"Ve con confianza en la dirección de tus sueños. Vive la vida que has imaginado"
Henry David Thoreau.
Iniciar esta reflexión con el pensamiento de Henry David Thoreau, el que aseguró que quien cree que el Estado es un tonto. Porque creer en el Estado o el gobierno, es no tener la capacidad de diferenciar entre sus amigos y sus enemigos, un poco antes de perder el respeto absoluto por el Estado.
Es que en el contexto de su realidad tenía razones para hacerlo cuando aseguró que, cito: Los Estados Unidos "deben dejar de tener esclavos y de hacer la guerra a México, aunque le cueste la existencia como pueblo".
Enunciar el pensamiento de Thoreau, solo me sirve para, como ciudadano, reivindicar mis anhelos. Es el aterrizaje material sobre la motivación de mis creencias más profundas y que he venido exponiendo con estas peroratas, como en la necedad de insistir que nos merecemos un mundo mejor.
El reciente ejercicio de consulta popular para la propuesta de candidatos a cargos de elección popular, como todas las acciones de este proceso revolucionario, está revestido de humanidad en nuestro cuerpo social. Son variopintas las reacciones emocionales que causan, incredulidad, burla, suspicacias y todo cuanto sinónimo posible en aquellos ciudadanos que no aceptan ni militan en este pensamiento, lo cual debe ser respetado. Mientras que, de nuestra parte, representa un paso extraordinario, justo y necesario para consolidar el modelo de bienestar que creemos que nos debemos dar para Tirios y Troyanos.
El lograr esta consolidación que nos estamos proponiendo como sociedad, no es nada nueva, ya que siempre estuvo contemplada en el ideario y manifiestos que perseguimos; sin embargo, no está exenta de riesgos y tentaciones, por lo tanto, como ciudadanos debemos seguir acompañados a nuestro liderazgo, alertando sobre esas posibilidades, por lo que se hace necesario seguir exigiendo, hasta lograr sustituir de manera efectiva las estructuras burguesas que se interponen al que empodera las comunidades en el ejercicio de la gestión pública, desde sus necesidades o carencias.
Debemos de manera colectiva, comprometida y solidaria derrotar los modelos antagónicos a nuestra propuesta, a nuestros sueños, a aquellos que dentro de nuestras estructuras partidistas concentran poder en élites o instituciones distantes de la cotidianidad ciudadana, con este propósito estaremos reduciendo la brecha entre gobernantes y gobernados, aunque como lo mencione anteriormente, esta batalla enfrenta desafíos de coordinación y coherencia organizacional, comenzando desde la unidad básica de acción participación.
Los resultados presentados por la dirección nacional dan para luego de un análisis integrado y contextualizado, los datos reflejan un proceso masivo de postulaciones internas en el PSUV, 21.648 a gobernaciones; 66.731 a diputados nacionales; 74.636 a legislativos estadales, destacando dos elementos clave:
Escala participativa: La cifra total de 162.015 postulaciones sugiere un mecanismo de base amplia, alineado con el modelo de consejos comunales al movilizar estructuras locales. Sin embargo, la selección final, antes de que acabe el mes, determinará si este volumen se traduce en representación genuina, incluida la juventud, o, por el contrario, reproduce jerarquías partidistas que priorizan lealtad a grupos y/o sectores.
Paridad de género: La mayoría femenina en postulaciones resuena con discursos de inclusión, aunque debe verificarse en cargos electos.
Se deben respetar los resultados de manera absoluta, sin embargo, la prueba será la transparencia del filtro desde postulaciones a candidaturas que ahora se encuentra en manos del partido. La confianza estará sujeta al ejercicio de una transparencia radical, para lo cual se hace necesario hacer del conocimiento público los criterios de selección de candidaturas y resultados desglosados por género/territorio.
Estamos como organización política ante un gran desafío, porque, si las candidaturas finales reflejan diversidad territorial y género, podría fortalecerse la narrativa de democracia comunal, mientras que, si predominan figuras tradicionales, se percibiría como ritual participativo sin redistribución real de poder a los consejos comunales, y quedara la sensación de que fuimos usados en una escena trágica del teatro de legitimación.
Ojalá nos vaya bien.
Recuerden que ser felices, es gratis.
Paz y bien.
Desde "La Gruta", en el día después del "Yo propongo" y santoral del martirio del obispo Hilario y del diácono Taziano el 16 de marzo de 284, del dos mil veinticinco.