En defensa del proceso revolucionario en Venezuela (Parte XXV)

Apuntes para la elaboración de una estrategia revolucionaria, bolivariana y socialista en tiempos de traición.

* ¿Esta crisis se trata de una simple "crisis financiera" causada por unos pocos banqueros criminales?

* ¿Estamos viviendo una 'crisis económica mundial' compleja? ¿Será que finalmente vamos a resolver todos los problemas y el capitalismo vivirá felizmente otra vez?

* Por último, ¿estamos enfrentando el final del imperio americano, es decir, el colapso total del capitalismo global?

* ¿Es esto el fin del mundo?

Ninguna de estas preguntas se puede tratar en un breve comentario, pero es importante hacer hincapié en sus posibles respuestas apocalípticas. En diferentes épocas a través de los últimos milenios se han formulado preguntas similares y se dieron respuestas concretas. Sin embargo, las crisis financieras y económicas del pasado se resolvieron o se pospusieron, hasta ahora. A pesar de la Gran Depresión de 1929 y sus violentas secuelas terroristas, el capitalismo todavía no se derrumbó por completo. Además, como podemos ver, para nosotros, los sobrevivientes, Jesucristo no ha regresado y el mundo no ha terminado todavía. El proletariado mundial tampoco ha conquistado el poder social.

En lo que toca al colapso total de! sistema capitalista en los próximos años o décadas, la respuesta es mucho más complicada, y necesitamos estudios profundos y rigurosos. A continuación algo de nutrición valiosa para una reflexión seria. Hay una gran diferencia entre las recesiones y depresiones del pasado y las actuales. Nuestro "Gran Colapso" se produce en la época de la globalización, al final de la plena realización de las revoluciones burgués-democrático-capitalistas francesa e industrial. Las crisis financieras y económicas son sólo los síntomas, el aspecto visible del colapso total de un modo de producción obsoleto que se ha convertido en un Moloch de la destrucción a nivel mundial, y que podría significar la erradicación de la vida en el planeta tal como la conocíamos hasta ahora.

Entre otras cosas, para comprender nuestro quo vadis, para tratar de responder las preguntas anteriores, es necesario una dialéctica materialista, una praxis científica y una teoría filosófica. Debemos tener un buen conocimiento sobre la conciencia y las luchas de clase, la economía y sociología política, también es necesario el conocimiento de las teorías del imperialismo, del fascismo, la globalización y la caída del modo de producción capitalista.

No hay necesidad de tener miedo o ser pesimista... es la cosa más fácil del mundo adquirir todas esas habilidades y capacidades. Uno sólo tiene que vivir y estudiar, pensar y adoptar una actitud anti-capitalista, es decir, a favor del socialismo científico y filosófico, a saber, convertirse en un marxista revolucionario y emancipador.

Los marxistas han explicado una y otra vez lo que es una crisis financiera, lo que es "capital financiero" (Hilferding). El propio Marx explicó la "crisis económica mundial" en 'El Capital'. Junto con Engels elaboró la primera 'teoría de la globalización' que fue nada menos que el Manifiesto del Partido Comunista. Lenin nos explicó lo que es el "imperialismo, la más alta etapa del capitalismo"; Ernest Mandel explicó lo que es el capitalismo corporativo, las 'ondas largas del capitalismo', sus caídas, accidentes y depresiones en su 'capitalismo tardío' y en otras obras. Rosa Luxemburgo nos dijo de lo que se trata el "complejo militar e industrial" y explicó su relación con la acumulación del capital mundial. Tanto los académicos marxistas como no-marxistas modernos han actualizado y refinado estos conocimientos.

En cuanto a la recesión, la depresión y "la teoría del colapso del capitalismo mundial", el marxista holandés Antón Pannekoek describe su esencia política en su obra "Die Zusammenbruchstheorie des Kapitalismus", publicada por primera vez en los Países Bajos en la revista "Raetekommunist", N° 1 de junio de 1934.

Lenin y Trotski elaboraron su praxis emancipatoria en sus 'teorías del imperialismo' y 'la revolución mundial permanente'.

Precisamente, centrándose en la Gran Depresión de 1929 y en el auge del nazismo y el fascismo en Europa y en otras partes, el colapso y la teoría de las crisis se convirtieron en algo altamente actual en los debates marxistas durante la época de 1930. El reto era diagnosticar científicamente si el imperialismo capitalista se encontraba simplemente en una crisis temporal y finalmente iba a recuperarse, o si el sistema capitalista, como consecuencia de sus profundas contradicciones se iba a derrumbar y desaparecer. Otro aspecto fue, analizar, si su llamada capacidad de "adaptarse", no era simplemente un aplazamiento de su agonía, que se iba a volver cada vez peor, más mortal, y, finalmente, llegaría a una fase de colapso total, a un estado más allá de cualquier salvación.

Es precisamente esta discusión la que nos interesa en la actual depresión. Hace tres años, hemos formulado este punto crucial de la siguiente manera:

Al igual que hoy, la pregunta en la década de 1930 era, si los trabajadores del mundo deberían sentarse y cruzar los brazos ... en otras palabras cultivar la reconciliación de clase para superar su aburrimiento, engendrar el reformismo, participar en diálogos sin sentido y esperar pacífica y pasivamente el inexorable desglose final del capitalismo ... o si a través de la teoría y la praxis revolucionaria deberían acabar con el capitalismo y el imperialismo, incluso antes de su globalización total, y antes de su propio colapso inevitable.

Con referencia a lo anterior, para Lenin y Trotski fue muy claro, que, no importa cuan débil o fuerte el

sistema económico capitalista pudiese llegar a ser, no se derrumbará automáticamente por sí mismo, sino debe ser derrocado por la lucha de clase revolucionaria consciente por parte de los trabajadores. Actualmente, esta es también nuestra opinión. Analistas modernos, como Peter Goodspeed de la "National Post", piensan que el "desorden global puede dar a luz a una nueva era", puede cambiar el "panorama geopolítico mundial".

Goodspeed describe el actual fiasco de la siguiente manera:

Los sistemas financieros y bancarios del mundo casi han sufrido una fundición total; se han barrido economías enteras; billones de dólares de activos se han evaporado, y millones de personas de Windsor a Wuhan han perdido sus puestos de trabajo. Gobiernos se han derrumbado, han surgido ciudades de carpas para las familias en bancarrota, altos ejecutivos ahora trabajan como conserjes, instituciones financieras una vez poderosas han sido burladas, inversores han sido devastados, consumidores aterrados y gobiernos desorientados.

Aunque él también ve una "crisis económica mundial" intra-sistémica, va más allá de las estadísticas diarias que circulan en Wall Street y puede ver que "la actual crisis económica está dando lugar a una nueva era...".


articulojoseantonio@hotmail.com


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José Antonio Velásquez Montaño


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