Nuestro pueblo esta enfermo, ¿no lo vamos a sanar?

Las pasadas elecciones sobre la aprobación o no del proyecto de reforma a la Constitución de la república, nos dio mucha luz en torno al seguimiento que debemos hacer a nuestro proceso revolucionario.

De todo lo reflexionado, lo que si nos debe quedar claro, es la importancia de otorgar a nuestro pueblo la mayor suma de felicidad posible, que no se logra con el advenimiento de bienes materiales, sino con la presencia en nuestra cultura, de un componente imprescindible: la paz.

Nuestro país, no ha gozado de paz, desde hace algún tiempo, porque el gobierno nacional ha permitido que en nombre de la democracia y la libertad de expresión se le quite el derecho al pueblo de vivir en paz.

Todos sabemos que los medios de comunicación privados, nacionales e internacionales, han jugado un papel determinante para generar este clima de tensión en la población venezolana, que ha hecho de hombres, mujeres y niños, ciudadanos enfermos, de odio, de miedo, de inseguridades.

Y yo pregunto, ¿hasta cuando, hasta cuando se da libre albedrío a la proliferación de la maldad, para que reine, la incertidumbre la duda, y el terror?

No se puede tomar conciencia, con un modelo comunicación que te genere dudas, por la secuencia del mensaje, sobre aquello que crees verdadero, que crees beneficioso para ti. No se puede tomar conciencia en un ambiente de violencia, y desabastecimiento, donde te dicen a viva voz, antes había y ahora tienes que hacer fila, como en Cuba.

Nos quitaron hasta el papel higiénico, querían que utilizáramos periódicos, u hojas de los árboles. Y eso no lo analiza el gobierno, no presiente la crisis emocional de los venezolanos y venezolanas que día a día estamos sometidos a la matriz mediática oligarca, obediente del imperialismo, que quiere sacar a Chávez.

El modelo de consumo, inscrito, encajado en nuestra población, no acepta este sometimiento, no acepta esta esclavización, debemos entenderlo. La clase media venezolana, nació y creció en este proceso de integración consumista. Ellos, los apatridas nacionales, saben lo que hacen, ¿y nosotros?

No se puede tomar conciencia, sobre el proceso revolucionario, haciendo filas para comprar leche, y escuchando al opositor que esta al lado, en la radio, o en la TV, expresando: eso se lo debemos al macaco. El día del referéndum escuche por la radio, a un periodista que decía, ahora van a tener que darle al loco de Miraflores, una buena dosis de litio.

Hasta cuando se permite tanto irrespeto hacia el presidente, hacia los venezolanos y venezolanas que creemos en este nuevo amanecer bolivariano, pero sobretodo, irrespeto para todos los que vivimos en esta patria que la cuidamos, por ser originarios o porque la escogimos para vivir en el amor.

¿Cómo es posible, que los alimentos que se venden en Mercal, se consiguen en el mercado a precios mas elevados, o se los llevan a Colombia?, ¿Cómo permitimos que un supermercado siga funcionando, si acapara leche u otros rubros?, ¿Cómo permitimos que nos dejen sin los alimentos de la canasta básica?.

Porque estamos dejando que se nos vaya el sueño más lindo que tuvimos los revolucionarios de toda la vida. Nosotros los que estudiamos en la escuela del barrio, que vivimos sus penurias y gritábamos justicia social, nosotros los que estudiamos en la universidad y éramos perseguidos por esos, que hoy destruyen nuestro canto libertario en nombre de la democracia, nosotros, los que luchamos en la fábrica y vivimos la explotación. Nosotros con la ilusión en nuestra piel, que amamos la justicia, la igualdad, que sabemos de amor y de batallas, no podemos permitir que se diluya la esperanza, por falta de responsabilidad y sensibilidad hacia nuestro pueblo.

Nuestro pueblo esta enfermo, ¿quién lo curara?. Debemos salvarlo del monstruo opresor, generándole seguridad y amor, al romper las cadenas de la maldad de estos oligarcas insensibles o debemos seguir permitiendo, que la inestabilidad emocional reine y destruyan la revolución Bolivariana.

Que es más importante, la salud de nuestro pueblo o la desaprobación que harán los medios internacionales y los apátridas nacionales al tomar las medidas pertinentes. Hasta cuando seguimos atados a la voluntad del opresor, por Dios, seamos sensibles y solidarios con urgencia, dejemos de pensar que nuestro pueblo entiende todo, que no les cree a los opositores, que es fuerte y puede aguantar más. Noooooo

ABAJO CADENAS,

EXIGIMOS JUSTICIA,

EXIGIMOS LIBERTAD Y SALUD PARA NUESTRO PUEBLO ENFERMO.

LLEGO LA HORA DE LA VERDAD, NOS AMARRAMOS LOS PANTALONES Y LAS FALDAS O DEJAMOS QUE SE NOS CAIGA TODO. USTED PRESIDENTE Y SU GABINETE MINISTERIAL, USTED DEFENSOR DEL PUEBLO, USTEDES DIPUTADOS DE LA ASAMBLEA NACIONAL, TIENEN LA PALABRA Y LA ACCIÓN.


"ABANDONEMOS EL EGO, LOS APEGOS DE ESTA VIDA MATERIAL.ASI, NUESTRO CAMINAR, RESULTA MÁS SENCILLO, Y FLUIREMOS EN EL AMOR ".

carmenarelisc@yahoo.com


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Carmen Arelis Contreras Marquina


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