Alternativas frente al capitalismo

Presentación corregida y ampliada intervención en la VI Cumbre Social en la mesa sobre desarrollo sustentable:

Hay un debate sobre las alternativas frente al capitalismo y se ha avanzado en el señalamiento de la necesaria ruptura con las bases filosóficas, económicas, políticas y culturales de la modernidad; con la idea de progreso, del desarrollo económico como fundamento del progreso, en general, con los valores, instituciones, relaciones de poder y las raíces más profundas de la sociedad capitalista.

Esto se ha puesto en contrapunto con los fracasos del socialismo real. Nunca será suficiente todo lo que se diga en esta dirección y nunca será inútil. En esta intervención y en lo que vengo haciendo en los últimos años, el acento está puesto, no solo en la crítica al capitalismo y al socialismo real (imprescindible, por lo demás), sino en un modesto trabajo para la construcción de algunos conceptos que pretenden señalar otro camino, que puedan ser útiles por lo menos para compartirlos con otros. Aquí solo hay posibilidad para expresar unas cuantas ideas, que forman parte de una investigación más amplia.

Qué es ecología:

El eje de mi reflexión es la ecología. Conviene entonces una aproximación conceptual. Cuando hablamos de Ecología, estamos hablando del conjunto de relaciones, interrelaciones y complementariedades existentes en el planeta tierra y entre este y el universo. Estamos hablando de las relaciones entre espíritu, mente, cuerpo y naturaleza y en general, estamos suponiendo que en nuestro planeta y en el universo, todo está vivo, es decir, la vida está mucho más allá de la visión antropocéntrica del mundo, lo que genera una visión donde el eje transversal es la vida, toda la vida, una vida en la que espíritu y materia no son objetos separados sino que están íntimamente entrelazados. Una concepción que se fundamenta en la interdependencia, las interrelaciones y complementariedades que se dan entre todas las formas de existencia que se manifiestan en el planeta tierra.

Por tanto, estamos alegando una ruptura con la visión cartesiana sobre la prevalencia de la mente sobre el cuerpo, sobre lo material. También con la visión medieval que considera al cuerpo y la materia con un sentido pecaminoso.

El “hombre” no es el centro de la creación o del universo. Menos su dueño. Esta es la visión antropocéntrica, uno de los soportes del machismo, de la explotación de los seres humanos y de la naturaleza y de la civilización occidental. Lo que existe es la igualdad y fraternidad de todo lo existente y las más diversas formas de interrelación, interdependencia y complementariedad. No puede haber democracia para los seres humanos si no hay democracia para toda la naturaleza, específicamente en sus relaciones con los seres humanos. En este contexto las relaciones de dominación y explotación, no solo son injustas, son antiecológicas, son contrarias a la manera como el universo y la naturaleza funcionan, pues en ese contexto lo que predomina es la cooperación en función de la producción-creación de la vida. El darwinismo social y la economía neoclásica, uno de los fundamentos esenciales del neoliberalismo, están equivocados al pregonar el egoísmo y la competencia generalizada como fundamentos de la sociedad, la que no sería más que una extensión del mercado. Eso solo es cierto para la sociedad capitalista, que siglo tras siglo, día a día, trata de imponer esos valores, apelando generalmente a la violencia.

Todo lo existente está vivo. Somos hermanos de toda la creación y todas estas formas vivas merecen respeto. Existe una igualdad esencial, lo que significa tomar distancia del antropomorfismo.

Esta concepción que ha dominado y domina a las sociedades no capitalistas, tenía que ser condenada como superchería irracional, para poder justificar y concretar la explotación y destrucción de la naturaleza y por supuesto de los seres humanos. Se constituyendo entonces la idea moderna del hombre/individuo como sujeto, y todo lo demás es transformado en cosa, en objeto. Se va cumpliendo, en consecuencia, lo que vaticinó el cacique Piel Roja, Seattle: todo lo que le pase a la tierra le pasará al “hombre”.

Qué es la naturaleza:

  1. La naturaleza es concebida en las sociedades no capitalistas como fuente de la vida y la vida misma y el ser humano es también naturaleza. En las sociedades capitalistas la naturaleza es convertida en recurso económico, en materias primas a ser explotadas sin límite, siendo esta visión capitalista la raíz de la destrucción de la naturaleza y los problemas ecológicos que vivimos hoy.

¿Y el ser humano?:

  1. En esa misma medida el ser humano es transformado en recurso productivo, en recurso humano. Lo que tiene que ver con la explotación, la degradación, la pobreza y la muerte de las sociedades humanas como espacios de solidaridad y convivencia y la decadencia espiritual, moral y física del ser humano.
  2. Es decir, la naturaleza y el ser humano son transformados en mercancías cuya principal cualidad es la de poseer valor de cambio.

¿Qué es la producción?:

4. Vista desde la ecología, la producción adquiere otra dimensión. Es un gran proceso milenario de generación de la vida, de múltiple creación en los distintos planos de la existencia: espiritual, mental y físico. Proceso que se genera en nuestro planeta, pero pleno de interconexiones cósmicas. En este sentido las palabras producción y creación son sinónimas. Producir es entonces, producir ríos, océanos, montañas, ácidos nucleicos, proteínas, atmósferas, árboles, animales y por supuesto, a los seres humanos, hombres y mujeres. Con la aparición de los seres humanos la producción adquiere otras connotaciones tales como producir arte, literatura, ciencia, contactos con lo divino, afectos, tejido social, solidaridad; bienestar, felicidad, esperanza, valores espirituales y éticos; producir el futuro hoy, producir cultura. Por supuesto, también es producir bienes y servicios, tal como lo señala la economía. Pero esta producción económica sin el contexto productivo ya señalado, puede dejar de ser producción para la vida convirtiéndose en producción para la muerte, tanto del planeta como de los seres que lo habitan, como ocurre con la producción bélica, los productos transgénicos y toda la producción que contiene elementos contaminantes. La producción, pues, es producción de la vida, no simple producción de bienes y servicios orientados al mercado, con el propósito fundamental de obtener una ganancia y no para satisfacer necesidades.

Los sujetos productivos:

5. Las organizaciones, sociedades y sujetos productivos pueden ser, por tanto, plantas, animales, seres humanos (lo que hace trascender la producción hacia la esfera mental, espiritual, ética, estética) y las más diversas formas de la materia (partículas atómicas, átomos, moléculas, células, compuestos orgánicos e inorgánicos, en forma gaseosa, líquida o sólida, visible o invisible).

  1. Esta visión sobre la producción nos abre caminos para volver a reconceptualizar la economía y el desarrollo, en términos de economía ecológicamente sustentable y desarrollo humano, entendiendo que todos los fenómenos son esencialmente interdependientes, en consecuencia las acciones económicas que se emprendan deben estar deliberadamente concatenadas y rigurosamente subordinadas a la ecología, pues la economía es un subsistema subordinado al gran ecosistema terrestre, de esta manera la economía se haría conservacionista.

Productividad capitalista y productividad ecológicamente sustentable:

En esta parte estoy deliberadamente haciendo una concesión a una palabra vieja, sacada de la ciencia económica. Podría ser sustituida por sustentabilidad, pero no expresaría con claridad las ideas que estoy debatiendo.

  1. La discusión la estoy planteando de la siguiente manera:
    1. En las sociedades no capitalistas la productividad como concepto no existe. Entre otras razones, porque hay otra concepción del tiempo. Es el tiempo a la manera como está planteado en la Biblia. Según esta visión hay tiempo para sembrar, para cosechar, para descansar, para amar… La producción es producción de la vida y para ello son vitales los dones de la naturaleza, que, como tendencia general, son utilizados, conservados, pero no explotados ni apropiados en forma privada.
    2. En la sociedad capitalista, en la desenfrenada carrera por el éxito material, el tiempo es oro. El desarrollo es desarrollo material, desarrollo económico, explotando a los seres humanos y a la naturaleza. En dicha sociedad el ser humano no solo es expropiado de los medios de producción, sino del tiempo y del espacio, pues ambas categorías adquieren valor de cambio y se crea la apariencia de que son “producidas” por el sistema capitalista, es decir, no le pertenecen a los hombres y mujeres que trabajan, pues son administradas, “gerenciadas”, por los gerentes capitalistas.
    3. En el capitalismo, cuando hablamos de productividad y crecimiento económicos estamos hablando de la productividad por hora/”hombre” en un determinado establecimiento, rama productiva, país, etc. dado un determinado nivel tecnológico y unas circunstancias históricas específicas.
    4. Desde el punto de vista ecológico, la producción ecológicamente sustentable debe concordar con la expansión del gran ecosistema terrestre en correspondencia con equilibrios ecosistémicos básicos que son los que garantizan la máxima productividad del planeta tierra y de todas las especies que lo habitan, incluida la especie humana. En consecuencia una de las revoluciones urgentes, es por la conservación de los equilibrios ecosistémicos que el crecimiento de la productividad económica abate constantemente. Hay pues un grave conflicto entre crecimiento económico y la existencia misma de la vida en el planeta, por tanto, todo el rumbo estratégico de la humanidad, la visión del mundo, las metas, la base conceptual, la relación con Dios, la relación entre materia y espíritu, deben ser replanteados, desandar caminos y retomar el rumbo de la conservación de los equilibrios ecosistémicos vitales, pues el ser humano solo puede existir y perpetuarse mediante la amorosa armonía con la naturaleza, reivindicando, precisamente, su condición de ser natural, de ser ecológico.
    5. En concordancia con lo dicho, la productividad no puede ser la productividad de una empresa, de una rama productiva, de una nación, medida en términos de acumulación de capital. La productividad económica en la medida que crece, lo hace a costa de la productividad del planeta. Por eso, el capital acumulado representa vida humana y vida natural destruidas. La productividad no puede ser otra cosa que la máxima conservación de los equilibrios ecosistémicos, que son los que permiten que cada especie viva y trabaje con la máxima productividad en ese proceso de interdependencia de todas las especies, que se interrelacionan para producir la vida, todas las formas de vida.

    El planeta ha entrado en un proceso de rendimientos decrecientes:

    1. El Sistema Capitalista Mundial ha logrado saltarse los rendimientos decrecientes de la producción económica, a costa de provocar que el planeta entre en una grave fase de rendimientos decrecientes, que si no se detiene, puede provocar el colapso de todo lo existente. El actual desastre ecológico está indicando entre otras cosas cómo el planeta va perdiendo capacidad para producir y reproducir la vida. La producción de aire limpio, agua potable, selvas, ríos, tierra fértil, etc. se va limitando y con ello la existencia plena de todas las formas de vida.
    2. Por tanto, la revolución también es conservación, la máxima conservación de los equilibrios que mantienen la vida en el planeta. Podemos hablar así de una revolución conservadora, en el sentido señalado, como una condición para la vida de toda la creación.
    3. Una revolución así planteada, será la manera de detener la fase de rendimientos decrecientes en que ha entrado el planeta tierra. Rendimientos decrecientes que tienen que ver, como ya señalé con la contaminación de la atmósfera y la menor producción de oxígeno, la disminución de las fuentes de agua, la sequía material y espiritual, la destrucción de la fertilidad de las tierras y de las almas, etc.

    Nuevo auge de la esclavitud al servicio de la acumulación de capital:

    1. Como el tiempo es oro y es necesario incrementar constantemente la acumulación de capital y la producción de los más variados bienes materiales, pues en eso consiste el desarrollo económico, la plusvalía relativa y la plusvalía absoluta se van entremezclando conduciéndonos a un mayor estado de barbarie y atrocidad. En la medida que el trabajo se va realizando a través de la red informática, tiende a adquirir la forma de trabajo intelectual. En esa medida, a diferencia del trabajo físico, que tiene horario y fecha en el calendario, el trabajo de hoy puede realizarse en la casa, en el avión, en el tren, cuando se almuerza, cuando se está supuestamente de vacaciones…; de día, de noche, de madrugada… De esta manera, se van restaurando jornadas de trabajo de doce horas y más, haciéndose más férreo el control social que establece el capital. La esclavitud se ha restaurado como jornada de maltrato físico en algunos lugares de América Latina y del mundo; pero se ha generalizado como jornada “intelectual” sin límite de tiempo o lugar. La enfermedad como proceso físico, moral y espiritual, es uno de los resultados, convirtiéndose en un problema de salud pública acompañado por el stress, la depresión, la angustia y eventualmente el suicidio.
    2. Los partidarios del capitalismo alegan que la única opción para la humanidad es la humanización del capitalismo, pero como puede observarse en los procesos cotidianos reales, este sistema se hace cada vez más cruel y bárbaro. Eso es lo general.

    Escasez, abundancia, agotamiento y finitud

    1. La escasez es un concepto y una realidad clave para la economía. Es distinta a la finitud del planeta y de los dones que él nos proporciona. Se explica por circunstancias específicas de una dinámica social concreta. Por ejemplo, determinados bienes o producciones se hacen escasos, porque en las condiciones de precios y rentabilidad que el mercado establece, no es racional, desde el punto de vista económico producirlos o venderlos. Incluso, desde el punto de vista económico, la abundancia puede convertirse en un serio problema, pues en determinadas condiciones, dado un determinado nivel de la demanda, la abundancia puede abatir los precios y entonces, lo racional es destruir o almacenar la producción para generar escasez. Una de las paradojas de la economía y el crecimiento económico, es que son contradictorios con las utopías orientadas hacia la abundancia, hacia la satisfacción plena de las necesidades de todo orden, pues una situación de abundancia generalizada, convierte en superfluas las visiones y la conceptualización de la economía tal como la conocemos hoy. También el mercado de hoy día, tendería a desaparecer.
    2. La escasez se ha establecido como criterio que domina la actividad económica y social en general. Después que se han contaminado las aguas, destruido mares, ríos, lagos, etc.; que se han destruido bosques, selvas, manglares, sabanas, montañas, las tierras fértiles, los glaciares y el hielo productores de clima; que se va haciendo la atmósfera irrespirable, que se está destruyendo la capa de ozono, que el efecto invernadero ha sido transformado de un efecto benéfico a un efecto perverso; que se ha multiplicado el desierto físico y espiritual; que se ha minado la capacidad de trabajo y de creación de los seres humanos mediante el hambre y las enfermedades; que se ha vulnerado la capacidad “productiva” del planeta (oxígeno, agua, diversidad biológica, clima saludable…), se plantea la escasez como paradigma social, como paradigma de vida. Sin ella todo el sistema de precios se vendría abajo y el mercado y los valores que difunde, carecerían de sentido.

    15. El agotamiento se refiere al uso y abuso irracional de los dones que el planeta nos proporciona, que va destruyendo los equilibrios ecosistémicos, provocando la desaparición de especies, ríos, lagos, bosques, el aire puro, el agua potable, es decir, las fuentes primigenias de la vida. El desierto (espiritual, mental y físico) es la consecuencia.

    1. La finitud se refiere a ese desenvolvimiento que a través de milenios va cerrando procesos vitales e iniciando otros que forman parte del crecimiento del universo, del sistema solar y del ecosistema terrestre. Crecimiento que supone la destrucción y aparición de formas de vida. El planeta y el sistema planetario son finitos, pero dicha finitud se mide en millones de años, dimensión que para seres humanos cuya esperanza de vida, como promedio, está por debajo de los 80 años terrestres, resulta ilimitada. En esa perspectiva, la vida de los mares, los ríos, las tierras, los bosques, etc., debería resultar ilimitada pero… si la intervención humana no hubiese sido devastadora, los dones naturales de los cuales disfrutamos cotidianamente, seguramente tenderían a ser ilimitados, salvo por los resultados de procesos planetarios como terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, etc. que destruyen procesos y dan inicio a otros. Son los procesos de transmutación de la vida.

    17. De nuevo estamos colocando en otra perspectiva las visiones de la economía. En un momento, cuando los niveles de desarrollo eran bajos, la economía planteó que los bienes de la naturaleza eran ilimitados y se dedicó a explotarlos sin moderación acumulando grandes masas de capital, masas de capital que en buena medida representan los equilibrios ecosistémicos destruidos. Ahora cuando los ha ido agotando, adopta una actitud conservadora y se muda para el discurso sobre la escasez. Pero en verdad, si se van restableciendo los equilibrios ecosistémicos y la pródiga naturaleza vuelve a florecer, buena parte del discurso sobre la escasez vigente hoy, seguramente sería revisado.

    1. Llegando a este punto, debemos decir que el principal éxito de la economía académica y empresarial, no es haber logrado algunos de los objetivos explícitos planteados: el bienestar, la satisfacción de las necesidades, una economía en crecimiento permanente y constante como fundamento del bienestar, los equilibrios macroeconómicos como condición para la prosperidad, un sistema de precios que funcione como señales adecuadas para la toma decisiones económicas racionales para beneficio de la sociedad, etc. No, el principal éxito es haber impregnado el discurso político (incluido el de los revolucionarios), el discurso cotidiano, el discurso académico, con los contenidos y significados de la ciencia económica, que en absoluto es neutral, siempre es una legitimación, una exégesis diversa, un intento para justificar y por otra parte, exorcizar, los demonios capitalistas, para construir un supuesto capitalismo humanizado. Las escuelas de economía no pueden seguir ajenas a esta reflexión, desvinculadas de un entorno social complejo que expresa las tendencias capitalistas, pero también las que se le oponen, las que no solo se oponen sino que están construyendo otras realidades, otro presente. En fin, no pueden seguir ajenas a los conflictos del mundo contemporáneo aquí y ahora.
    2. El otro éxito de la economía académica, es de carácter ideológico a través de la creación de un instrumental teórico e instrumental, que justifica al capitalismo; pero en esa misma medida se va incapacitando para proclamarse como disciplina científica.
    3. El Individuo moderno, devenido en homo oeconomicus, sujeto económico racional, fundado en el egoísmo y en el principio de utilidad, no puede seguir siendo el fundamento de la sociedad. El ser humano como unidad de espíritu, mente, cuerpo y naturaleza, en interdependencia con todo lo existente, irá siendo, en la medida que toda la vida se vaya recuperando, el sujeto de su propia historia, que será tal, porque sólo puede darse en la unidad y fraternidad de todo lo existente. El ser humano solidario, que se concibe como yo, pero también como nosotros, pues se reconoce como yo a través de los y las otros-as; el ser humano altruista que da sin esperar nada a cambio; que no posee una ideología nueva, sino básicamente una práctica nueva que crea otro imaginario, otra visión del mundo y de la vida.

    Escasez, abundancia y crecimiento de la población:

    1. Por supuesto, los conceptos de escasez y abundancia son relativos. Pero hay cuestiones que deseo precisar:
      1. Se trata de la relación de ellos con el crecimiento de la población. Generalmente, cuando se habla de crecimiento de la población y de los límites de ese crecimiento, se toman como referencia los actuales patrones de consumo, de desarrollo económico, de explotación de la naturaleza , en fin, los actuales estándares de ocupación y destrucción del planeta, determinados por la idea de progreso y la explotación capitalista. Si esos patrones se mantienen, no serán suficientes el planeta tierra y los recursos de la luna, cuya colonización ya se ha iniciando. Es más, si pudiéramos ocuparlos, destruiríamos a todos los planetas del sistema solar. Como puede observarse, esto no depende simplemente de los niveles de crecimiento de la población.
      2. Los dones terrenales son ilimitados, incluso, pueden ser multiplicados. Si la utilización no es depredadora, sino cargada de amorosa gratitud; con plena conciencia de la fraternidad universal entre todas las especies, la interrelación, interdependencia y complementariedad que existen entre todas las formas de vida; si los procesos productivos van consumiendo y creando simultáneamente; si cada centímetro de la tierra, si cada especie, si cada olor, cada gota de agua, el aire que respiramos, las partículas de energía que se están creando permanentemente desde el universo (no sólo desde el sol)… son consideradas sagradas, el milagro de la vida se multiplicará permanentemente y de la misma manera los bienes terrenales y espirituales del ser humano.
      3. Los criterios sobre crecimiento de la población no pueden ser los mismos que durante varios siglos han llevado adelante tanto el capitalismo como el socialismo desarrollista, destruyendo al planeta y toda la vida, en la medida que se acumula riqueza económica.
      4. En un centímetro cúbico del considerado espacio vacío, hay más energía que toda la que conocemos y esa energía puede ser usada por los seres humanos. Una nueva visión del planeta, del universo, de la vida, cargada de fe, de esperanza, de amor y de verdadera fraternidad universal; donde los seres humanos no sean explotados, pero tampoco la naturaleza, nos puede llevar a disfrutar de una abundancia que ni siquiera hemos presentido. Podemos fundar un paraíso en la tierra. Obviamente el capitalismo, el desarrollismo y la idea de progreso, no van en esa dirección. Van en la dirección de la escasez generalizada, del empobrecimiento, no sólo material sino espiritual.
      5. ¿Puede crecer ilimitadamente la población? La prudencia siempre es necesaria en todas las decisiones humanas, pero las políticas poblacionales no pueden seguirse guiando por las concepciones maltusianas, responsables de varios crímenes contra la humanidad, especialmente contra el Tercer Mundo. Esas políticas han convertido a varios países europeos y de otros lugares del mundo, en sociedades de viejos, lo que en ciertos casos, los ha obligado a permitir (sin abandonar prejuicios clasistas y racistas), la inmigración desde los países subdesarrollados, plenos de jóvenes.

      Palabras sobre la idea de progreso:

      1. La idea de progreso es uno de los fundamentos esenciales de la civilización occidental. En la Grecia antigua se conformó esta idea relacionándola con la acumulación de conocimientos. Fue probablemente el historiador griego Tucídides quien fue estableciendo el calificativo de bárbaros para los pueblos que no tenían los patrones culturales atenienses. Esta tradición se mantuvo en occidente y todas las culturas diferentes fueron consideradas bárbaras e incivilizadas.
      2. De acuerdo con la idea de progreso, siempre se está pasando de un punto inferior a uno superior, en un proceso histórico lineal como una flecha que avanza en el tiempo. El futuro siempre será mejor que el pasado. De acuerdo con ese proceso lineal, los pueblos hoy “atrasados” representan una etapa por la que ya pasaron las sociedades civilizadas. Entonces, los centros capitalistas, primero Europa y luego EEUU, se convirtieron en los modelos a seguir. Los países “atrasados” no tienen sino que reproducir el camino que siguieron los ya civilizados y poco a poco ir convirtiéndose a la civilización. Como sabemos, estos intentos fracasaron de manera estrepitosa y fortalecieron la convicción en la necesidad de tomar otro camino. Quizás la mayor dificultad ha estado en encontrar ese otro camino, pues nosotros seres humanos formados a través de los siglos por la civilización occidental, aun cuando la neguemos, tendemos a reproducirla a través de hábitos, costumbres y valores milenarios.
      3. El patrón civilizatorio occidental asociado a la racionalidad científica; a la discriminación y explotación de los países “atrasados” (lo que llegó a tener connotaciones racistas); a la transferencia de capital y diversos recursos desde los países subdesarrollados, como base de la revolución industrial y del desarrollo de los que estaban desarrollándose y al nacimiento como subdesarrollados de los que comenzaban a integrarse al Sistema Capitalista Mundial en condiciones de subordinación; al machismo y a la organización paternalista y vertical de la sociedad como símbolo de la concentración de poder; a un patrón energético (los combustibles fósiles); un patrón tecnológico que reproduce la estructura vertical de la sociedad; al desarrollo económico fundado en la explotación de los seres humanos y de la naturaleza, convertidos en simples recursos productivos; al predominio de la producción material por encima de valores éticos y espirituales; a la manipulación de las creencias religiosas para justificar la dominación de los que van concentrando el poder, hasta convertir la fe en Dios en fe de mendigos (señor déme esto, déme aquello) o de comerciantes (hago esto para que me conceda aquello), creando un Dios supeditado al egoísmo y al principio de utilidad (un Dios del dinero), lejos del altruismo que da sin esperar nada a cambio (es la religión como “opio del pueblo”); a las sectas religiosas y las guerras religiosas sectarias como instrumentos de la opresión de unos pueblos por otros, en función del predominio de intereses económicos, políticos y estratégicos; a la guerra de los poderosos contra los débiles para imponer por la fuerza la civilización occidental, en fin, la dictadura cultural y los valores de los que han venido ganando las sucesivas guerras y han modelado este mundo que culmina el siglo XX como el siglo de la destrucción planetaria, de la pobreza extrema, del domino de los mercados especulativos que producen dinero a partir del dinero, de la desconexión entre inversión, producción, crecimiento del empleo y satisfacción de las necesidades humanas; de las turbulencias monetarias y la inestabilidad financiera, que terminarán dando al traste con la sociedad capitalista, pues una sociedad donde la economía financiera prevalece sobre la economía real, destruyendo a la naturaleza, carece de sustentabilidad; de la decadencia de la cultura occidental, atravesada por la mercantilización del arte, la cultura, la ética, la estética, en fin, de la vida; el tráfico de drogas y el poder de los cárteles de la droga, a la generalización de la enfermedad, a la aparición de nuevas enfermedades, a la agudización de la enfermedad mental y sobre todo de la enfermedad espiritual que conduce al suicidio y a la degradación humana; al tráfico de seres humanos vinculado a la prostitución, al tráfico de órganos, a la explotación del trabajo infantil y a las redes pornográficas que utilizan niños; a la extensión de la esclavitud y a diversas redes de martirio y sufrimiento humanos; a la legalización de la tortura y a un retroceso en las conquistas sobre el respeto a la dignidad humana En fin, el mundo del egoísmo, el individualismo, el utilitarismo, la competencia como guerra de todos contra todos; el mundo de la quiebra de la modernidad y del capitalismo, lo que no significa que este haya llegado a su fin. Pero sí nos permite afirmar, que los nuevos proyectos de vida no pueden tener a la modernidad como soporte o a cualquier variante del capitalismo (así sea al socialismo desarrollista). Lo que le da contenido, sentido y significado a la revolución del siglo XXI.

      Las comunidades ecológicamente sustentables:

      1. Este concepto lo desarrollé en mi libro Hacia una Ecología del Bienestar, publicado en 1998, como resultado de debates realizados por todo el país entre los años 80 y 90. Fue un desarrollo de la propuesta que sobre el surgimiento de espacios convivenciales presenté en 1990 en Ciudad de México, en un seminario sobre derechos humanos organizado por la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL), al que asistí representando a la UCV. Este trabajo fue publicado por la revista Aula Magna, que en ese tiempo era el vocero del rectorado de la UCV, cuando Luís Fuenmayor era Rector. Las comunidades ecológicamente sustentables tienen las siguientes características:
        1. Son comunidades locales de carácter transclasista, unidas por el rechazo a la explotación de los seres humanos y de la naturaleza, fundamentos de la acumulación de capital. Por tanto, son contrarias al desarrollo capitalista o al socialismo desarrollista, típico del siglo XX.
        2. Son comunidades que apuestan por la autonomía de la voluntad, en consecuencia, apuestan por la autogestión contra el paternalismo, base del gobierno y la organización vertical. Se fundan en la autogestión, que no es otra cosa que pensar y actuar con cabeza propia en unión solidaria con los otros, donde el otro es ese ser imprescindible para la existencia humana, personal o social
        3. Entonces, el paternalismo, el machismo, el autoritarismo y la organización vertical, van quedando fuera de lugar, son contenidos capitalistas, que los socialismos del siglo XX adoptaron. Las relaciones horizontales (con los necesarios grados de verticalismo) van dando salida a la ilimitada creatividad humana, cuya fuerza se hace inconmensurable al juntar la fuerza de espíritu, mente, cuerpo y naturaleza, en todas las acciones de hombres y mujeres, desarrollándose una fuerza social, moral y espiritual inconteniblemente transformadora.
        4. Las formas de organización ecológicamente sustentables, son las redes sociales donde existen liderazgos naturales, pero no jefes. Unas redes que pueden ser puestas en movimiento desde cualquier punto, siendo la participación en ese movimiento absolutamente voluntaria.
        5. Son comunidades para y por, no simplemente anti. Niegan porque afirman y las une por tanto la afirmación positiva orientada a construir el futuro hoy , aquí. Por tanto, no las une el odio, sino el amor por el hacer con esperanza, con fe. Esta es la fuerza capaz de negar construyendo, que se opone dando un salto superador hacia adelante forjando el futuro con el alma, el cerebro, las manos y el corazón.
        6. Son un proceso de integración del ser humano como unidad de espíritu, mente, cuerpo y naturaleza. Rompiendo con el individuo-sujeto económico, que representa la desintegración humana, al profesar el egoísmo, el principio de utilidad, la competencia desenfrenada, la opresión de los seres humanos, la apropiación privada de la naturaleza para destruirla en función de la multiplicada creación de bienes materiales, orientada a la acelerada acumulación de capital.
        7. Por tanto estas sociedades, se guían por valores esenciales basados en la solidaridad y el amor altruista, por el dar sin esperar nada a cambio.
        8. Se guían por los principios ecológicos de interdependencia, interrelación y complementariedad.
        9. La producción es producción para la vida, es decir, producción ecológicamente sustentable, orientada al consumo, no al cambio y a la acumulación de capital. Es producción de la vida espiritual, moral y material. No la simple producción de bienes y servicios para el mercado. Además, hay que plantearse los siguientes problemas: quién produce, qué se produce, cómo se produce, para quién se produce, para qué se produce y quién orienta el proceso productivo.
        10. Quién produce refiere al sujeto productor, que debería ser una organización representativa de un movimiento social transformador de las actuales relaciones de producción y de los valores capitalistas, donde surgen y prosperan las iniciativas personales interdependientes, lo que les da mayor potencia y libertad. En la economía de hoy, el Estado y los capitalistas privados tienen el control de las actividades productivas. Una nueva cultura favorecerá que el Estado vaya transfiriendo el control a las nuevas organizaciones y movimientos sociales, pues la burocratización destruiría la iniciativa popular a favor de una nueva clase, usufructuaria del proceso de “cambios”; qué se produce refiere a bienes y servicios vinculados a necesidades como alimentación, vivienda, vestido y recreación, pero el proceso productivo debe generar valores, costumbres y vínculos solidarios relacionados con la producción de una nueva cultura. También cuenta la relación entre producción de valores de cambio y valores de uso; el cómo tiene que ver con las relaciones sociales de producción, las relaciones ecológicas de producción, los procesos tecnológicos y administrativos y el uso de las contribuciones de la naturaleza, no como factor de la producción, que es como la ve el capitalismo, sino como un don milagroso que da sin esperar nada a cambio, pues la naturaleza es altruista; el para quién indica el sector, sectores sociales o grupo poblacional al que se dirige la producción, independientemente de la dictadura del mercado; para qué se produce, nos indica si se produce para generar ganancias o para satisfacer necesidades espirituales y materiales; quién orienta plantea quién establece los fines y objetivos del proceso productivo, entre el Estado, la comunidad, un pequeño grupo o monopolios privados, finalmente está la sustentabilidad ecológica de la producción, que implica la conservación de los equilibrios ecosistémicos y la máxima productividad de los sistemas terrestres.
        11. Simultáneamente hay que fortalecer y articular los mercados no capitalistas que han surgido y van surgiendo. En el gran mercado capitalista la relación es entre las cosas, las personas están subordinadas a ellas. En los mercados no capitalistas hay una relación entre las personas, las cosas están subordinadas a esos vínculos interpersonales y ellos son clave en la formación de los precios, que no se rigen simplemente por la oferta y la demanda. Entonces otra cultura, no subordinada al valor de cambio, puede florecer
        12. Las comunidades ecológicamente sustentables deben plantearse como un problema a resolver, la producción de bienes libres. En este sentido hay que establecer como prioridad la generación de energía a través de caminos alternativos, que conduzcan a crear una fuente de energía no monopolizable, no contaminante, en armonía con la naturaleza y los seres humanos. Quizás las fuentes de energía que más se aproximan a este concepto son la energía solar y la energía eólica. Sobre todo porque en el mundo ya hay tecnologías adaptables para el consumo energético de comunidades medianas y pequeñas. La producción de energía fundada en esas fuentes puede significar la tendencia a convertir la energía en un bien libre.
        13. De la misma manera estas comunidades pueden y deben organizar procesos productivos alternativos al capitalismo, como ya se está haciendo en Venezuela y el mundo. En Venezuela está, por ejemplo, la experiencia de Cecosesola en el Estado Lara, que en verdad es de casi todo el occidente de Venezuela. En el punto (J) están varias de las preguntas que habría que responder para una producción alternativa al capitalismo
        14. Son comunidades locales, pero en estricto sentido el trabajo local no existe, pues cualquier comunidad está atravesada, vinculada a los conflictos planetarios y a las influencias cósmicas.
        15. Ecológicamente sustentables significa también, que son comunidades fundadas en la paz, en la no violencia.

        Sobre lo radical y el radicalismo: vía pacífica y vía armada ¿Qué es la revolución?

        1. Durante mucho tiempo se ha creído y se cree todavía hoy, que lo radical es el camino violento, más específicamente armado, contra la dominación del capital. Es decir, transformar violentamente lo que está afuera.
        2. También se pensó que lo radical era tomar el camino no parlamentario, no electoral, para realizar una revolución, es decir, para tomar el Poder. Desechar las ilusiones pacifistas y enfrentar la violencia reaccionaria con la violencia revolucionaria. Esto condujo a la condena de las formas de lucha electorales, o pacíficas en general.
        3. Este pensamiento era confrontado por el pensamiento, aparentemente opuesto, orientado a poner en el primer plano las luchas parlamentarias, la vía electoral, lo que se llamó el largo camino a través de las instituciones democrático-representativas, para transformarlas desde dentro.
        4. Como se puede observar, la cuestión está centrada en las formas de lucha, diferentes en la forma, pero similares en los contenidos. Por tanto, a una decisión sobre el camino a seguir que la vanguardia debía tomar y que por supuesto, las masas deberían aceptar. Es decir, paternalismo puro, ideología capitalista. Entonces, estuvimos prisioneros de la ideología capitalista practicando tanto la vía armada como la vía parlamentaria.
        5. Otro aspecto que podemos observar, es que la rebelión se plantea siempre contra algo que está afuera y es necesario cambiar, el sistema capitalista, la sociedad burguesa. Sin reparar en que la principal fortaleza de esa sociedad no son sus ejércitos y el poderoso armamento de que dispone; ni sus medios de comunicación o cuestiones por el estilo. Son sus valores en la medida que los internalizamos y los hacemos nuestros, pues los convertimos en guía de nuestra vida cotidiana, tanto personal como social, no importa lo radical que pueda ser nuestro lenguaje y formas de expresión.
        6. Entre esos valores quizás los más importantes sean el paternalismo, el egoísmo, el individualismo, la competencia desenfrenada como guerra de todos contra todos, el consumismo materialista que se condiciona recíprocamente con una producción desarrollista-materialista (formando ambos una unidad que justifica la explotación y destrucción de los seres humanos y de la naturaleza), la propiedad privada sobre los medios de producción y la apropiación privada sobre los productos que resultan de ese proceso.
        7. El paternalismo (que no es lo mismo que el papel de la personalidad en la historia) quizás sea, entre esos valores, uno de los más perniciosos, pues niega la posibilidad de pensar con cabeza propia. Le niega a la gente la autonomía de la voluntad y la condena a vivir siempre aceptando como natural la obediencia a unos valores impuestos por una autoridad superior, la que posee el monopolio de la verdad. Esa autoridad se puede llamar partido, Estado, iglesia, corporación empresarial o un individuo elevado a la posición de autoridad suprema, a semidiós, a caudillo, que se apropia de la voluntad de todos y la voluntad del caudillo, su palabra, su verdad, se convierten en Ley.
        8. En consecuencia, parlamentarismo y acción guerrillera, en la medida que expresaron y pueden expresar conductas paternalistas, resultan igualmente reaccionarios, expresiones de la dominación. Ambos están ligados a que el poder es algo que se toma, no algo que se va construyendo paso a paso en la vida cotidiana y que en su proceso se va convirtiendo en un cambio del mundo, de la vida, que es difícil que se consolide desde el poder paternalismo.
        9. Entonces, ¿qué es el radicalismo? Radicalismo es pensar y actuar con cabeza propia, rebelándonos, asociados con otros, desde nuestro interior, desde lo más profundo de nuestra alma, de nuestro cerebro y nuestro corazón, contra los valores capitalistas, para poder ejercer la autonomía de nuestra voluntad practicando la solidaridad y el amor altruista, aspectos esenciales de una nueva sociedad. Por ende, un movimiento y un liderazgo políticos, se ponen a prueba en este punto: ¿facilitan la formación de una estructura de gobierno que gobierna obedeciendo? ¿facilitan el desarrollo de la voluntad autónoma de las personas y del conjunto de la población, por tanto la autogestión fundada en gobiernos locales, que gobiernan obedeciendo? ¿Facilitan la línea estratégica de una sociedad que se va empoderando para destruir toda forma de poder? Si no, representan el paternalismo y la real posibilidad de una revolución que siga los pasos del capitalismo.
        10. Lo radical tiene que ver también con la manera como se plantea la revolución: ¿contra los símbolos exteriores de la dominación, es decir, el ejército, los parlamentos, las instituciones, las ideas que predominan en la sociedad, etc., símbolos que por supuesto deben desaparecer?¿O la revolución es esa interdependencia entre el cambio interior profundo, el cambio personal y los cambios que se van dando en la sociedad, en la medida que dentro de nosotros y fuera de nosotros se van derrumbando los valores y todos los cimientos de la dominación capitalista, de los valores materialistas? Si no vamos cambiando nosotros, no cambiará nada. Educar al que educa, revolucionar al que revoluciona, decía Marx. Esto quiere decir que las tareas orientadas a cambiar los valores no van a significar mucho mientras se crea (sobre todo los dirigentes), que son los otros los que tienen que cambiar, que los valores son unas ideas que hay que combatir construyendo brigadas de “hombres” nuevos que van cambiando a los otros. Bueno, ¿y dónde están las otras? ¿Y las mujeres nuevas? Esto puede resultar en puro paternalismo machista, en unos patrones éticos a ser establecidos desde “fuera”. Todo esto es conservador y autoritario. Los seres humanos nuevos podrán ir naciendo en procesos que llevarán décadas, que comienzan por otras prácticas, por otras instituciones, por otra escuela, otros liceos, otras universidades, otros maestros y profesores, por otra manera de gobernar y en forma imprescindible y urgente, por otras instancias pedagógicas distintas al ministerio de educación, cuestión que está más allá de las intenciones del que sea ministro en un momento determinado, pero por supuesto, tiene que ver con ellas Queda esta pregunta ¿Es que hace falta un ministerio, una burocracia estatal para realizar esto? ¿O es la propia población la que debe ir resolviendo el cambio de los valores poniendo en práctica, precisamente, la autonomía de la voluntad, la autoorganización, el derecho a pensar y actuar con cabeza propia? ¿Entonces lo que se necesita no es centralización más centralización, sino una amplia red de hombres y mujeres practicando el cambio personal y simultáneamente el cambio de la sociedad, cambio que solo puede surgir desde la base de la sociedad y no desde un ministerio, si se desea que sea real? Lo que no significa que desde los liderazgos naturales, no se trasmitan orientaciones generales, pues los liderazgos tienen que ser tales, pero siempre en sintonía con la voluntad colectiva. No pueden ser jefes.
        11. Por supuesto que la revolución tiene que ver con el cambio en las relaciones de producción, en las instituciones, en los valores, en las relaciones de propiedad, etc. Pero esto no se debe seguir entendiendo como algo que existe ahí “afuera” que si se cambia, todo va cambiando. No, el tema de los valores es capital y este tema no son simplemente nuevas ideas, que mediante la prédica se van difundiendo. La educación no es eso, aun cuando el discurso es importante, pero la clave del discurso es la coherencia entre las palabras y los hechos. Por eso la educación es principalmente, el emprendimiento de nuevas prácticas y el ejercicio del liderazgo por modelaje. Es decir, los líderes, en todos los niveles tienen que dar el ejemplo en el desarrollo de conductas no capitalistas y esto tiene mucho que ver con el modo de vida, con el desapego en relación con los símbolos exteriores del poder y a las prebendas y privilegios materiales, que suelen ser la médula de la ideología dominante, y vivir más como la gente, una vida modesta y sencilla. Sobre todo, una vida transparente, sin nada que ocultar.

        El partido y los movimientos sociales:

        1. A principios de año hubo un intenso debate sobre este tema y por ahí por la red, quedaron varios materiales que escribí. Algunos fueron editados por Aporrea y el 14 de enero Últimas Noticias publicó una entrevista donde opiné sobre este asunto. Queda siempre mucho por decir.
        2. Pero más allá de lo que diré inmediatamente, debo señalar que respeto la decisión de quienes han decidido constituir el PSUV, independientemente de que tengo diferencias. Comprendo los motivos y creo que hay gente muy honesta y revolucionaria tratando de sacar ese proceso hacia delante. Deseo que tengan éxito, que encuentren los medios para enfrentar el burocratismo, el asambleismo, el arribismo y demás obstáculos que seguramente ya han surgido. Deseo que encuentren la manera de combinar la propuesta partidista, con el desarrollo de redes sociales que expresen la convergencia de voluntades y opiniones revolucionarias. Deseo que pongan en práctica la unidad de acción con todos aquellos que decidan no participar en la experiencia partidista, pero que respaldan la lucha revolucionaria y que se mantienen en una trinchera común. Ojalá se pueda evitar el peligro del sectarismo y otros ismos que conspirarían contra la posibilidad de que este partido pueda ser, en alguna medida, lo que sus propulsores desean.
        3. Ahora expresaré ciertas opiniones que complementan lo que ya dije a principios de año, con el ánimo constructivo de intercambiar puntos de vista.
          1. Posiblemente las concepciones y desarrollos partidistas hayan muerto con el siglo XX y posiblemente hoy resurjan, pero pueden estancarse No es casual que en Venezuela las diversas formaciones partidistas no logren reconstruirse con vitalidad y espíritu renovador. AD y Copei, son un remedo de lo que fueron. Primero Justicia, que intenta tomar un nuevo aire, tampoco avanza significativamente. Lo mismo pasa con un Nuevo Tiempo, pese a que todos ellos cuentan con un sólido respaldo en los medios de comunicación y en los centros de poder. Está por verse que va a pasar con el PSUV.
          2. El marxismo redivivo va hoy por otro camino, creo, porque en Marx hay una inagotable veta para la comprensión, la crítica y la superación del capitalismo ; pero para que así sea, es necesario también enlazar con otros fuentes de pensamiento y experiencias sociales, que van brotando por el mundo y muy particularmente en América Latina, el continente mestizo por excelencia, crisol de ideas, de utopías, de prácticas y sueños.
          3. Las tradiciones comunitarias y de redes sociales de los aborígenes; de las comunidades negras en los quilombos, cumbes, ladeiras o mambices; de las comunidades cristianas de base (mestizas también) que han florecido por el continente, emparentadas con las comunidades del cristianismo primitivo, pero muy propias de este continente. Siendo una de sus expresiones históricas más importantes, las misiones, que con la participación de los jesuitas, organizaron los guaraníes y fueron destruidas violentamente por la corona española; comunidades cristianas que tomaron fuerza desde los años 60 con la teología de la liberación, experimentado vicisitudes diversas; la cimarronería del llano venezolano y de otros lugares de América Latina; la obra de Simón Rodríguez, que se ha venido sintetizando en el inventamos o erramos; el pensamiento y la acción de Francisco de Miranda y muy especialmente de Simón Bolívar; la gesta de Zamora, los aportes de Mariátegui; la experiencia, a mediados del siglo XIX, del ensayo nacionalista de Francisco Solano López en Paraguay; las enseñanzas de la revolución mexicana, de la revolución cubana; toda la herencia de la década de los sesenta en Venezuela, América Latina y el mundo; los movimientos de la mujer, en fin, esa rica, variada y prodigiosa enseñanza que no puede ser sintetizada por las simplificaciones marxistas del siglo XX. El pensamiento de Marx es una obligada referencia, pero ante la vastedad de las creaciones culturales que debemos tomar en cuenta, quizás esté gestándose en este continente, una nueva síntesis del pensamiento revolucionario, que no puede ser bautizada a priori. El movimiento se irá bautizando a sí mismo, a menos que se desee frustrarlo poniendo por delante el muro de la organización vertical, del poder y de los dogmas consagrados. En este sentido el proceso venezolano tiene mucho que decir y posee desarrollos esperanzadores.
          4. Hay un proceso de forjamiento de redes sociales que se viene dando en Venezuela y América Latina. En Venezuela, los comités de tierras, las mesas de agua y los vastos vínculos intercomunitarios que hicieron posible la reacción frente al golpe de estado en abril de 2002; frente al paro petrolero entre el 2002-2003; frente a la guarimba y así en tantos otros episodios en los que este proceso se ha estado jugando su existencia. En Brasil están los Sin Tierra, en Argentina los piqueteros, en Bolivia la rebelión de las antiguas culturas que regresan desde el pasado con una inmensa carga de esperanza y alumbramiento; en México los Zapatistas, los oaxaqueños; en la escena mundial el movimiento antiglobalización, y así una inmensa ola de movimientos sociales recorre al continente y al mundo ¿Dónde ha estado el partido dirigente? ¿Dónde el Comité Central, Comité Nacional, centro dirigente, etc. que ha trazado la línea política y ha dado las órdenes? No ha existido y creo que el desenvolvimiento de estos movimientos no va en esa dirección, sino a formas de coordinación cada vez más complejas, pero donde lo vertical se equilibra con lo horizontal formando una unidad donde conviven conflicto y armonía, lo que permite que el proceso no se estanque.
          5. Si se interpreta bien, es mi parecer, la experiencia venezolana de los últimos años, se verá que lo que ha movilizado a la población ha sido una inmensa red de redes que se ha movido en torno al carisma y liderazgo del Presidente Chávez. Incluso, sin la presencia física de él, como ocurrió en abril del 2002, cuando él estaba prisionero, casi desaparecido. Sin embargo, la presencia de otros liderazgos nacionales, regionales y locales, de civiles y militares, fue capaz de derrotar a los golpistas. Pero hay una tendencia que se va perfilando como hacia la institucionalización, de una capa de intermediarios entre el Presidente y la población, que podría significar un retroceso, ojalá que no, del propio entusiasmo revolucionario de la población.
          6. La burocratización del proceso, podrá ir contrastando con el hecho de que en la calle, es el pueblo chavista el que está protestando, reclamando, ante la ineficiencia generalizada y la falta de sensibilidad y amor frente a las demandas populares, que se observa en diversos sectores que copan esferas de la gestión gubernamental.
          7. Mientras el pueblo chavista protesta en la calle y sufre ante las lluvias, las inundaciones, el déficit de viviendas, las deficiencias en el sistema de salud (lo que incluye a barrio adentro, que fue una de las misiones bandera), la escasez de diversos productos mientras mercal se ve amenazado por la corrupción, parece que ese mismo pueblo no está asistiendo masivamente a las asambleas de base del PSUV, lo que podría ir prefigurando un mal de los viejos partidos: el régimen asambleístico que ante la disfunción de las organizaciones de base, se convirtió en instrumento antidemocrático de manipulación en manos de los dirigentes ¿Estará ocurriendo realmente esto? ¿Va el PSUV en esa dirección? Es bueno revisar la experiencia.
          8. Por ahora, estemos claros en lo siguiente: la protesta no es una simple manipulación de los medios propagandísticos de la oposición. En todo caso están aprovechando una situación que es real.
          9. Las formas de organización del presente y del futuro, parece que no pasan por el o los partidos políticos, sino por la coordinación de iniciativas, esfuerzos y movilizaciones de un tejido social que tiene miles de tejedores y soñadores, que no pueden ser resumidos por el centralismo democrático administrado por algún buró o gabinete. Sí pueden ser expresados por la convivencia democrática y movilizadora de millones de manos, corazones y cerebros, que han ido aprendiendo más sobre estrategia y táctica, que los comandos revolucionarios tradicionales. Este movimiento ha crecido en Venezuela y aún está definiendo su rumbo. El Presidente Chávez ha hecho mucho por él. Hemos entrado en una nueva etapa en la que es imprescindible que se muestren con fuerza los liderazgos populares que se han ido forjando y que son los que marchando con el liderazgo del Presidente, profundizarán el proceso. Es necesario que la burocracia que se ha formado, no se convierta en freno de esta posibilidad.
          10. Hay la creencia de que el centralismo democrático es la única forma para la unificación con eficiencia para concentrar el mayor número de fuerzas. En el mundo de hoy, caracterizado por la diversidad, eso no es tan sencillo. Hay que recoger el proceso en pleno desarrollo. Desde este punto de vista, la clave es la unidad de acción, la convergencia de fuerzas y voluntades tras un mismo objetivo.

          Ø Algunas formaciones políticas participantes lo harán apelando al centralismo democrático;

          Ø otras en procesos que buscan la unanimidad del grupo;

          Ø otras a la convergencia pese a las diferencias que se mantengan, posponiendo su clarificación dándole prioridad a la unidad de acción;

          Ø otras a pactos específicos que valen para acciones concretas según su dimensión (esto significa que las diferencias se guardan transitoriamente, o que algunos participan en unas acciones, pero en otras no, pero sin generar fracturas sino diferencias transitorias que poco a poco podrían desaparecer). Bueno y quién sabe qué otras variantes.

          1. En general, dentro de una gran flexibilidad, ir reuniendo cada vez más y más fuerzas, resolviendo diferencias, clarificándolas, pero sin expulsiones o fracturas. Podrá haber grupos, personas que vayan excluyendo por su propia voluntad. Es decir, el movimiento mismo puede irse decantando, pero siempre uniendo a todo el que pueda ser unido, siempre con la mano tendida, porque nadie tiene el monopolio de la verdad y esta suele asumir formas curiosas de presentarse. Por ejemplo: a veces las opiniones más negativas, ocultan, al tamizarlas, verdades, luces que permiten ver lo que no habíamos visto. La verdad, salvo cuando se trata de verdades divinas, siempre es una construcción colectiva, una construcción dentro de la diversidad, una construcción que no niega los matices, sino que los reúne dando origen a nuevas realidades con un nuevo colorido, que no es sino otra forma de vibración luminosa, que penetra la oscuridad. De lo contrario, hay que pedirle al que se robe la verdad, que la devuelva para hacerla comunidad de pensamiento y acción de todos los sueños y esperanzas en un mundo mejor.
          2. Una gran convergencia de fuerzas populares, unas formas de coordinación firmes y flexibles que se manifiesten a través de redes de redes, capaces de movilizarse y combatir, en las más diversas tareas cotidianas y en las muy exigentes de la defensa del proceso revolucionario, son una perspectiva democrática y libertaria, pero eficaz, muro y avanzada contra el capitalismo.

          El eje transversal de la VI Cumbre Social:

          1. Fue un acierto proponer un eje transversal que articulara el diálogo en las distintas mesas y dentro de la diversidad, intentara unificar las discusiones y las conclusiones proponiendo una determinada dirección-objetivo. El eje que se tomó fue Por un Nuevo Contrato Social, Económico, Cultural, Ambiental y Ético: un desafío frente a la desigualdad, la exclusión, la crisis ambiental planetaria y la guerra. Esa propuesta, me parece, no tomó en cuenta los siguientes aspectos:
          1. La figura del contrato es esencialmente capitalista, no importa las variantes que haya tenido. La modernidad y la conformación del capitalismo como sistema mundial, le dan un claro contenido como relación entre desiguales, que formalmente se intenta legitimar como relación entre iguales que concurren al mercado y como iguales tranzan obedeciendo las leyes del mercado capitalista. El trabajador expropiado, “pacta” con su amo expropiador, un salario, el salario de la miseria, del hambre y eventualmente de la muerte. Este es el contrato de trabajo. Podemos recordar también lo que dijo Marx sobre el contrato matrimonial. Entonces, no se trata de establecer un nuevo contrato para construir una nueva sociedad en lo cultural, económico, etc. Lo que se trata es de revolucionar todas las relaciones sociales y al revolucionarlas, ir dejando atrás todas las formas capitalistas. La unión de los trabajadores, intelectuales, pequeños y medianos productores que van representando formas asociativas cada vez sólidas; de jóvenes y niños con ojos de porvenir, en fin, la unión de todos los explotados, no se establece mediante un contrato, así se le llame nuevo contrato social. La palabra nuevo solo ocultaría lo viejo, la fuerza enorme de las formas capitalistas, que no son solamente formas, son el contenido. Por supuesto, no tengo dudas sobre el carácter revolucionario de los que plantearon esto, pero el diálogo es para ayudarnos a esclarecer las cosas y mediante el aporte de todos, tratar de sumar.
          2. Lo dicho nos plantea también la fuerza de la palabra, la fuerza del bautismo cuando se coloca un nombre. No es casual que la Biblia diga: primero fue el verbo. Es propio de la cultura capitalista haber desvalorizado y devaluado la palabra, pues el capital tiende a prostituirlo todo. Todavía en Venezuela se mantiene en las regiones de menor desarrollo capitalista, la palabra como relación para acordarse o convenir y lo que se acuerda mediante la palabra, es sagrado. Entonces, las palabras tienen una fuerza primigenia, creadora de vida y de significados. Por eso no podemos usar palabras viejas para los nuevos procesos que están comenzando a producir sus propias palabras, las nuevas formas que vienen acompañadas con nuevos contenidos. Las nuevas palabras que vienen llenas de luz y por eso cuando se pronuncian con fuerza, ellas mismas pueden iluminar el camino.
          3. Otra cosa es la búsqueda en las palabras de nuestros antepasados de las sociedades no capitalistas, pues ellas expresan contenidos que prefiguraron un futuro distinto al que tomó la humanidad cuando el capitalismo se fue extendiendo destruyendo, desorganizando, prostituyendo, falsificando, oprimiendo.
          4. Precisamente en la reunión del Congreso de Panamá, convocado por Simón Bolívar en 1826, está el nombre que se le dio a la declaración final, al tratado que solo fue ratificado por la Gran Colombia. Ese nombre fue Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua. Entonces, digo, ¿no podríamos hablar del Nuevo tratado de Unión… entre los pueblos? En lugar de un Nuevo Contrato Social. Digo, es un decir, como hablaba Vallejo.

          La organización de la producción, cuestión sin solución, hasta ahora:

          1. Organizar la producción, organizar la economía, ha sido un talón de Aquiles en las revoluciones del siglo XX, cuestión que planteó muy bien el general Baduel en su discurso cuando dejó el Ministerio de la Defensa.
            1. El comunismo de guerra, la nueva política económica, el gradualismo bujariniano, la colectivización forzosa de la agricultura, la industrialización poniendo el acento en la industria pesada en detrimento de la producción de bienes de consumo, la estatización generalizada de la economía y las variantes que han girado sobre esos ejes, no han podido resolver la dotación con calidad y suficiencia de bienes materiales, a una población que ha tratado de levantarse desde la pobreza hacia el bienestar.
            2. La otra cosa es que no se supo romper con un determinado patrón de bienestar , que es un patrón de consumo y de producción determinado por el capitalismo: sus bienes y servicios y sus valores.
            3. En fin, los éxitos económicos no han sido la fortaleza de las revoluciones del siglo XX, lo que ha llevado a experimentar con soluciones capitalistas, pues obviamente el capitalismo sabe cómo producir, lo que no puede es producir con equidad, con justicia y para la dignidad de las personas.
            4. Es probable que esta dramática realidad haya inducido a Den Siao Ping hacia su famosa afirmación de que no importa que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones. Es decir, no importa si hay que apelar a soluciones capitalistas, lo importante es producir, poner a la economía en marcha, en fin, modernizar la sociedad china y crear así la base material para un socialismo fundado en la idea de progreso. Por ese camino el socialismo no ha llegado. Por eso el alerta del general Baduel es invalorable.
            5. Podemos comprender entonces los intentos angustiosos de Mao Ze Dong buscando otro camino a través del Gran Salto Adelante o la Revolución Cultural. Todos los líderes revolucionarios del siglo XX transitaron ese camino de angustia, de ensayo y error. Vale la pena establecer por qué los mejores talentos del siglo XX que trataron de realizar una revolución, no pudieron encontrar un camino distinto al capitalista para desarrollar la producción. Ha habido experiencias que como relámpago esperanzador han dibujado otro camino. Vale la pena estudiarlas.
            6. Lo cierto es que no ha sido fácil encontrar en el terreno de la producción un camino alternativo al capitalismo, pues sólo se puede encontrar un camino alternativo valorando el conjunto de la situación y no solo los problemas de la producción, pues dichos problemas no son solo productivos o económicos , son políticos, éticos y básicamente, requieren, en el día a día, otra visión del mundo, de la vida y de cada uno de nosotros, como seres portadores del pasado, que debemos irnos desgarrando el alma, limpiándola e ir renaciendo cada mañana, para ser otro de nosotros, otro de nosotros con los demás, formando parte de colectivos creadores de vida nueva. Por lo menos hoy día mediante la experiencia del socialismo del siglo XX, sabemos varias cosas sobre lo que no es.
            7. Una referencia a la reforma constitucional en relación a los problemas de la producción:

            No es el prepósito de este trabajo analizar el tema de la reforma constitucional , que es posterior a la realización de la VI Cumbre Social. Solo aprovecharé para hacer un comentario sobre el tema de la organización de la producción, que es lo que nos ocupa ahora. Veamos:

            Ø Después de más de 8 años de ensayo y error, en el llamado a reformar la constitución de 1999, que propone el Presidente de la República, se plantea eventual una solución, por lo menos en el papel, que trata de atender al conjunto de la situación vinculada con los procesos productivos. Relaciona de manera original las formas de estructuración de la sociedad, con la reorganización del espacio territorial, la organización del poder político y el poder militar, las formas de propiedad y el desarrollo de los poderes comunales y el poder popular, lo cual crea un marco complejo para la producción. Este puede ser un camino que es también de ensayo y error, coherente con las enseñanzas robinsonianas de inventamos o erramos.

            Ø Repito, esto está en el papel, ahora hay que ver cómo la estructura chavista lo aprueba y desarrolla.

            Ø No digo que la propuesta no tenga vacíos: no tenga problemas reales y potenciales. Se impone una profunda discusión y esta es una gran oportunidad que no debe desaprovecharse. Pero es una importante propuesta, que si se debate de verdad abiertamente, si se aceptan críticas y sugerencias, se reelaboran contenidos, se desarrolla como una propuesta unificadora y no excluyente, podría unir a lo mejor del pueblo venezolano y de verdad, abrir una nueva etapa. Ahora si se desarrolla como una carrera contra el tiempo para imponerla con cambios en el campo de las formalidades, como para cumplir un trámite, podría estar cerrando muchos caminos.

            Ø En todo caso, el problema de la producción seguirá siendo eso, un problema. A partir de las consideraciones de la propuesta de reforma constitucional en torno a la propiedad privada, sería interesante ensayar un acuerdo con capitalistas para que mantengan importantes niveles de generación de bienes, mientras van madurando las nuevas relaciones de producción y un nuevo tejido social, capaces de crear bienes y servicios, valores, afectos, ética, estética, tierra fértil, ríos, lagos y mares limpios, en fin, una ecología del bienestar.

            Ø Sin embargo, el capital huye de todos los procesos revolucionarios y con ello genera escasez, inflación, miseria. Por lo tanto, descontento, desestabilización y eventualmente retrocesos, saltos atrás e incluso, apelando a la línea de menor esfuerzo o de menor resistencia, hacia una recomposición de la producción capitalista que puede ir reconquistando los espacios perdidos.

            Ø En Venezuela la escasez, la inflación y el empobrecimiento han podido ser evitados, por ahora, recurriendo a las importaciones, pero esto no se puede prolongar mucho en el tiempo, pues las deformaciones que mantiene, desarrolla y perpetúa, a través de un patrón de consumo neocolonial y los obstáculos para la producción interna, pueden a la larga, provocar muy graves consecuencias.

            Ø Importaciones que sobrepasan los 30 mil millones de dólares al año, financian el desarrollo de otros país, entre ellos países con los que tenemos conflictos geoestratégicos; financian al capital internacional, sostienen un patrón de consumo neocolonial y en última instancia, financian el subdesarrollo de Venezuela.

            Ø Hay graves vacíos en relación con la protección ambiental. Los daños ambientales deben ser declarados crímenes contra la humanidad y la naturaleza; no se legisla sobre la corrupción, que debe ser declarada crimen contra la sociedad; no se precisa sobre el proceso de transferencia de poder hacia las comunidades para que el poder estatal, en un período largo, se vaya extinguiendo; se requiere una más clara definición de los valores que deben entrar en el debate como orientación estratégica de la nueva sociedad y esto tiene que ver con el contenido de la educación.

            Ø ¿Votaremos en bloque o por capítulos, por temas? Son dos propuestas que difieren radicalmente. También es otra la de la oposición, que plantea hacerlo por artículos. Las razones de la oposición son distintas a las mías. La oposición está centrando su campaña en el autoritarismo, la dictadura que se está reforzando, etc., para tratar de bajar la votación por el artículo 230 y cantar alguna victoria. Pero yo votaré favorablemente para la reelección continua del Presidente de la República.

            Mis motivos son otros. Hay que salir a la calle a explicar cada capítulo; es una oportunidad para elevar el nivel de conciencia colectivo, de los que dirigen y de la población. Hay que educar al que educa. No sólo se aprobará un proyecto, sino un proceso, cada vez más compartido, profundo, tuyo, mío, de nosotros. El qué tiene que ver con el cómo.

            Es un proceso de coeducación, que enfrenta la abstención y une a todo el que pueda ser unido. Es una oportunidad para que comprendamos, que esta es una propuesta global (que no es de los que desean administrarla), donde el todo está en la parte y la parte está en el todo. Cada capítulo representa al todo y el todo se materializa en cada capítulo. Esto es holismo. Interrelación, interdependencia y complementariedad. La gente modificará lo que le parezca ¿O no? ¿Plebiscito si, cambio no?

            Lo otro es facilismo: apoyarse en el prestigio del Presidente y tratar de aprobar el proyecto en bloque. Eludir la batalla teórico-práctica planteada, descalificando a los que señalamos otro camino.

            Ya habrá oportunidad de hacer un análisis más detenido de la propuesta de reforma constitucional.

            Caracterización del actual gobierno:

            1. En el debate realizado en la VI Cumbre Social, esto se planteó. Se ha dicho que este es un gobierno neoliberal y aliado del imperialismo ¿Será?
              1. Me parece que uno de los graves errores de la lucha de los años 60 y 70, fue caracterizar de manera equivocada a los gobiernos de la IV República . Ello nos condujo a lo que creo fue un enfrentamiento armado precipitado, cuando precisamente las organizaciones de Izquierda venían anotándose importantes éxitos en las luchas populares y el movimiento de masas se iba radicalizando. Entonces, no supimos acompañar ese proceso de maduración y nos fuimos alejando de él, facilitando las provocaciones betancouristas orientadas a aislarnos, a provocar el enfrentamiento armado, para arremeter violentamente contra nosotros. En algún momento será necesario volver a realizar este balance, pues no ha concluido y hay mucho por decir. Este no es un golpe de pecho. Yo estoy orgulloso de lo que hice, de lo que fui y de lo que soy, formado en eso largos años de combate. Pero la revisión crítica de la experiencia pasada, es un compromiso para con nosotros mismos, con todos los que participamos en esta lucha y con las nuevas generaciones.
              2. ¿Es el gobierno de Chávez un gobierno a ser denunciado y acusado de aliado del capitalismo? Vamos por partes.
              3. Es falso que el gobierno de Chávez sea neoliberal, eso es una grave confusión. Si algo ha hecho el gobierno de Chávez es quitarle piso a las políticas neoliberales tanto en Venezuela como en América Latina y en el mundo. La conciencia política del pueblo venezolano ha crecido, lo mismo ha pasado en América Latina. Este gobierno ha contribuido a ampliar el frente antiimperialista mundial y esto se observa en los recorridos que hace el presidente en exterior.
              4. Neoliberalismo no significa que exista capitalismo, propiedad privada y mercado. Según esto hasta el gobierno de Cuba podría ser considerado neoliberal, lo cual sería absurdo. Me parece que es necesario precisar no sólo los conceptos sino las experiencias prácticas del neoliberalismo, los resultados de los paquetes neoliberales y compararlo con los resultados de la situación venezolana: con las políticas sociales que se han impulsado; las políticas de gasto público, de inversión pública, de relación con los organismos multilaterales; con la política fiscal, la política monetaria, la política internacional y los bloques que se han venido constituyendo, las estrategias de integración continental. Incluso, la política petrolera, a pesar de las empresas mixtas, no es neoliberal, independientemente de las críticas que se pueden hacer y se están haciendo.
              5. Ahora, si se dice que hay desarrollismo, que básicamente la sociedad venezolana sigue siendo capitalista, que los valores que guían la conducta de la generalidad de los dirigentes son capitalistas, que ello se expresa en la corrupción, la ineficiencia; en la falta de solidaridad y amor por parte de sectores de la burocracia chavista, hacia el pueblo que sufre los rigores de la dominación y de la pobreza, diré que sí, eso es cierto. Pero eso no es lo que define al neoliberalismo. La transición es todavía un proceso confuso y es difícil que sea de otra manera. Por eso la crítica es muy importante y hay que ejercerla sin dejar de reconocer los méritos.
              6. La otra cara de la moneda es que este proceso ha permitido la maduración y desarrollo de redes sociales revolucionarias; de organizaciones populares que han nacido por todas partes con una conciencia no capitalista, con conciencia antiimperialista; organizaciones populares que se enfrentaron al golpe de abril de 2002; al paro petrolero; que en sucesivas elecciones han sabido pasar por encima de la prédica y las denuncias de la TV y todos los medios privados, pese a que es ese mismo pueblo el que aparece protestando contra las insuficiencias del gobierno, en las noticias de la TV, la radio y los medios impresos.
              7. Ese pueblo no ha cedido al chantaje anticomunista que ha sido particularmente intenso durante este tiempo. Creo que hay que reconocer que del 98 para acá hay cosas que han cambiado. Es un mérito del Presidente, pero es también un mérito de miles de activistas revolucionarios (algunos de los cuales vienen de los 60, los 70 y los 80) que han estado librando una cruenta batalla por campos y ciudades y han ido construyendo una fuerte red revolucionaria. Es un mérito también de aquellos que en el 98 tenían alrededor de diez años o estaban cumpliendo o cercanos a cumplir los dieciocho años. Ciertamente, no es un movimiento todavía consolidado, aún cuando ese crisol generacional y de clases y capas sociales diferentes, ha ido madurando ¿Hacia donde marchará? ¿Será conducido hacia el restablecimiento de los privilegios capitalistas perdidos, bien por la reaparición de los viejos capitalistas, o por obra de los nuevos, los que se han enriquecido en el gobierno, o por una alianza entre ellos?
              8. Hay una batalla de tendencias en este movimiento y hay que participar en ella. Una caracterización equivocada del presente gobierno no ayuda. El apoyo crítico sin guardar silencio, diciendo lo que hay que decir, haciendo lo que hay que hacer: sumando. Es el camino, creo.
              9. Este no es un balance de la gestión del gobierno. Eso hay que hacerlo y si a alguien le conviene oír sobre los errores y las críticas que desde la propia base gubernamental se levantan, es al propio gobierno. Muchos rumbos están por definirse. El debate sobre la reforma constitucional puede ser una oportunidad para fortalecer la organización, la conciencia y el rumbo de este proceso. Es inconveniente que se convierta en un plebiscito, en una carrera contra el tiempo o en cualquier forma de manipulación. Veremos. El tiempo está corriendo y por ahora lo que se expresa es una corriente conservadora, llena de temor, que parece creer que la consulta amplia es un problema. Pero hay una población que se ha ganado el derecho en las distintas batallas libradas en estos casi nueve años, a que se le escuche, a que su opinión sea buscada, solicitada de manera explícita y consistente. Veremos


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Julio Escalona


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