Algo mas sobre la iguasldad de géneros

A veces es hasta odioso, si se quiere, referirse a la igualdad de géneros, lo que pasa que al escribir de estas cosas existe la temeridad que a uno lo tilden de machista o al menos que no comparte tal paridad, todo ello, suena sospechoso de toda sospecha, o manipulador de toda manipulación; creo en el ascenso de la mujer y eso porque es histórica su minusvalía, creada interesadamente por mentes capitalistas o menos capitalistas enfermizas propugnadoras de la discriminación y de la necesaria interpretación errónea por demás de la incapacidad para mandar o gobernar que coadyuva de lo anterior, es decir al desprecio de la capacidad, aunque con el bien a cuestas se acuestan los santos al pedirle al señor que los perdonen en sus pecados originales.

Dicho esto, en particular creo que la mujer debe ganarse si lo podemos llamar así, su puesto en la sociedad, rechazo de plano que sea producto de concesiones especiales o la bendita repartición por excelencia diplomática o complacencia; uno de los elementos más importantes a considerar en estas circunstancias está en el entorno de lo social, el capitalismo ha generado porque es su esencia, la discriminación a través de la pobreza material que conlleva a la pobreza intelectual, eso por un lado, luego hay que poner en la balanza los “deberes” múltiples que atiende la mujer en la actualidad, dicho de otra manera, tres frentes se le abren a la mujer para asimilar su papel paritario en la sociedad, la presente relación obedece al suceso que como tal, se le ha presentado históricamente, nos referimos a los roles que la mujer presente ha heredado y las adquiridas digamos por el “modernismo” , más ahora por la propia tecnología.

Si me he explicado bien, continúo en razón del elemento que a nuestro juicio ha determinado cada uno de los roles que en el tiempo ha asumido la mujer, en primer lugar, el referido a su condición biológica para engendrar, más allá del hecho de ser madre, dedicada exclusivamente a criar, porque creo que este hecho es ajeno al primero en cuanto se ha demostrado que en una pareja esta circunstancia ha mejorado para no decir cambiado, independientemente que aún está en ciernes la asunción de esta responsabilidad, el hogar y su administración depende en buena medida de la mujer casada o madre soltera; en segundo lugar está la vocación del estudio que la prepare igual que al hombre para enfrentar los retos y el caso más relevante la que cumple los tres elementos al incorporarse a la lucha social, política o el ejercicio de una actividad itinerante.

Disculpen que hable en primera persona, mi madre inmigrante canaria, mi padre venezolano criado en las Islas Canarias, llegaron en el año 45, se instalaron y comenzaron a desarrollar una actividad propia de la época post guerra, producían dulces de todo tipo caseros, coquitos de fresa, chocolates, vainilla, polvorosas y fueron asimilando los criollos, mientras que mi papá los vendía con una cesta al cuello, el suscrito lo acompañaba casi siempre aún en mi pequeña edad; el caso es que mi madre realmente era una esclava de ello, el batido era a manos y brazos templados, no existía la licuadora o al menos en la casa no había llegado, recurrencia diaria de una actividad que postró a mi madre en un circulo interno y de la cual no escapó; la situación era a la sazón la circunstancia de muchas madres o de casi todas, dedicadas a su esposo, hogar e hijos, así ella murió con los músculos del brazo derecho totalmente endurecidos por el trabajo, sacrificaba todo por el todo, que era su única motivación de vida, no había más allá.

Es por ello, que más allá del género, lo importante es la reivindicación de la libertad de la mujer más que su selección en una que otra cosa impuesta por circunstancias de diferente tipo y connotación, el caso del verdadero establecimiento de una concepción del género parte ineluctablemente de la propia iniciativa femenina, de tal manera que la lucha social por erradicar la pobreza debe pasar en primer lugar por la participación activa de la mujer en su justa reivindicación, como paso previo dada la sociedad que tenemos, discriminatoria, disociativa, marginalista y coercitiva; cuyos resultados deben estar dirigidos a proporcionar las herramientas del saber y el conocimiento para su liberación de lo que denominamos “machismo sistémico”.

Como de todo hay en la viña del señor, existen otros no menos pormenores que de cierta manera coexisten en la mente de muchas mujeres y que en oportunidades atentan contra sus propios intersticios de género; nos referimos a la relación societal entre ellas mismas, lo que conlleva a la competencia no declarativa en pugna por la “sobrevivencia laboral”, en esto ocurre al igual que en el sector de varones inducidos por el sistema injusto y antihumanista capitalista.

Para concluir podemos decir que más allá de la igualdad de géneros se impone la defensa de los derechos humanos universales consagrados en nuestra Constitución Nacional y de la cual se deben recoger los progresos generales para todos los ciudadanos hombres y mujeres, esto, como motivo de lucha e inspiración para consagrar los derechos de todos y en lo particular dar el aldabonazo final para contrarrestar la tendencia infame a la discriminación y la desigualdad generados adrede por un sistema en cuyo seno yace la desigualdad porque es inherente a el, sobremanera el apartheid contra las mujeres.

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Rafael Febles F.

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

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