Por optimista, por creer en esta Revolución Bolivariana, porque humildemente no mido a fondo el miedo y el odio que despierto entre los burócratas “revolucionarios” con mis artículos, porque confió demasiado en mi pueblo, en nuestro máximo y único líder Hugo Rafael Chávez Frías, a quien nunca traicionare y dejare solo, como lo han hecho los dirigentes que dicen llamarse “revolucionarios” y le han dado la espalda a su pueblo bolivariano, lanzándolo a un terreno hostil, haciéndolo retroceder al pasado, en pocas palabras aniquilándolo.
He dicho en muchas oportunidades, que nuestro máximo y único líder Hugo Rafael Chávez Frías, no es un teórico aunque hace teoría a partir de la acción y de su experiencia política. Si se ha desilusionado al conocer los saltos de talanquera que han dado muchos personajes, que no vale la pena mencionar; y a los que le había dado su confianza, simplemente porque había tenido previamente ilusiones en ellos; recibiendo una traición por el desconocimiento del carácter social de aquéllos que brincaron la talanquera. Buena parte de los errores políticos cometido por nuestro máximo y único líder Hugo Rafael Chávez Frías, es por no oír a su pueblo. Mucho ojo con esto (el aumento de pasaje aparecido en Gaceta Oficial, la promulgación de la Ley de Inteligencia y Contra-inteligencia, nunca habían pasado por las manos de nuestro comandante presidente, cuando pasaron, pa´tras) hay personas que se están tomando atribuciones que no le corresponden, y están poniendo a pelear al mismísimo pueblo.
En nuestra revolucionaria Republica Bolivariana de Venezuela, podemos construir el Hombre Nuevo. Tenemos que estar conciente de la existencia hoy en día en nuestra revolución de decenas de millares de lumpens, contrarrevolucionarios, jineteras y prostitutas, drogadictos y burócratas corruptos, a 10 años de la victoria de la revolución bolivariana en 1998, así como una capa mañosa de capitalistas salida de la cuarta republica enquistados en nuestra revolución, así como el curso procapitalista que siguen “dirigentes” que demuestran lo contrario, a lo que persigue la revolución bolivariana.
La conquista del aparato estatal es sólo el primer paso: la construcción del poder popular instaurando plenamente la democracia y luchando largamente por construir una nueva subjetividad basada en la solidaridad, la fraternidad, la supresión de privilegios es sin duda un proceso largo pero da bases más sólidas para influir sobre los oprimidos y explotados a nivel mundial, y ayudar así al surgimiento de nuevas revoluciones socialistas. Si el capitalismo es mundial y está mundializado, el socialismo, su superación, sólo será posible -si llegase a serlo- a escala mundial, en un largo proceso en el que se destruya el poder del imperialismo en grandes conflictos y, al mismo tiempo, se eleve el nivel de conciencia de las víctimas del capitalismo en los países más desarrollados para que la reconstrucción de la economía socialista y de las relaciones sociales y del ambiente, fuertemente dañadas por el proceso de revoluciones y guerras contrarrevolucionarias, pueda abreviarse al construirse las bases culturales y técnicas para eliminar la miseria y convertir a cada víctima de hoy en un sujeto consciente de su propio destino.
Tenemos que pensar también que es posible combatir el burocratismo y el egoísmo recurriendo esencialmente a estímulos morales y llamados a edificar la nueva sociedad sobre bases éticas. Pero el ser humano ni es bueno ni es malo: es ambas cosas a la vez. Centenares de millares de años de historia de la especie humana han formado a la vez la convicción de que la sociedad es indispensable, de que el individuo aislado es un ser desvalido y no llega ni a hablar ni a pensar por su propia cuenta, y de que somos seres con pasiones animales (celos, voluntad de posesión, ira, odio, etc.) que nos oponen a los demás. Sólo una acción consciente y consecuente por ampliar y profundizar las relaciones nacidas de la civilización sobre los instintos propios de la barbarie podría modificar al ser humano. "La libertad es la necesidad hecha conciencia" o sea el control y la reorientación de los instintos egoístas y la construcción paciente de otros opuestos, solidarios, fraternos. Eso no lo hace el mercado, que opone a unos y otros y apela al egoísmo ciego y sin norma alguna. Tampoco lo hace una casta de sacerdotes privilegiados, religiosos o laicos, organizados en Iglesias, sectas o partidos, siempre hipócritas en su llamado a la igualdad y siempre paternalistas, castradores de la independencia total de quienes son los únicos sujetos posibles del socialismo, es decir, los explotados y oprimidos, que para ser libres se deben organizar, expresar, Movilizar, equivocar, corregir el rumbo, avanzar, en primera persona, rectamente, sin Salvadores ni intermediarios.
La burocracia tiene su base material en la escasez y el atraso cultural y material, que la justifica, la protege de sus victimas y le garantizan sus privilegios. Y tiene su base psicológica en una insuficiente autoestima de las clases que la mantienen y en la dominación ideológica Senaria de los sacerdotes y los letrados. En nuestros países, además, el Caudillo no es una invención sino el resultado de la fragmentación del saber, de la separación enorme que existe entre trabajo manual e intelectual y de la influencia secular negativa de la Iglesia católica que sostuvo antaño a los reyes por derecho divino y es altamente jerárquica y jerarquizadora pues hunde al individuo y su libre albedrío en la comunidad de los fieles dirigida como un rebaño por sus pastores.
Por lo tanto, debe haber una lucha ideológica contra la base de los privilegios y de la burocracia, quienes no estén de acuerdo con esas prácticas antivalores deberían rebatirlas. Apliquemos de una vez por todas las 3R, y depuremos a esta revolución de personas que le hacen mucho daño; y así garantizar las libertades democráticas en esta revolución bolivariana.
Patria Socialismo ó Muerte Venceremos.
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