Pienso que la vida sin un compromiso de esos irrevocables no vale la pena vivirla. Pienso que al amor hay que apostarle la vida entera sin restricciones y sin reservas. El camino del socialismo ha de vivirse en clave de compromiso completo porque una de las grandes fallas de nuestro tiempo es ese miedo a lo definitivo, como si nos costara botar la ropa y sumergirnos desnudos, sin planes de huida, sin cálculos de reserva, siempre viendo de reojo el bulto con la ropa en la orilla, por si acaso. Esa indecisión ante las decisiones de vida, ese comprometerse pero no del todo termina por anticipar la espantada ante los primeros contratiempos o fracasos y siempre habrá fracasos a lo largo del camino.
Revolucionarios que se jueguen la vida a la Rosalinda de la utopía, que quemen las naves para no tener posibilidad de retorno son los necesarios para transformar la historia. No estoy seguro de que un amor con reservas sea el verdadero amor. "Revolucionario para siempre" termina siendo una pesada carga para muchos y alienta de alguna forma el abandono, la entrega al "dulce encanto de la vida burguesa". Creo que ser socialista y elegir un modo de vida digna en medio de una luminosa igualdad no puede ser vivido como una carga. Uno puede fracasar en el intento, eso es cierto, pero ¿habrá mayor fracaso que lanzarse a la aventura atado por condicionamientos?
Me preocupa la maraña de condicionamientos que colocan a su entrega buena parte de los cuadros socialistas. Preocupa aún más cuando se percibe que estos artilugios son asumidos como signo de inteligencia. Hay muchas cosas relativas en la vida, la mayoría lo son, pero hay otras que sólo admiten el compromiso con vocación de indisolubilidad. Son pocas pero son contundentes como el sol. Una de ellas es el amor y, por tanto, el socialismo. Es una realidad permanente, es amor elegido, es amor total o no existe tal compromiso. Estoy seguro de que el compromiso revolucionario o es entero o no es. Un compromiso relativizado es un compromiso podrido. Patria y Socialismo…o muerte es más…mucho más que una consigna.
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