Diálogo i Revolución

III

Finalicé el artículo anterior refiriéndome a los grandes fracasos del diálogo, como sucedió con el realizado entre Hitler i el “ingenuo” Canciller inglés Lord Chamberlain antes de la Segunda Guerra Mundial, i por otro lado, la referencia también según Leopardi, al diálogo del médico holandés Federico Ruysch con sus momias preparadas o conservadas por ciertas inyecciones de sustancias especiales i misteriosas. Parece que entre las experiencias logradas, fue la de encontrar a las momias bailando, cantando i hablando entre ellas, según dijeron durante un lapso concedido (tal vez por Dios o la naturaleza biológica i misteriosa) de un cuarto de hora, 15 breves minutos. Cuando Ruysche les preguntaba por lo que habían sentido después de morir el cuerpo, le confesaron que fue algo mejor que el padecer, puesto que la destrucción del cuerpo no les produjo dolores; al contrario, desaparecieron todos los dolores posibles; pero cuando pasó a interrogarles sobre la experiencia de la separación del alma e intentaban empezar a responder, terminó el cuarto de hora i no pudo saber más nada. Esto, que puede aplicarse a muchas otras facetas de la vida del hombre, se me ocurre que es aplicable a las momias de nuestra envejecida o caduca oposición conformada por los viudos i viudas de la IV República, o mejor de la Dictadura de Partidos durante 40 años, con quienes ya pasó el cuarto de hora para escucharlos, porque dejaron una historia más que reprochable, terrible, i porque pertenecen a unas ideas superadas i a un sistema capitalista que es antagónico a un socialismo humanitario que respeta la dignidad de los pueblos i sus derechos humanos. En esta momias, en cambio, los dolores de haber perdido el poder, los privilegios, las mil formas de robar del erario, mentir i engañar, los mantiene feroces i agresivos, i hasta como seguir enriqueciéndose, como sucede con Luis Giusti, Calderón Berti, Juan Fernández i Quiroz Corradi, denunciados por una escritora en APORREA, infiltrados en una supuesta filial de PDVSA. Las fórmulas del Dr. Ruysche no las tenemos pues están perdidas, i en cuanto al alma, parece que no tienen conciencia de ella. Tienen muchas horas todavía para hablar, proyectar i proponer, pero el cerebro no les ayuda. En consecuencia, momias i todo, engañan a una porción minoritaria i esclava del pueblo, a jóvenes analfabetos culturales o de sangre azul hereditaria, i sobre todo a una oligarquía rancia e inculta, i no encuentran solución democrática, civilizada i humanitaria alguna, sino conspirar, desestabilizar, entregar el alma al diablo (el imperio) i recurrir a la violencia de un golpe de estado o un magnicidio. ¿Con quiénes, entonces, dialogar?

Sin embargo, pese a este cementerio político, convencido hasta cristianamente sincero de que, ha sido elegido para gobernar a los aproximados 27 ó 28 millones de venezolanos, según las pautas de una Constitución Bolivariana, el presidente al inicio de su gestión les propuso dialogar; cuando volvió del secuestro en el Golpe de Estado del año 2002 o cuando lo cuidaron “plenos de buenas intenciones”, regresó sin odios, con un crucifijo en las manos e igualmente los llamó a dialogar. Posteriormente nombró una personalidad encargada de eso i se creó una mesa para el mismo propósito de dialogar, hasta con colados o infiltrados como en nefasto Teodoro Petkof. A nada respondieron; su política era pregonar el odio, la rabia irracional i el desprecio hasta con matices de racismo, contra el presidente Chávez i no ver -hasta tapándose los ojos i cerrando los oídos como dice Monteskiú Rosales- para no ver cuanta obra valiosa ha realizado en escasos siete años (aunque hayan transcurrido 10) pues por lo menos tres años se perdieron con la conspiración, el golpe, los paros i guarimbas o cacerolazos i especialmente con el Paro Petrolero que, además produjo la más grandiosa pérdida económica al país, o mejor, a la nación. Un gobierno planificado para sacar a Venezuela de la pobreza en la que había sido sumergida i cumplir la metas del milenio propuestas internacionalmente (recuerden que Carlos Andrés Pérez en los días del 27 de febrero cuando el Caracazo, expresó que era un país que había agotado sus reservas internacionales i por ello debían entregarlo al FMI con el “paquetazo” de Paquetico Rodríguez, el bandido que muchos han olvidado de inculpar). Allí, como razonablemente dice Chávez, se inició efectivamente esta revolución, bautizada con sangre por la IV Republica, pero que, desde su llegada a la presidencia ha sido absolutamente pacífica. En diez años de guerra mediática sin descanso; desleal a la patria por traiciones i entreguista al imperio, el Presidente Chávez jamás ni ha intentado suspender las garantías constitucionales; en diez año no ha habido presos políticos, sino políticos presos por delincuentes; en diez años han abundado las traiciones i disidencias, puramente por pasiones humanas e intereses de dinero; en diez año, un número grande de Misiones han cambiado radicalmente la vida nacional i elevado la calidad de vida, de modo que hasta en el Libro de Records de Guinness, aparecimos como el pueblo más feliz, naturalmente excepto una oposición rencorosa que, parecen reflexionar la realidad, a la manera de esa periodista de bella presencia pero de alma carcomida por el odio i el rencor irracional, que se llama Carla Angola, o un desquiciado como Miguelito Rodríguez, para citar dos ejemplos de los que existen muchos i a la vez pocos, para la población de esta patria hermosa que nos legó el Libertador.

Si alguna cosa ha sido positiva, por no decir extraordinaria, en nuestro primer presidente de verdad, es en establecer relaciones humanas, en conquistar afectos i admiración en otros países del mundo, en establecer relaciones diplomáticas i comerciales por lo menos en 4 de los cinco continentes del planeta, en reivindicar los derechos internacionales de muchos pueblos olvidados i despertar entusiasmos sinceros por la libertad i la soberanía de los pueblos, en la juventud, el estudiantado i hasta en los adolescente i niños, en todo el orbe. Venezuela hoi, es un país de vanguardia en el mundo i llegará a ser como aspiramos todos los socialistas i revolucionarios, una potencia en lo cultural, artístico, científico i deportivo. Desde hace apenas 10 años, Venezuela nació para la gran mayoría de los países de la Tierra. Antes, era una parcelita del patio trasero del Imperio del Norte, donde muchos no sabían si pertenecíamos al África o Asia, o que éramos la patria de Casrrasquelito o Luis Aparicio. Chávez ha mantenido buenas relaciones i dialoga a cada rato, hasta con el vecino maligno de Uribe Vélez, incomodando a muchos como a Gloria Gaitán (que tiene un artículo estupendo sobre el “alias Gaitán”) cuando comentó estaba bien que lo calificara de amigo, pero nunca para darle un abrazo como hermano, i Chávez lo ha hecho con absoluta sinceridad. Chávez ha soportado con nobleza, hasta traiciones como las de Miquilena, Baduel o el Cardenal Urosa Sabino; Chávez a veces me incomoda hasta por su bondad desmedida i por eso en ocasiones le recuerdo los tiempos de la Comuna de París. Menos mal que a los pequeños i mediocres detractores o traidores, les aplica el latinazo aquila non capit muscas (el águila no caza moscas) porque no alcanzaría el tiempo para leer siquiera tantas barbaridades o sandeces. I lo que más me entusiasma de Chávez, a quien escuché desde el inicio de su primera campaña electoral, es que comparte conmigo i con muchísimos venezolanos de excepción, una admiración por Bolívar que casi llega al culto. Medita i aplica sus geniales enseñanzas, así le duela al mediocre escritor Manuel Caballero, el antibolivariano. A pesar de mi buena biblioteca bolivariana, confieso que el presidente me ha enseñado mucho i he buscado i descubierto muchas facetas del héroe que desconocía o había olvidado; he aprendido mucho igualmente de héroes contemporáneos como Fidel Castro o Ernesto Che Guevara, tal como este último decía respecto al primero, refiriéndose a cosas del pueblo o la revolución; “”Maestro en ello es Fidel, cuyo particular modo de integración con el pueblo solo puede apreciarse viéndolo actuar”. I lo mismo podemos decir de Hugo Chávez Frías, pues jamás habíase visto antes en Venezuela, mayor integración, mayor fervor o amor de un pueblo, por un líder que lo comprende, ama i defiende. Por eso arrastra multitudes i es querido i admirado a escala latinoamericana o mundial. Eso no se finge ni se compra. A Carla Angola, lo confesó i repitió varias veces, no le dolió tanto la pérdida del NO pese al magistral argumento o razonamiento “NO es NO”, sino el ver al pueblo venezolano entusiasmado, conmovido, admirado, frente al balcón o ventana del Palacio de Miraflores, dando vivas i muestras de alegría por el triunfo del SI i naturalmente de Chávez. Hizo catarsis; se le salió gran parte de veneno espiritual que la enferma, aunque posiblemente es cristiana, oye misa i hasta engulle el cuerpo de Cristo. I cuando digo lo de que esas cosas no se fingen (como tampoco finge el odio irracional Carla) es porque la mediocre oposición, o comparsa de mediocres porque los del mismo pelo de juntan, es que atribuían los éxitos del presidente a una chequera petrolera. Una calumnia de los mismos que regalaban el petróleo al imperio, con pruebas a la mano. Por eso tal vez, la noticia de que en una ciudad de Libia, nominaron a un gran estadio de fútbol con el nombre de presidente venezolano, debe ser porque compró al estadio o al gobierno. ¿No se acuerdan de la fábula del Asno de Buridan? No olvidemos, pues, esto es una revolución indetenible i no puede transigir ni con capitalismo, ni con estupideces ni con fanatismos religiosos. La momias, recuerden también ¡No volverán! Patria, socialismo o muerte. ¡Venceremos!



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Roberto Jiménez Maggiolo


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