Aunque Chirino, claro, no necesita saltarla porque siempre ha estado del otro lado. Lo que pasa es que quienes le hacen comparsa juegan al alé limón, “alé limón, alé limón, el puente está caído”, y tratan de tender ese puente hasta el otro lado para que nos coja a todos como el 11-A, con el lazo del verdugo empresarial bien anudado al cuello. De eso trata también el asunto de tender puentes (en verdad puras cuerdas flojas) para que a la final nos vayamos al carajo.
Orlando Chirino es de los más arrechos revolucionarios que tiene el movimiento obrero nacional, y por eso va a RCTV a empatizar sus ideas con un asqueroso como Granielito. Por eso voto NO junto con la oposición en el referendo en el que se debatía el tema de la reforma constitucional. Por eso, otra vez, va y se cuadra con esa misma oposición en el debate sobre referendo para la Enmienda porque él no está dispuesto a perder las conquistas que aquí se habían logrado durante la IV república. Por eso mismo él sostiene que la CTV durante la IV representó uno de los grandes bastiones de lucha de la clase obrera venezolana. Por eso hoy es adorado por el Matacuras, por Américo Martín y el propio espoletero de AD, Ramos Allup. Que dios lo guarde.
Qué titán de titanes, este hombre a quien Trotsky le queda tan enano, cursi y miserable. Qué portento de gruesa y espesa contextura radical que roza con todos los extremos de la extremidad inferior de la suprema batalla sindical. Digno de Miguel Ángel, digno de sus pares que ahora mueven a los sindicatos (podridos y vendidos al viejo sistema del capitalismo) en la nueva arremetida de la ultra-derecha para este año 2009. Ya no se trata del maletín de Antonini, ni de la computadora de Reyes, ni de los terroristas iraníes, ni del negocio vil de la violencia paramilitar ni de los auto-atentados, el fulano y monocorde pavor del robo a la propiedad privada, el secuestro de hijos por parte del Estado o del antisemitismo del dictador Chávez. NO. Mil Veces NO.
Ahora los nuevos esperpentos de la guerra contra Venezuela entran en el juego de los espejos de las pantallas con la horrible guerra de los sindicatos podridos adecos y copeyanos que son los únicos verdaderamente existen en Venezuela. Ya FAPUV aceita sus lenguas y sus vencidas dendritas para farfullar por Globovisión proclamando que los profesores universitarios (dignos de un genio como Nixon Moreno) se están muriendo de hambre. Anuncian una atroz huelga de cerebros caídos (como si alguna vez los hubiesen usado o tenido). Ya el gremio que agrupa a los colegios católicos se apresta para ofrecer sus lenguas y sus coces para aullar al lado del palangre empresarial. Ya los medios internacionales, todos a una, con sus estremecedores titulares anuncian la peste huelgaria que acabará con el Regalón del perverso y criminal tirano de Chávez. Aliados al fulano nuevo Lech Walesa venezolano de Orlando Chirino, pone su granote de arena, chillando como hienas, El Nuevo Herald de Miami con un titular escalofriante: “Chávez en apuros por reclamos de trabajadores”. Globovisión y RCTV han estado poniendo por las nubes a nuestro eterno Lech Walesa Chirino, quien no lava pero que sí presta mucho la batea.
Como no saben qué hacer para que Venezuela una vez por todas muestre signos de crisis financiera y de estremecimiento social CNN y El Nuevo Herald anuncian que el agravamiento de la crisis financiera internacional ha impactado significativamente los ingresos de Venezuela, y está precipitando las dificultades económicas para el gobierno de Hugo Chávez “mucho antes de lo previsto, una coyuntura que tiende a agravarse en medio de crecientes presiones de trabajadores y sindicatos, que están exigiendo mayores aumentos salariales.” La CIA, amigos, trabajando a millón.
Y añaden estos medios del palangre empresarial: "Los sindicatos en sectores claves como el petrolero, energía eléctrica, industrias de hierro y aluminio, de salud y transporte, están elevando su voz de protesta por la paralización en la firma de contratos colectivos." Chirino coincide perfectamente con Froilán Barrios, en que hay que hacerle la guerra al gobierno para luego instaurar aquí una verdadera dictadura del proletariado con Antonio Ledezma o Julio Borges a la cabeza. Así está la vaina.
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