La teoría científica del Socialismo del Siglo XXI ha logrado romper la primera línea de defensa ideológica del sistema capitalista que pretendía mantenerlo como una realidad impensable, como un tabú. Hoy día, el debate sobre la nueva teoría es ya un debate mundial y este hecho constituye una derrota estratégica para el sistema.
Ante esta derrota las dos expresiones políticas del gran capital, la corriente fascista y la corriente socialdemócrata-liberal, movilizarán a sus aparatos ideológicos, sus intelectuales orgánicos, sus fundaciones y sus servicios de inteligencia, para impedir la creciente expansión de la nueva idea-fuerza.
Hace una semana, José Maria Aznar, ex jefe del gobierno español, definió en su “Informe Estratégico sobre América Latina” ante la oligarquía de la capital económica del Ecuador, Guayaquil, el “Socialismo del siglo XXI” como “un nuevo comunismo” y llamó a la unidad de quienes se oponen a esa tendencia. Pocas horas después de Aznar, otro vendedor ambulante del imperialismo español, Felipe González, consoló a los congregados liberal-socialdemócratas en la misma ciudad, reasegurándoles que el “futuro del siglo XXI es de la socialdemocracia”.
2. ¿Por qué fallaron los mecanismos de control?
2.1 Calidad científica y carácter de clase de la teoría
Hay varios factores que explican porque los sistemas de contención ideológica del Capital fallaron. El primero es la calidad científica de la teoría que es el núcleo cognitivo de la transformación hacia el Socialismo del Siglo XXI y que se nutre de tres mil años de experiencia social y doscientos años de ciencia económica.
La calidad epistemológica de la teoría se complementa con su carácter de clase, cuyos tres teoremas constitutivos lo definen como un modelo inconfundiblemente anticapitalista: a) la apropiación del ciento por ciento del valor por los trabajadores, menos fondos de inversión y fondos sociales, lo que le confiere un alto Valor Adquisitivo Disponible (VAD) a las mayorías; b) el intercambio por equivalencias y, c) la democracia participativa. Esa identidad es lo suficientemente concreta para vincularse con la realidad burguesa contemporánea ---lo que es vital para hacer alianzas políticas--- pero, imposibilita confundirla con cualquier proyecto reformista, socialista-tradicional o sectario “de izquierda”.
2.2 La dialéctica negativa del capitalismo científico
Las grandes tendencias de financiamiento y evolución de la ciencia actual son determinadas por las tecnologías de punta, particularmente la informática. Siendo ésta el sistema “neuronal” de la industria, del comercio y de los servicios, su extraordinaria expansión y la de las ciencias relacionadas es vital para las empresas y el sistema. Bajo el flagelo de la ley del valor ese desarrollo acelera la generación de fuerzas productivas cibernéticas y refuerza apresuradamente el carácter cibernético de la producción capitalista. Pero, la cibernética es el caldo de cultivo natural en el cual florece el Socialismo del Siglo XXI, de tal manera, que la necesidad sistémica capitalista sirve directamente a los requerimientos logísticos de la economía de equivalencia y la democracia participativa. Es decir, cada innovación del Capital en estas ciencias es un paso más hacia su propia tumba.
2.3 Aurora de la razón crítica socialista
La época glacial del debate mundial, provocado por la caída del socialismo histórico, ha terminado. Vale la sentencia de Berthold Brecht de que nadie puede parar una idea, cuyo tiempo ha llegado. Científicos jóvenes, veteranos del socialismo histórico y revolucionarios sociales están siendo “arrastrados” hacia la nueva “aurora de la razón”, como diría Hegel. Los aportes de la Escuela de Escocia y de la Escuela de Bremen que rompieron el tabú impuesto, se relacionan cada vez más con las valiosas experiencias de los ex países socialistas, como el ensayo del economista ruso Menshikov sobre Kantorovich (Topicality of Kantorovich´s Economic Model), o del grupo de científicos checoslovacos de Oldrich Kyn et al., vinculados a la Oficina Central de Planeación, quienes calcularon tempranamente valores con matrices de insumo-producto y, en 1967, 25,000 precios de la economía checoslovaka.
Aparecen cada vez más avances, por ejemplo, de grupos que son del Bloque Regional de Poder Popular (BRPP) o cooperan con él: en un país andino se avanza el software de contabilidad socialista; en Argentina, los obreros construyen y calculan un buquetanque en términos de valor; en Ecuador, una coalición entre sindicalistas electricistas (Enlace), campesinos-indígenas (Fenocin) y Derechos Humanos (APDH) rompió el cerco informativo, logró un debate de diez días en los principales periódicos, radios y televisoras del país y creó una página digital de apoyo al Presidente Rafael Correa y al Socialismo del Siglo XXI (www.elcorreazo.com); en Chile, el Polo Izquierdo de la Memoria logró reunir amplios sectores de izquierda y de movimientos sociales en la presentación de la obra, Hugo Chávez y el Socialismo del Siglo XXI, con delegados del BRPP de Argentina, Paraguay, Perú, Bolivia y México; en Venezuela hay sectores campesinos que pretenden pasar a la contabilidad socialista; en Cuba, Pedro Campos analiza los efectos negativos de la estatización de cooperativas cañeras a inicios de los sesenta, y el economista Zubair Hasan de la International Islamic University, Malaysia (IIUM) hizo un estudio comparativo del valor en Ibn Khaldun, Ricardo y Marx (Labour as a source of value and capital formation: Ibn Khaldun, Ricardo, and Marx - A comparison.)
2.4 El papel de los Presidentes
Es un merito histórica de Hugo Chávez, haber proclamado en el año 2005 la necesidad del Socialismo del Siglo XXI. Sus repetidas intervenciones públicas posteriores mantuvieron viva la flama. Sin embargo, mientras era el único mandatario del nuevo discurso en América Latina, la burguesía mundial pensó que el efecto de contagio iba a ser marginal y controlable. Esa idea comenzó a debilitarse, cuando Rafael Correa se acercó al proyecto de la nueva civilización poscapitalista, y se derrumbó con su última declaración en Buenos Aires, de que va a “construir el Socialismo del Siglo XXI en el Ecuador”. Sobre la base de su formación profesional de economista habrá pronto aportaciones importantes. La cadena del Socialismo del Siglo XXI se prolonga con otro futuro Presidente, el obispo Fernando Lugo del Paraguay quién empieza a identificarse públicamente con el Nuevo Proyecto Histórico.
3. La contraofensiva del Capital
Habiendo perdido el Sistema la primera batalla en el campo de las ideas, montará ahora su contraofensiva. La derecha tipo Aznar utilizará la represión policiaca-judicial y extrajudicial donde le será posible, además de los amplios fondos de los plutócratas que comulgan con él. Los socialdemócratas, liberales y burocracias cristianas bloquearán cualquier financiamiento para grupos sociales que se adhieran al Socialismo del Siglo XXI, y utilizarán sus aparatos ideológicos y académicos para tergiversar la nueva teoría y difamar al nuevo movimiento.
Parte de este fenómeno es el enorme mercado de eventos públicos, financiado por gobiernos desarrollistas y controlado por sus intelectuales orgánicos; al igual que sectores del estéril aparato académico universitario. Ese mercado ya ha entrado en una simulación que pretende una asimilación light del tema. Sin embargo, esa simulación es fácil de detectar. Todo sujeto latinoamericano, cuyo programa de economía política no se basa en los tres principios constitutivos mencionados, y cuya programática política no contiene integralmente los tres ejes de liberación ---desarrollismo democrático regional, Socialismo del Siglo XXI y alianza estratégica republicana entre pueblos y gobiernos--- no es auténtico, sino resultado de la mimesis.
4. El próximo paso
En uno de sus tantos destellos geniales Marx decía: “La teoría se convierte en fuerza material cuando se adentra en las masas”. (Die Theorie wird zur materiellen Gewalt, wenn sie die Massen ergreift.) Hoy por hoy, la teoría se ha “adentrado” en la comunidad científica mundial y el siguiente paso es hacer que “se adentre en las masas”.
Las estrategias del sistema pueden retardar ese proceso, pero no lograrán abortarlo. El Socialismo del Siglo XXI es un producto colectivo de miles de años y un patrimonio de la humanidad, cuyo avance nadie logrará parar.