¿Propietarios Privados, o Acaparadores?

Es un hecho ahistórico que desde el momento mismo cuando el hombre tomó
para sí del exterior el primer elemento alimentario o vestuario se hizo,
por así decirlo, propietario privado.

Todos los frutos de su recolecta, de su caza, de su pesca y modernamente
todos los bienes satisfactorios de necesidades básicas y suntuarias que
puede adquirir un asalariado convierten a sus tenedores y compradores en
propietarios privados.

Y eso no requiere mayores análisis ni disquisiciones ni muchísimo menos
largos y tediosos razonamientos logicofilosóficos de ninguna ideología
"idealista" ni materialista. Es la propiedad privada simple, natural e
incuestionablemente merecedora del más absoluto respeto por parte de los
demás y de todo tipo de gobierno. Es la propiedad privada del trabajador en
funciones y/o del comparador con capacidad solvente.

No obstante, históricamente se habla de propiedad privada esclavista, p.p.
feudal, p.p. comunal, capitalista, socialista y hasta de la hipotética y
anteproyectada propiedad comunista. Con estas denominaciones se alude
exclusivamente a la propiedad de los llamados Medios de Producción, como
bienes intermedios elaborados por el hombre, y a la tierra, minas y demás
recursos naturales prefabricados por la Naturaleza.

Esa distinción entre bienes de consumo y bienes de producción es técnica, en
principio, pero se convierte en una discriminación social cuando sean unos
cuantos hombres quienes constituidos en clase social (burgocapitalista)
ejerzan la propiedad privada de ambos tipos de bienes, los de consumo y
producción, al punto de convertir esa Propiedad Privada en fuente de lucro
para así evadir el trabajo, y dejar este por cuenta de la otra clase social
(proletariado) o asalariados, quienes, en condiciones burguesas , no
tiene propiedad privada alguna sino la del salario que canjeará por los
bienes de consumo que les permitan subsistir para seguir produciendo con
sus manos y cerebros las mercancías sobre las que no tiene propiedad alguna
debido a que sencillamente no tiene propiedad privada sobre las meterías
primas ni sobre las afines intervinientes en su elaboración ni en el resto
de los medios de trabajo y producción.

Y hasta allí es tejida todo ese paquete legislativo que rige desde hace
cientos de años sobre la cacareada Propiedad Privada. Es que la PP es una
de las banderas políticas más esgrimidas cuando políticamente los
asalariados y sus representante asoman cualquier posibilidad de regulación,
supresión parcial o total de este mecanismo económico mediante el cual
unos parásitos humanos de cada país, de cada región, de cada rincón de la
tierra habitada, viven a todo dar, mandan al resto del mundo, disponen de
las fuentes de trabajo, de las vidas de las demás personas, de su
estancamiento o prosperidad, abren o cierran empresas, estimulan o colapsan
la Economía local regional y mundial, ponen y quitan gobiernos, arman y
desarman ejércitos, modelan la ideología y el pensamiento de de todos los
pueblos, pero fundamentalmente se trata de una clase social que sobre la
base de la PP se convierten en ACAPARADORES de todo tipo de mercancías, de
los asalariados de su empresa mediante contratos por tiempo determinado o
ilimitado bajo el chantaje de las fulanas prestaciones sociales. Acaparan
las maquinarias y demás medios de trabajo, acaparan los derechos de
invención mediante patentes de uso exclusivo, acaparan mercancías al
detalle, al mayoreo, terminadas, semiterminadas, de consumo y producción.

Acaparan el dinero, devalúan o revalúan monedas y divisas, fijan las tasas
de interés mediante un hipotético y mendaz juego de ofertademanda de
dinero. Provocan pánico, guerras y terminan sacándole ganancias a las armas,
a los medicamentos, a la crianza de bebés, al vestido de los trabajadores, a
su comida, sus viviendas, sus bebidas y hasta a su manera de pensar,
respirar y guardar respeto absoluto a una PP desconocida e impracticada
por el trabajador , ya que este jamás la ha tenido ni siquiera sobre su
propia vida.

Por tales razones deberíamos ir repensando, revisando y empezar a
distinguir entre la Propiedad Privada de uso común para trabajadores y
empresarios, y la propiedad trastrocada en ACAPARAMIENTO practicado por la
clase empresarial, por la burguesía, por las escasas familias que mediante
la figura del la PP han terminado ejerciendo ilimitada e intransferible una
Propiedad Privada sobre toda la tierra, sobre el Valor Agregado por los
trabajadores y modernamente hasta sobre buena parte de mercantilizada y
satelizada atmósfera terrestre.


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Manuel C. Martínez M.


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