Me gustaría que existiera Dios

Las ideas dominantes – escribe Marx-, no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, cuando se habla de relaciones dominantes, se refiere a todas aquellas actividades mercantiles, sociales, comerciales, culturales, políticas que realiza una clase social de una manera normal y cotidiana. Estas mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto las relaciones que hacen de una determinada clase social sea considerada ahora “clase dominante”, son también las que confieren el papel dominante a sus ideas. Como se ve existe una retroalimentación entre relaciones materiales de la clase dominante y sus ideas.

Luego se formará en el inconsciente del ciudadano el concepto de la superioridad de una clase sobre otra. La idea se pondrá así en contra del ciudadano, la lucha en ese mundo oscuro y maligno del inconsciente, una región lunar asociada a nuestro mundo onírico, es ahí donde se libran las batallas. Las relaciones dominantes crean la idea dominante, para que después la idea dominante en tu psiquis motive las relaciones dominantes en una sociedad capitalista.

Luego en esa región inconsciente casi al borde de un nivel alfa, de ensoñación te harán sentir inferior, que no tienes escapatoria, aquí entra la religión y actúa de una manera brutal, programada, te pone a esperar en un cielo utópico, mientras un grupo social privilegiado se come tus posibilidades, tu esencia. La religión actúa en tu centro emocional, te destruye tus defensas, te hace débil, sin posibilidad de enfrentar tu realidad, te inhibe actuar como un guerrero. De paso el Jesús histórico, la piedra de tropiezo más no el Maestro verdadero de perfección, este Jesús histórico creado en los laboratorios de la Iglesia Católica durante siglos, te mandará a poner la otra mejilla, “¡a la mierda!, ponte a la defensiva” parece decir Marx a través del tiempo y la historia, incluso el Maestro de perfección sería el primero que estaría a la vanguardia en contra del dominio de un país sobre otro, en contra de la hegemonía de EEUU sobre el mundo, en contra de la Iglesia Católica. El verdadero Jesús, no el creado por la religión, era un auténtico líder, no el homosexual creado por la Iglesia.

Hasta cuando morir crucificado, debemos triunfar en la cultura, el ciudadano común debe resucitar victorioso de esta manipulación, pero debe hacerlo sin la influencia negativa de la religión y los dogmas, que le quitan la magia de siglos y la belleza al ciudadano, para convertirlo en un autómata. Es la contracultura preparada durante siglos que preserva el dominio de un grupo, de una élite sobre otro grupo, despojándolo de su conciencia e inteligencia. Ahora en un gobierno socialista que no sabe para donde va, no ha cambiado nada, todo continúa igual, sólo cambiaron los protagonistas de la historia. Un sistema basado en el capital, colocando en último lugar la cultura, el Estado no tiene conciencia que las batallas se deben dar en un lugar privilegiado, nuestra conciencia y emoción.

La ideología pretende cambiar, pero la estructura capitalista es la misma, es más fuerte ahora, con todos los vicios de la IV República pero mejorados. ¿Quién dijo que en un régimen socialista, pueden existir Empresarios socialistas? Tremenda incongruencia y barbarie. Lo que existe es el mismo Estado Capitalista disfrazado de socialista.

sedelu@hotmail.com


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Sergio Delgado


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