¿Que debe hacer el nuevo hombre y la nueva mujer, en la revolución bolivariana?

Y esto es lo que hay que hacer; acordarse de que el trabajo es lo más importante. Perdónenme si insisto una y otra vez, pero es que sin trabajo no hay nada. Todas las riquezas del mundo, todos los valores que tiene la humanidad son nada más que trabajo acumulado. Sin eso no puede existir nada. Sin el trabajo extra que se da para crear más excedentes para nuevas fábricas, para nuevas instalaciones sociales el país no avanza. Y por más fuerte que sea nuestro gobierno bolivariano, estaremos siempre con un ritmo lento de crecimiento. Y hay que romper eso, romper con todos los viejos errores, manifestarlos a la luz pública, analizarlos en cada lugar y entonces corregirlos y sobre todo asegurémonos, que el fruto del trabajo sea de todos.

Quiero plantear en estas líneas camaradas, cuál es mi opinión, la visión de un humilde soldado de esta revolución, de lo que debe ser y debe hacer la nueva mujer y el nuevo hombre bolivariano, a ver si están de acuerdo conmigo. Yo creo que lo primero que debe caracterizar a la nueva mujer y al nuevo hombre bolivariano es el honor que siente por ser revolucionario bolivariano, ese honor que lo lleva a mostrar ante todo el mundo su condición de revolucionario bolivariano, que no lo vuelca en la clandestinidad, que no lo reduce a fórmulas sino que lo expresa en cada momento, que le sale del espíritu, que tiene interés en demostrarlo porque es su timbre de orgullo. Junto a eso, un gran sentido del deber, un sentido del deber con nuestra sociedad que estamos construyendo, con nuestros semejantes como seres humanos y con todos los hombres del mundo. Eso es algo que debe caracterizar a la nueva mujer y al nuevo hombre revolucionario bolivariano. Al lado de eso, su gran sensibilidad ante todos los problemas, su sensibilidad frente a la injusticia, su espíritu inconforme cada vez que surge algo que está mal, lo haya dicho quien lo haya dicho. Plantearse todo lo que no se entienda, discutir y pedir aclaración de lo que no esté claro, declararle la guerra al formalismo, a todos los tipos de formalismos. Estar siempre abiertos para recibir las nuevas experiencias, para conformar la gran experiencia de la humanidad que lleva muchos años avanzando por la senda del socialismo a las condiciones concretas de nuestro país, a las realidades que existen en esta gran patria de nuestra República Bolivariana de Venezuela, Y pensar todos y cada uno cómo ir cambiando la realidad, cómo ir mejorándola.

La nueva mujer y el nuevo hombre bolivariano, deben plantearse ser siempre los primeros en servirles a los demás, luchar por ser los primeros en ser el ejemplo para los demás, sentirse molesto cuando en algo se ocupa otro lugar, y luchar por mejorar. Claro que no todos pueden ser los primeros. Pero sí entre los primeros, en el grupo de vanguardia. Eso de ser ejemplo vivo, de ser el espejo donde se miren otros camaradas, de ser el ejemplo donde se puedan mirar los hombres y mujeres que han perdido su esperanza, que han perdido cierta fe en la vida y que frente al ejemplo reaccionan siempre bien. Esa es otra tarea de la nueva mujer y el nuevo hombre bolivariano. Junto a eso, un gran espíritu de sacrificio, no solamente para las jornadas heroicas sino para todo momento, sacrificarse para ayudar al compañero en las pequeñas tareas, para que cumpla su trabajo, para que pueda hacer sus deberes en el colegio, en el liceo, en la universidad, en el estudio, para que pueda mejorar de cualquier manera. Estar siempre atento a toda esta inmensa cantidad de personas necesitadas que nos rodea.

Es decir, hay algo que se plantea: la exigencia a toda mujer y hombre bolivariano es ser esencialmente humano, y ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano. Que purifique lo mejor del hombre y la mujer a través del trabajo, del estudio, del ejercicio de la solidaridad continuada con el pueblo y con todos los pueblos del mundo. Que se desarrolle al máximo la sensibilidad para sentirse angustiado ó angustiada cuando se asesine un hombre en otro rincón del mundo y para sentirse entusiasmado ó angustiada cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad.

La nueva mujer y el nuevo hombre bolivariano no pueden estar limitados por las fronteras de un territorio. La nueva mujer y el nuevo hombre bolivariano deben practicar el internacionalismo y sentirlo como cosa propia y acordarse y acordarnos nosotros, mujer y hombres bolivarianos y aspirantes al nuevo hombre y a la nueva mujer bolivariana aquí en Venezuela, que somos un ejemplo real y palpable para toda Nuestra América. Y más aún que para Nuestra América, para otros países del mundo que luchan también en otros continentes por su libertad, contra el colonialismo, contra el neocolonialismo, contra el imperialismo, contra todas las formas de opresión de los sistemas injustos. Acordarse siempre de que somos una antorcha encendida, de que nosotros todos somos el mismo espejo que cada uno de nosotros individualmente es para el pueblo venezolano, y somos ese espejo para que se miren en él los pueblos de América, los pueblos del mundo oprimido que luchan por su libertad. Y debemos ser dignos de ese ejemplo. Y en todo momento y a toda hora debemos ser dignos de ese ejemplo. Eso es lo que pienso que debe ser la nueva mujer y el nuevo hombre bolivariano.

Y si se nos dijera que somos unos locos, que somos unos idealistas inveterados, que estamos pensando en cosas imposibles y que no se puede lograr de la masa de un pueblo el que sea casi un arquetipo humano, nosotros le tenemos que contestar una y mil veces que sí, que sí se puede. Que estamos en lo cierto. Que todo el pueblo puede ir avanzando, ir liquidando las pequeñeces humanas como se han ido liquidando en la República bolivariana de Venezuela en estos nueve (09) años de revolución bolivariana, ir perfeccionándose como nos perfeccionamos todos día a día, liquidando intransigentemente a todos aquellos que se quedan atrás, que no son capaces de marchar al ritmo a que marcha nuestro máximo líder Hugo Rafael Chávez Frías. Y tiene que ser así, y debe ser así y será así, camaradas.

Será así porque nosotros la nueva mujer y el nuevo hombre bolivariano somos, creadores de la nueva sociedad, la sociedad perfecta, seres humanos destinados a vivir en un mundo nuevo, donde todo lo caduco, todo lo viejo, todo lo que represente la sociedad capitalista habrá desaparecido. Para alcanzar eso, hay que trabajar todos los días, trabajar en el sentido interno de perfeccionarse, de aumentar los conocimientos, de aumentar la comprensión del mundo que nos rodea, de inquirir y averiguar, y conocer bien el porqué de las cosas y el de plantearse siempre los grandes problemas de la humanidad como problemas propios.

Así, en un momento dado, en un día cualquiera de los años que vienen, después de pasar muchos sacrificios, sí, después de habernos visto al borde de la desaparición de la democracia el 11-A, después de haber visto el asesinato de camaradas en la matanza del 11-A, tenemos que reconstruir lo que destruyeron; al fin de todo eso, un día cualquiera, casi sin darnos cuenta, habremos creado junto con los otros pueblos del mundo la sociedad SOCIALISTA, nuestro ideal.

Patria Socialismo ó Muerte Venceremos.

articulojoseantonio@hotmail.com


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José Antonio Velásquez Montaño


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