Es un hecho
real que la historia no debe observarse, estudiarse o catalogarse de
manera unilineal, esto debido a que el contenido o hecho social bajo
ninguna circunstancia es repetible, además cada hecho social es único
y trascendente por sus propias características y alcances, los participantes
en particular reúnen condiciones propias del hecho mismo ya sea en
objetivos y metas, herramientas y sobremanera la situación de la realidad
circundante.
Dicho esto,
entonces, podemos afirmar que lo ocurrido en Venezuela desde 1989 hasta
la fecha solo tiene un hilo conductor que trasciende luchas anteriores
y las rescata si se quiere del olvido involuntario y en ocasiones voluntarios;
la continuidad de la lucha política independentista que le dio a Venezuela
el nombre de República, no puede verse sino como el inicio de otros
parámetros de independencia, lamentablemente lo que se inició a partir
de la lucha de nuestros libertadores se vio varias interrumpido por
la entrega y la ignominia con episodios vencidos de rescate de esos
valores patrios como lo de Ezequiel Zamora y Antonio Guzmán Blanco;
lo demás entrega tras entrega, de la tutela española pasamos en el
tiempo a la tutela del imperio norteamericano.
El héroe anónimo
entra en escena en el año 1989 con el levantamiento popular, espontáneo
y sin dirección política alguna, sólo hay que calificarlo como la
reacción al hastío y cansancio de las masas populares en contra de
un régimen que desde 1958 dio al traste con las esperanzas que efectivamente
existieron a la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, apuntalado
por medidas antipopulares del gobierno de turno bajo un plan neoliberal
que catapultaba la exclusión social de los más débiles económica
y socialmente hablando.
Podemos decir
que en esa fecha comienza el rescate de la dignidad de pueblo y el abrir
de la compuerta de la inconformidad social; ahora debemos analizar que
pasó a partir de esa fecha y que influencia tuvo para el ascenso al
poder del bolivarianismo encarnado en el hoy líder y presidente, nos
quedaríamos cortos si atribuimos tal circunstancia al discurso y obviasemos
el contexto general, con lo cual estaríamos haciéndole un flaco servicio
al contenido del proceso y a la aprehensión del pueblo, podemos decir
que, el liderazgo estuvo a la altura de los requerimientos del momento
para lo que en mente y cuerpo se cocinaba y que cristalizó en el triunfo
electoral de 1998, el vacío perpetrado por la cuarta república de
alejamiento de las necesidades populares, fue si se quiere el elemento
fundamental que abrió mentes y corazones al pueblo que se vio en su
propio espejo y dijo al unísono ya basta.
Todo lo dicho
anteriormente, nos sirve para evaluar lo que ha ocurrido desde 1958
hasta la presente fecha, sin dejar de lado la voluntad del pueblo para
que en grado de corresponsabilidad asuma el protagonismo apuntalado
por el voto popular de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela que fijó el rumbo de la patria nueva.
De tal manera
que del héroe anónimo al líder de la Revolución Bolivariana solo
hay una línea de acción considerando los alcances y logros que se
han obtenido a lo largo de los caso diez años de gobierno bolivariano,
con medidas que efectivamente han significado un avance en las luchas
por la inclusión social y un mejor nivel de vida de la población,
demostrado no solo en cifras sino en hechos concretos, cada vez más,
apegados a la propuesta de un mejor sistema de organización social
como lo es el socialismo creador que debemos inventar cada día.
La historia
definitivamente no es ni puede ser unilineal, lo que si es verdad, es
la fuerza del pueblo cuyo origen debemos ubicarlo en aquellos
años cercanos a 1910 que abrieron el camino a la independencia política,
hubo de pasar mucho tiempo para rescatar el poder popular y los designios
de una patria libre y soberana en lo político, lo económico y lo social
y esto se ha dado desde 1989 hasta la fecha. Ahora bien, la tarea emprendida,
ya conocemos no ha sido ni será fácil, sólo la voluntad del pueblo
la hará imperecedera y eterna, en la medida que sepamos construir de
buena manera la patria definitiva, a tales efectos es indispensable
la unidad, la corrección, la rectificación y reimpulso que estamos
seguros propendrán a la consolidación del proceso, de manera particular
y definitiva luego de las elecciones del próximo 23 de noviembre de
2008.
Es por ello que, lo que se haga a partir de ahora contribuirá a unir en un lazo interminable las ideas libertarias de la independencia con lo que se ha adelantado y lo que debe hacerse en este proceso que se encara en la profundización y creación del socialismo que queremos en correspondencia con el socialismo posible dentro del espectro de avanzar en el concierto de naciones y la constitución del mundo pluripolar.