La paz interior y la revolución del espíritu

Llama mucho la atención la forma con que se comportan muchos desafectos al gobierno, personas que no convalidan los cambios que se producen en nuestra querida patria. Por lo general estos compañeros productos del terrorismo mediático viven usufructuando una esperanza que los inhibe de absorber la realidad.

Compañeros venezolanos victimas de la zozobra constante, sin norte definido, con facciones de inmensa insensatez, y culpando al gobierno de todo lo malo que les acontece. En días pasados charlaba con una amiga (oposición)n, y ella me comentaba lo difícil que es estudiar en Venezuela, no dude en mi respuesta y le mencione que la situación no es tan apremiante como en el pasado, hoy hay mas alternativas para nuestro jóvenes que en pasado, la lucha que hoy se libra para lograr la inclusión en la universidades “autónomas” es grande, revertir el proceso en el cual se ha excluido a los jóvenes de escasos recursos a cursar estudios universitarios.

Su respuesta fue de afirmación inmediata, aunque no terminaba la frase cuando de sus labios broto el “pero”. Tienes razón “pero” ha bajado el nivel cualitativo de la enseñanza, todos hoy pueden entrar en la universidad (las diferentes modalidades que hoy la revolución ha diseñado) “pero” fíjate que existe el filtro político. De inmediato pone el ejemplo de su hijo. Mi hijo estudia en la UNEFA, Ingeniería en Telecomunicaciones, y en el cuarto termino, lo cancelaron por que no dio una materia, basto que se enteraran de que “YO” no comulgo con esta revolución para que le rasparan una materia y fue cancelado. Al oír sus argumentos, la conversación, pague la cuenta y cambiamos de tema.

Ya solo me preguntaba como una persona puede vivir con tanto resentimiento, como puede llegar a alcanzar la felicidad, como encontrar la paz interior y con ella el equilibrio necesario que revolucione su espíritu y trascienda hacia la humildad y la solidaridad, ¿puede una persona vivir con un grado de infelicidad tan grande?

No puede, creo que una de las premisas fundamentales para el cambio, es precisamente buscar la paz interior y con ello revolucionar el espíritu, aquello que el presidente Chavez nos llama a hacer, SACUDIRSE EL ALMA.

Sacudirse el alma es procurar alimentar nuestra grandeza interior, profundizar en conciencia los cambios que hoy vivimos, nutrirnos de nuevos valores éticos y morales que contribuyan a formar ese nuevo modelo de hombre y mujer que clama la revolución, que nos permitan deslastrados de vicios materiales, y nos acerquen mas a lo humano, mas a la solidaridad. Enriquecernos de sabiduría espiritual. Que entendamos la revolución desde adentro del alma, en clara conjunción con nuestro desarrollo político, para ellos debemos cambiar primero nosotros mismos.

Lavarnos el despojo inmoral que por tantos años hemos vivido, enterrar el egoísmo que nos involuciona y no nos permite avanzar, llenarnos de amor por nosotros mismos y por el prójimo. Dios nuestro señor Jesucristo, era amor, un hombre que de acuerdo a la historia entrego su vida por salvarnos del pecado. A nueve años de revolución la pregunta no deja de estremecerme, cuando entiendo que la religión católica fue eso lo que precisamente me enseño, o pretendía enseñarme, amor a si mismo como hacia el prójimo. La hipocresía de los conductores de esa enseñanza católica (sin generalizar al clero) hoy nos adversa y son unos de los más fieles detractores de los cambios que vive nuestra revolución. Concluyo que ellos viven inmersos en los privilegios, la adoración e idolatría de un sistema (capitalista) que por demás inmoral ha contribuido a degenerar el mensaje de Jesucristo. La iglesia católica (el conciabulo y otros cuantos mas) es hoy sin lugar a dudas uno de los ejes de perturbación mediática, que contribuye con la disociación colectiva condicionando la paz interior y la revolución espiritual. El imperialismo norteamericano y la oligarquía criolla terminan de conformar esa trilogía maligna de perturbación social.

Debemos entender la revolución bolivariana como el fruto de cambios integrales, en lo espiritual, en lo humano, no pensar que la revolución sirve solo para satisfacer nuestras demandas materiales, de concebirla de esa manera la misma no tendría sustentabilidad en el tiempo. Coadyuvar a la suma de voluntades a través del fortalecimiento de nuestra conciencia (tarea del PSUV) y preparación ideológica, enterrar vicios que por mas de 40 años hemos arrastrado y asumir la vida como un nuevo axioma dialéctico.

Luchar en el desmontaje mediático que tanto daño emocional causa a quines nos adversan es fundamental, no pretender que todos se nos sumen, pero procurar hacer a la oposición que hoy vive esa locura colectiva en algo mas racional y dinámico en la revolución. Es justo y necesario.

NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE.

Patria, Socialismo o Muerte…
Venceremos.

http://chamosaurio.blogspot.com/


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Ricardo Abud

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en Union County College, NJ, USA.

 chamosaurio@gmail.com

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