A que vienen las preguntas del título de este artículo, creemos que existen muchos motivos para hacerlas a propósito de ciertos movimientos de carácter mediático que circulan inclusive en las redes de la revolución y más delicado aún en la calle, es la guerra asimétrica de la información y la contrainformación, más allá del planteamiento del chavismo sin Chávez que aparentemente no tuvo efectos duraderos en la medianidad de ciertos medios ni pudo ser concebido como posible para tratar de horadar los cimientos del apoyo popular al líder de la revolución, es el alejamiento decantador de quien dice que puede ser socialista pero no comunista o que con Cuba ni a la esquina.
Que hay detrás de todo esto, inocencia o acompañamiento hasta que se definan las cosas de manera más clara, hasta donde se pongan en juego intereses personales que de ninguna manera entran en empatía con un verdadero y profundo proceso revolucionario, es la contra desarmada y de daño lento que intenta dividir o separar el sentimiento de amor y solidaridad, es la denuncia no procesada o la denuncia mal intencionada, casos puntuales como el de William Díaz en la Asamblea Nacional dejan dudas que no se despejan de manera contundente a razón de la pobre argumentación de la periodista Desiree Santos Amaral, vicepresidenta de la instancia legislativa sobre el despido de este compatriota con fuero sindical, o la obstrucción para la interpelación de periodistas por el caso de los viáticos al exterior financiados por instituciones norteamericanas de claro corte fascista.
Existe arremetida o no existe contra la revolución bolivariana desde todos los flancos internos y externos, aló ciudadano acaso no está convertido en el apuntalamiento de esa acción y reacción cotidiana introduciendo elementos de claro corte discriminador y en cohorte con la reacción y la oligarquía criolla y los factores externos del imperialismo; es que no terminamos de entender que el resto de canales privados casi sin excepción esperan el momento para lanzarse en otra epopeya insurrecional y no digamos de los medios radiales que discriminan descaradamente a los chavistas o todo aquel que asuma la defensa de parte o la totalidad del proceso revolucionario. Venevisión entrevistando a uno de los miembros prominentes de la “Gente del Petróleo” un día después de las aclaratorias realizadas por el ministro Rafael Ramirez, toda una madeja de manipulaciones mediáticas por el caso del maletín, el asunto de los taladros, incentivando o tratando de hacerlo para que los trabajadores petroleros se sumen a paros, creo particularmente que todo está sumamente claro ante esta nueva escalada, ciertos casos derivados de la conformación de batallones llaman la atención y nos indica que el enemigo está de cierta manera adentro en su afán de horadar la construcción del partido de la revolución.
Simultáneamente a todo ello, surge una matriz de opinión acerca de que se puede ser chavista sin ser revolucionario, que vaina es esta, de donde surgen semejantes personajes, o es que acaso no nos damos cuenta que esto es parte de la nueva ofensiva que trata de descubrir Mario en la Hojilla y que muchos camaradas lo vienen advirtiendo desde hace algún tiempo y aún hay quienes de manera abierta o soterrada critican a la Hojilla no en la forma que encara las cosas sino malponiendo y calificando a Mario en su diario acontecer. Basta repasar los hechos históricos y hacer un ejercicio de imaginación en el caso del golpe y el sabotaje, analizar que se habría evitado si hubiera estado en el aire un programa como la Hojilla o la misma Hojilla.
El chavista no revolucionario no existe, el chavismo es implícito a la revolución bolivariana, por ende ser chavista es ser revolucionario, además porque encara los profundos cambios y transformaciones ocurridos desde 1999 y hoy día ser chavista es ser revolucionario y socialista, es la filosofía de vida incorporativa a la revolución. No nos dejemos seducir ante la flaqueza de conciencia revolucionaria que tanta falta hace a pesar de todos los esfuerzos en el seno de la organización de masas. Precisamente uno de los principales argumentos para construir el partido es la generación inmediata de programas ideológicos que catapulten a miles y miles de compatriotas hacia la consolidación del ser revolucionario, lo demás como dicen los gringos es bull shitti….(pura paja y mediática). Para no extendernos mucho, es bueno y oportuno que los batallones discutan acerca de esto, de tal manera que se consolide el conocimiento de los alcances profundos que adelanta la revolución bolivariana socialista.