La honrosa tarea de conquistar el socialismo (III)

Desarrollar las relaciones económicas con los países amigos, y otros países del mundo, representa una orientación invariable del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. Debemos buscar y promover con eficacia las fuentes de mercancías exportables en diversas ramas de la economía nacional y elevar su calidad para ampliar y desarrollar el comercio exterior y efectuar con diligencia la cooperación económico-técnica con otros países, ya nuestro café y nuestro cacao vuelven a ser exportables.

Impulsar con energía la revolución técnica constituye una garantía decisiva para cumplir con éxito la construcción económica socialista.

Podemos decir que ésta es precisamente la revolución técnica. Sin priorizar el progreso tecnológico no es posible liberar a los trabajadores de las duras y difíciles faenas, ni utilizar de modo racional los recursos del país, ni afianzar el carácter independiente de la economía nacional, ni tampoco hacerla avanzar a ritmo acelerado.

Con el objetivo de impulsar con dinamismo la revolución bolivariana es necesario crear entre los trabajadores una correcta concepción al respecto y llevar a cabo una fuerte campaña contra quienes menosprecian el desarrollo técnico prestando atención solamente a las tareas productivas inmediatas. Todos los funcionarios, con el punto de vista de que la revolución técnica representa la vía respiratoria de la construcción económica socialista, deben ejecutar todas las actividades económicas poniendo siempre en el primer plano el progreso tecnológico y esforzarse con tesón en aras del desarrollo de la ciencia y la técnica del país y la transformación tecnológica de la economía nacional, para darle una vida digna al venezolano.

Conforme a la exigencia actual de la construcción socialista y la tendencia mundial del progreso científico-técnico, tenemos que hacer avanzar con rapidez la ciencia y la técnica y dirigir nuestros ingentes esfuerzos al desarrollo de la agricultura, de industrias de carácter social, en donde se involucre también la mano de la tecnología venezolana, en la mecánica, la electrónica, la automatización para impulsar con eficacia la modernización y fundamentación científica de la economía nacional. En todas las ramas de la economía nacional deben registrar auges ininterrumpidos en la producción a través de un vigoroso movimiento de innovación técnica y lograr que la revolución bolivariana se consolide con el movimiento creador de las masas populares.

Con vistas a impulsar con éxito la construcción económica socialista es indispensable mejorar de modo sistemático la dirección económica y la administración de las empresas con carácter social.

Asimismo, tienen que estudiar con profundidad la política del Partido Socialista Unido de Venezuela y asimilar más conocimientos de administración económica para elevar de modo sistemático el nivel de administración empresarial en correspondencia con las leyes económicas objetivas y las exigencias de la realidad en desarrollo.

El Poder de nuestra República Bolivariana de Venezuela es un genuino poder al servicio del pueblo. Para cumplir con su honrosa misión como poder del pueblo debe aplicar de modo consecuente la democracia socialista en sus actividades.

Nuestra democracia socialista es la política de las propias masas populares que ocupan la posición de dueñas y cumplen el papel como tales y es una democracia superior que permite por igual la solución de las necesidades de su pueblo de modo satisfactorio. En nuestro país todas las personas, como genuinas protagonistas del Estado y de la sociedad, ejercen sus derechos en forma igualitaria e independiente y despliegan su inteligencia y talento creativos ayudándose y guiándose unas a otras con el espíritu de hermanos sobre la base del principio de "uno para todos y todos para uno".

Hoy día los imperialistas se refieren de forma escandalosa a la "democracia" haciendo mención de la "libertad" y los "derechos humanos", pero esto no pasa de ser un artificio. No puede existir igualdad entre la clase rica y privilegiada que disfruta de ilimitado poder y opulencia y las masas trabajadoras atormentadas por el desempleo y la miseria, ni se puede hablar de libertad y derechos humanos en los países imperialistas donde se fomentan las ideas reaccionarias y la ética y moral corruptas y se enseñorean los males sociales de toda índole. Los imperialistas son precisamente los promotores que convierten a las personas en esclavos del dinero, en "inválidos de espíritu" y en analfabetos políticos, y todas las manifestaciones de la realidad corrupta de la sociedad capitalista son productos de su política antipopular y antidemocrática. En los países imperialistas donde la ínfima minoría que representan las clases y sectores privilegiados monopoliza el poder del Estado y los medios de producción y la totalidad de los medios de difusión ideológica y cultural no puede existir la verdadera democracia que garantice a las masas populares la posición y el papel de protagonistas.

Para defender y poner en práctica el poder de las masas populares, hay que dar al traste con las maniobras antisocialistas que los imperialistas perpetran bajo el título de "democracia" y "defensa de los derechos humanos". El poder socialista al servicio del pueblo debe protegerlas, necesariamente, de las ideas y cultura corruptas que se introducen y defender de modo consecuente sus demandas por la independencia e intereses comunes contra toda forma de prácticas que atentan contra estos intereses y la causa del socialismo.

El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, deberá combatir con decisión las maniobras antipopulares y antisocialistas de los imperialistas y los enemigos del pueblo y dar amplio margen a la democracia socialista en todas las esferas de la vida social.

Esta democracia es garantizada por esta revolución bolivariana. Debemos consolidar y hacer avanzar sin cesar el socialismo para que acopie con mayor eficacia la facultad creadora de las masas populares en las esferas política, económica, educación y cultura.

Para consolidar esta revolución bolivariana, esta verdadera democracia es importante perfeccionar el sistema legal y vitalizar la legalidad socialista, es por esto la propuesta de reforma constitucional de los 33 artículos, echa por nuestro presidente Hugo Rafael Chávez Frías. Sobre la base de los éxitos alcanzados en la construcción de esta revolución bolivariana, debemos implantar las normas legales y los reglamentos y completarlos sistemáticamente de modo que se asegure con mayor eficiencia la democracia socialista, y orientar a todos los ciudadanos a observar de forma consciente las leyes venezolanas, con un claro concepto de legalidad. Para ejercer a plenitud la democracia socialista y manifestar en alto grado la superioridad del sistema socialista, es indispensable garantizar con rigor la dirección del Partido Socialista Unido de Venezuela, y llevar a la practica de modo consecuente la línea revolucionaria de masas.

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José Antonio Velásquez Montaño


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