no tienen justificación retórica ninguna; así hablen de palizas que dan unos a otros; ni de quien tiene la razón en el debate. El pueblo ya no tolera ni soporta en sus almas tales falsedades en el debate político, nos vemos en un escenario de fundamentalistas y fascistas ambos sectores sicodélicos por extremos dogmas y doctrinas que no resuelven objetivamente las necesidades de nuestras familias.
Me sumo entonces a los Dolores Verdes de Fátima Piñero que en su facundo análisis, resume la dolencia de un sueño socialista en una realidad salvajemente capitalista, independientemente de lo que expongan los facinerosos historiadores filósofos de nuestra época, por mucho phd no responden a nuestro interés de avance social en el desarrollo político y económico de nuestra sociedad.