Cinco elementos inciden en la generación de la nueva coyuntura que modifica
la situación política que venía desarrollándose desde inicios de este año.
Elementos determinantes para estimular la aceleración del proceso de cambio
y tomar de manera cierta y sin vacilaciones la ruta del Socialismo del Siglo
XXI. Me refiero a: (i) la comprobación del intento de golpe de estado; (ii)
la revisión y paralización de la relaciones políticas y diplomáticas con
EE.UU; (iii) la demostración de la fuerza popular que respalda a la
revolución; (iv) la velocidad de la movilización del pueblo organizado; y,
(v) la conciencia puesta de manifiesto por la Fuerza Armada Bolivariana. A
estos elementos los calificaré, para efectos de los análisis didácticos que
debemos exponer al colectivo nacional, factores intervinientes.
La caída que produjo el 2D en la curva ascendente de avance de la
Revolución, se comienza a recuperar como consecuencia de estos factores
intervinientes. Hecho que nos lleva a sostener que si sabemos orientar su
significado por la vía del análisis, la enseñanza y la investigación; y
demostrar además la fortaleza de la fuerza social del Proceso
Revolucionario, digo si lo hacemos con dominio conceptual teórico-práctico,
la coyuntura del 23/11 verá sus resultados en dos fundamentales direcciones:
(a) obtener la victoria aplastante sobe las fuerzas contrarrevolucionarias,
y (b) fraguar el momento que marca el punto de la nueva aceleración que va a
producir la intencionalidad consciente del cambio estructural.
Los factores intervinientes, éstos incubados el 11/09, le dan marcha libre a
la energía morfogenética del revolucionario; es decir, a esa fuerza integral
del individuo que une razón, alma y corazón para vencer todas las
resistencias y adversidades que se opongan a la revolución. Como
consecuencia de su aparición espontánea, los factores intervinientes
viabilizan la dirección que debe tomar el Proceso a partir del 23/11, que
será definitivamente de ocupación de espacios por parte de acciones
estructuralmente socialistas. Cito entonces, como una aproximación a lo que
será la nueva cara de la Revolución después de las elecciones regionales,
tres áreas de acción que debemos tomar como indispensables para solidificar
y profundizar el Proceso Revolucionario. Me refiero a: (i) la conversión de
las Alcaldías --reformistas hoy en día-- en vocerías populares del
municipio, cuya razón existencial será principalmente: (aa) el fomento de la
organización de la comunas socialistas, (bb) la preparación de las
comunidades y sus consejos comunales para la práctica del autogobierno, y
(cc) la formación técnico-científica de los miembros de las comunas para el
desarrollo de nuevas tecnologías y su dominio; (ii) la implantación de
programas culturales que rompan con la alienación del consumo y se orienten
a internalizar hábitos, valores y costumbres bajo la interpretación
socialista del mundo y la vida. Esto pasa por elevar la importancia de los
medios alternativos y apoyar su acción suministrándole la logística que hoy
en día se destina a los medios contrarrevolucionarios; (iii) profundizar la
conciencia del significado de las relaciones de producción socialistas por
la vía de la formación ideológica. Partimos que solo la conciencia puede
determinar el nuevo rol de la producción en las comunas y en la nueva
sociedad socialista del futuro inmediato.
El nuevo rostro de la Revolución lo tiene el poder popular. Los factores
intervinientes son su consecuencia. izarraw@cantv.net
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