Definido el rumbo de la revolución bolivariana hacia un sistema económico y social socialista, la propuesta debe contener elementos inherentes a esa definición que la hagan viable y pertinente, dadas las realidades que circunscriben el contexto necesario para su aplicación y las condiciones imperantes para su camino y fin.
En primer lugar no debemos olvidar la forma como se alcanzó el poder en 1999 y luego la ratificación, bajo la página electoral siempre, es decir democráticamente, sin imposiciones de corte totalitarista y bajo la más absoluta y nunca vista libertad de expresión y respeto por los derechos humanos de todos y todas, lo que quiere decir que debe continuar de esta manera, así sea producto de reelecciones inmediatas, es un principio básico de la demostración del abatimiento de un paradigma inimaginado casi en el resto del mundo y por supuesto en el país, que si se quiere rompió algunas reglas de la sociología política.
Luego tenemos otro elemento de suma importancia que tiene que ver con la construcción del camino hacia el socialismo planteado (obviaré en este momento si es el que queremos o el posible), para retomarlo más tarde. No obstante estar circunscritos al dilema nos obliga a abordar una variable de cuya política por tratarse de las leyes del capitalismo aún vigente en nuestra sociedad, no debemos tratarlo a la ligera, nos referimos a la Economía, así con la e mayúscula, de tal manera que consintamos de su importancia actual y su modificación en aspectos fundamentales como el proceso de producción, sus relaciones y la relación de esta con los factores internos y externos.
Evidentemente que estamos en una etapa que por los momentos no me atrevería a calificar de transitoria, sino de manera más tímida, como de inicio de algo superior. Mientras esto ocurre, como está ocurriendo, bajo síntomas propios del nacimiento de lo nuevo, (el caso Venalum es buena referencia), la transferencia del poder a las comunidades y lo que considero debe venir en algunos de los instrumentos jurídicos de la habilitante, no debemos descuidar la economía tal como la conocemos y tenemos, el Ministro Cabezas asomó algo de suma importancia, como lo es, que la venida de inversiones es necesaria a costa de un incremento moderado de la inflación, todo ello, quiere decir, que el camino del socialismo no puede ni debe tener fecha, no debe ser empujado a golpe de arriero, por el contrario, hilar fino creo que es la mejor conseja.
Por otra parte, el cuidado de lo económico en las actuales circunstancias requiere de mucha sabiduría y tino, sobremanera que los organismos encargados por ejemplo de controlar el mercado en general cumplan su trabajo con eficiencia, fundamentalmente los precios y la aplicación próxima de una nueva familia de monedas y billetes, el papel de las instituciones financieras y la vigilancia y seguimiento debido a los acuerdos y convenios bilaterales que se han realizado de país a país. Igualmente profundizar y organizar a manera de resguardo los programas y misiones sociales.
Si cumplimos uno a uno estos preceptos, seguros debemos estar, que ese camino ineluctable del socialismo que queremos o el posible, estará cada vez, más cercano y garantizado, solo debemos asumir con paciencia y sin extravagancias teóricas el papel que nos corresponde en esta hora crucial de profundizaciones y decisiones hacia la búsqueda de un mejor país, que así sea.