No solamente el capital debe desaparecer en una nueva sociedad, también la mentalidad adquisitiva como móvil esencial del comportamiento económico, estos cambios tan profundos llevan años para que se realicen en los niveles más profundos de nuestra conciencia. Estas trasformaciones tendrán que producirse en todas las zonas de la psiquis humana a saber: conciencia, pre-conciencia e inconciencia. El hombre mercancía, que deambula extasiado, sin conciencia, como un sub humano prefabricado por el capitalismo, debe dar origen al ciudadano comprometido con los cambios humanísticos verdaderos, el autómata que cree que la vida es sólo una operación de compra venta, sin cultura, sin solidaridad, ese ser que es arrastrado por los Medios de Comunicación de una manera brutal, convirtiéndolo en una simple pieza del sistema capitalista, debe ser transformado. A nivel de la conciencia, se deberá tomar una actitud transformadora, íntimamente ligada con el conocimiento del funcionamiento de la sociedad, al revés de lo que ocurre en los niveles bajos y medios de la sociedad actual, en la que el Estado parece ausente, no lo siente el venezolano. No corrige sus errores, no interviene, no motiva los cambios porque sus mismos líderes están alienados, ¿Cómo va a encausar cambios un Estado en que sus líderes viven mentalmente en un sistema capitalista, pretenden impulsar cambios hacia un sistema socialista que no sienten en lo más mínimo. No basta que se diga que el dinero es malo, es algo más que eso, esta transformación tiene que estar profundamente enraizada en las tres zonas de la psiquis nombradas por Marx: conciencia, pre-conciencia e inconciencia. Me gustaría ver el desfile de Empresarios Socialistas entregando sus capitales, sus propiedades y donarlas al soberano, pero no es con imposiciones desde arriba, con una falsa concepción del socialismo para complacer al líder máximo, como se hacen las cosas. Hace falta una revolución psicológica al nivel de toda la sociedad, es un nuevo diseño de la psiquis social del colectivo. Mientras sigan apareciendo en la tv las mercancías atrapándote, devorándote, mostrándose ellas mismas, vendiéndose, con una vida palpitante e independiente, aquí no habrá cambios verdaderos, nunca los hubo, ni nunca los habrá, vimos una cuña publicitaria aparentemente inocente, Mimi Lazo y Franklin Virgüez muestran a una pareja que compra en una famosa tienda, venezolana insinuando su deseo febril de compra. Esa manía de obtener todo lo que se pueda comprar en una sociedad capitalista, esa angustia y paranoia de “compras compulsivas” dirigida a un grupo social clase media, se destapa en la cuña. De paso, ese síndrome es tan peligroso para el ciudadano como el alcoholismo, porque le quita al ciudadano otros valores más perdurables. Qué falta de respeto el considerarnos simples mercancías, pero somos tan sólo eso para el sistema capitalista. Lo más grave es que esto está ocurriendo en pleno proceso socialista, ¡que comunismo tan bravo! donde se supone que todas estas cosas ya han debido estar superadas, ¿dónde está la voluntad política para cambiar verdaderamente?. El Estado no está preparado para ser socialista, primero deben cambiar sus líderes, es un trabajo en sus psiquis, arrancarse ese estilo capitalista de sus mentes, nada fácil, porque como adoran ese fetiche de la compra venta, ahora posiblemente vendrá la etapa de hacernos cada vez más pobres, lo lograran al dividirán entre mil, la moneda. Esto nos hará sentir mil veces más pobres, y el Estado será mil veces más rico. Existe un ejercicio de relatividad, fácil de aplicar para entender la ignorancia del método de eliminación de los tres ceros. Si por alguna causa extraña todo el Universo se redujera mil veces en una noche, sus planetas, satélites, galaxias, al día siguiente no habría manera de identificar que ocurrió este fenómeno. Lo mismo le podríamos aplicar este método a la economía, si en una noche devaluamos mil veces la moneda con respecto al valor anterior, no habría manera de ver los cambios positivos en nuestra vida cotidiana. ¿A quien beneficia todo esto? Al Estado. El ciudadano será mil veces más pobre. Este método es el primer paso para destruir la economía, destruir la moneda, equiparar artificialmente el bolívar fuerte al dólar. Toda una estrategia para tapar la devaluación de la moneda y de nuestras vidas.