El Partido que queremos, el Partido que tenemos

Ni la mejor de las pitonisas de la derecha o de las “casandras de las izquierda” podía adivinar en 1.990 que en la Venezuela 9 años de la inauguración del siglo XXI mas del 50% de los venezolanos estarían apoyando de manera firme y decidida el transito al socialismo y discutiendo por todos los rincones de la patria de Bolívar la creación del Socialismo del Siglo XXI y el establecimiento del Poder Comunal.

Este fenómeno nace indudablemente con la quiebra de todos los valores de la democracia liberal burguesa, del descalabro estruendoso del capitalismo salvaje y de la decadencia moral del liderazgo desvencijado de la dirigencia política, social y económica de la 4ta República. Lo que provoca, después del “sacudon” popular contra el paquete neoliberal de Carlos Andrés Pérez, el despertar del movimiento bolivariano nacionalista en los cuarteles, que luego da paso a la arrolladora marcha de Hugo Chávez al poder.

Siempre varios pasos por delante del acontecer histórico el líder fundamental del proceso revolucionario venezolano, propone la creación de un partido que aglutinara en su seno a todos los factores políticos que han hecho suya la causa de la construcción del socialismo en Venezuela, nace el Partido Socialista Unido de Venezuela que aunque no logró asimilar a todos los partidos aliados del proceso, se ha convertido en el movimiento político con en mas alto numero de militantes inscritos de Venezuela y tal vez de América Latina.

El “PSUV” surge de la necesidad de crear el instrumento de conducción del proceso en una de las etapas mas difíciles del mismo, esto es indudable, pero, ¿Es el PSUV solo producto de la voluntad del líder?, por supuesto que no. El PSUV nace como producto de la necesidad de un pueblo, que como el venezolano, ha estado a la cabeza de este ensayo político revolucionario ganando cuanta batalla le plantea el enemigo histórico, sin cansarse, trabajando tesoneramente muchas veces sin recibir nada a cambio, todo en base a la esperanza y a una apuesta irrenunciable por el futuro, por el socialismo.

Hasta ayer todos los partidos de izquierda habían surgido en Venezuela para asumir la etapa histórica de la “toma del poder”, el “PSUV” nace para “ejercer el poder” y la construcción, desde el poder, del socialismo de acuerdo a la idiosincrasia del pueblo venezolano.

Aunque “Sin teoría revolucionaria no puede haber tampoco movimiento revolucionario” el partido no puede quedar rezagado “ante la radicalización de las masas”, es decir, aunque el partido debe ser la vanguardia de la lucha revolucionaria, porque se supone que en él convergen los mejores hombres y mujeres de la revolución y que por esa misma característica, debe encabezar la formación socio política de las “masas”, no debe convertirse en un claustro de intelectuales… “Para que las fuerzas prácticas desatadas en un momento histórico dado sean eficaces y expansivas es necesario construir sobre la base de una práctica determinada una teoría que por coincidir e identificarse con los elementos decisivos de esa misma práctica, acelere el proceso histórico en el acto mismo, vuelva más homogénea‚ coherente y eficaz en todos sus aspectos aquella práctica". (1)

La disciplina orgánica:

Sin disciplina no existe verdadera estructura partidista, los militantes del partido revolucionario deben ser sumamente disciplinados, aunque esto no significa la clausura de la discusión, todo lo contrario, la discusión es el alma del partido, pero, la organización requiere apara cumplir su rol histórico del compromiso militante de aceptar y asumir la disciplina como valor ineludible que garantice la cohesión de las estructuras del partido. La “disciplina orgánica” exige además lealtad y dedicación del militante. Quien no este dispuesto a asumir la disciplina interna del partido pude ser amigo o simpatizante del Partido pero no militante… -<“La disciplina” significa aceptar la necesidad de establecer una relación entre la experiencia individual, la teoría y la práctica del partido en su conjunto…la “disciplina” no significa para Lenín ocultar las diferencias que puedan existir dentro del partido; todo lo contrario, quiere decir que estas diferencias deben sacarse a la luz del día para que se discutan y resuelvan. Es la única forma en que la gran mayoría de los militantes llegan a hacer un análisis científico. El órgano del partido debe abrirse a todos aquéllos cuyas opiniones considera inconsistentes”…. Su disciplina no está impuesta desde arriba, sino que es libremente admitida por todos los que participan en sus decisiones y actúan para implementarlas. Su disciplina no está impuesta desde arriba, sino que es libremente admitida por todos los que participan en sus decisiones y actúan para implementarlas>. (2) (Lenín y Gramsci sobre el partido y la clase. Tercer capítulo del folleto "Partido y Clase", Cris Harman, Serie Teoría.)


¡Solo El Pueblo Salva Al pueblo!


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Rafael S. Urdaneta D.


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