No conocemos personalmente al señor Sant Roz, no pertenecemos al círculo de sus amigos, ni de sus enemigos, pero si sabemos que ha escrito sobre el pensamiento de Bolívar, que se presenta a sí mismo como un intelectual, un hombre de cultura y un revolucionario bolivariano.
Hemos visto también que este señor tiene una frecuente presencia con sus opiniones en Aporrea. En un tiempo atrás habíamos leído cosas interesantes de este señor. Hasta llegamos a comprar un libro de su autoría. Después observamos que fue centro de duras réplicas debido a sus descalificaciones sobre otras personas. Nos parecía un ejercicio dañino que revolucionarios cayeran en una estéril guerra de descalificaciones. Sus detractores sacaban cosas del pasado para demostrar la “falta de fe chavista” del señor Sant Roz que supuestamente en el pasado había caracterizado su postura.
Considerábamos injusto e inadecuado el método de descalificar al señor Sant Roz por alguna opinión del pasado, negándole el derecho a rectificar y sin evaluar su posterior actitud pública de identificación con el liderazgo revolucionario del Presidente Chávez.
Todo esto lo leí por pura curiosidad en tanto que soy un asiduo lector en general y de Aporrea en particular, ese formidable espacio de análisis revolucionario, pero nada más, ya que busco otros temas para mí más prioritarios.
Así estaban las cosas hasta que sorpresivamente me encontré con el artículo de opinión del señor Sant Roz, “Juanes al carajo”, aporrea 21- 8- 2009.
Examinemos algunas ideas contenidas en este trabajo:
“El que no sepa que Juanes es un uribista redomado es bien pendejo. Estas son cosas, por Dios santo, que no entiendo de los cubanos, y es algo que incluso lo he podido comprobar en la propia isla. Todavía queda allí un remanente de profunda devoción por lo gringo aunque se quiera decir lo contrario”
“un imponente e importante escritor revolucionario (muy laureado) dijo por todo el cañón que ellos llevaban en alma todas las películas de Walt Disney, que con ellas habían nacido y con ellas se habían formado. Tenía yo en ese momento a mi lado al filósofo Germán Pinto Saavedra (testigo) y casi nos cagamos al escuchar aquella revelación, dicha de la manera más natural y profunda”
“Cuando fui a Cuba encontré que la influencia norteamericana en esa cultura es pavorosa. No se podrán quitar ni en un siglo las devastadoras influencias de lo que allí llevaron los gringos desde que aplicaron la Enmienda Platt hasta que Batista huyó en 1959. En taxis llegué a escuchar mucha música comercial de Shakira, y los tipos adoraban esa clase de ritmo con locura. Ahora vemos a Silvio Rodríguez abrazado a Juanes”
“Después de ese concierto cuántos pendejos cubanos no querrán emigrar para tratar de imitar a esa clase de guiñapos que lograron “tanta gloria y éxito en el país de los sueños y en el país de las oportunidades”
“La Hillary Clinton está loca porque Juanes toque en Cuba, y lo está apoyando en todo lo que pueda. Para mí que esto tiene un fin bien canalla y hacer aparecer bajo cuerdas al macabro Uribe como un tipo que después de todo no tiene gente tan mala que lo quiera. Y han creado toda una serie de inventos de que al tal Juanes lo están amenazando y ahora el interprete de “A Dios le pido” y la cagada de la “Camisa negra”, estaría considerando cancelar el Concierto por la Paz, en la Plaza de la Revolución, en La Habana, según un informe policial con fecha del 15 de agosto citado por Telemundo.
Pero en fin, allá cada cual con su conciencia, yo ya no sé ni qué pensar”
ANÁLISIS
Hasta aquí las citas textuales del artículo de opinión del señor Sant Roz.
OBSERVACIONES
Lo primero que nos sorprende es cómo alguien que se presenta como hombre de cultura utilice un lenguaje tan soez para expresarse.
Lo segundo es el empleo de descalificaciones en lugar de alguna idea interesante útil y creativa.
Lo tercero es el simplismo rampante y la ausencia de agudeza intelectual al abordar el tema en cuestión.
Lo cuarto es la brutal soberbia e intolerancia que manifiesta este señor en materia cultural, política y hasta sexual.
Lo quinto es la postura de juez supremo fundamentalista que pontifica y sentencia sobre la conducta revolucionaria, política y cultural de los demás.
Lo sexto es el desconcertante desconocimiento de lo que representa la cultura norteamericana.
Lo séptimo es la falta de responsabilidad para enviar una opinión sin indagación previa y juicios de valor sobre cosas que este señor desconoce, sin respeto alguno por la cultura de un país hermano, de sus legítimas autoridades revolucionarias, y sobre todo el desprecio por la juventud cubana, presentada como una turba de “pendejos” que con la sola presencia de un cantante renuncian a sus valores, su cultura y se van corriendo tras la sociedad de consumo.
Es un verdadero misterio cómo es que el señor Sant Roz del asunto del concierto de Juanes salta inmediatamente a adjudicar a toda una nacionalidad y a una cultura como la cubana “la profunda devoción por lo gringo”. No satisfecho aún con tales infundios, este señor va más lejos y sentencia que los cubanos no podrán quitarse ni en un siglo las devastadoras influencias que los gringos llevaron desde la Enmienda Platt hasta que Batista huyó en 1959. En realidad no encontramos calificativos para nombrar tamaña infamia del señor Sant Roz. Este señor no conoce ni la cultura, ni la historia de lucha revolucionaria del pueblo cubano. Debo decirle señor Sant Roz que Batista no simplemente “huyó en 1959”, sino que fue derrocado por el filo del machete revolucionario del pueblo cubano que tuvo que pagar el precio de la sangre de 20 mil muertos en siete años de dictadura apoyada por los gringos, y eso señor Sant Roz merece un profundo respeto.
Debo recordarle también, señor, que fue el pueblo cubano quien le propinó la primera gran derrota al imperialismo yanqui en América Latina en Playa Girón. Que el pueblo cubano ha resistido y vencido una guerra implacable en todos los frentes impuesta por el imperialismo yanqui por más de 50 años. Por eso lo respetan hasta sus propios enemigos. Frente a esto causa no menos que extrañeza que el señor Sant Roz afirme que ese mismo pueblo sea “devoto por lo gringo”. Naturalmente en todos los países donde hay una auténtica revolución existe también una contrarrevolución y la “contra cubana” como la “contra venezolana” es profundamente “devota” por lo gringo.
Usted señor Sant Roz o no sabe o manipula y confunde lo que Usted ve como una “pavorosa influencia norteamericana” en la cultura cubana. Una cosa es la influencia ideológica de la propaganda capitalista norteamericana y de su modo de vida y otra las cosas positivas y relevantes que encontramos en la cultura norteamericana. Ninguna cultura hoy día es “químicamente pura” y no está ajena a la influencia de otras culturas. El propio pensamiento bolivariano que Usted dice defender está muy penetrado por la cultura mundial y sobre todo por la europea y no existiría como lo conocemos, por ejemplo, sin las luminosas ideas de la Revolución Francesa, y eso no menoscaba la creatividad y genialidad de Bolívar.
Que la cultura cubana tenga influencias de la cultura norteamericana, ¿cuál es el problema? Cuba es un país muy próximo geográficamente y vinculado históricamente con el desarrollo de la Unión americana. De Estados Unidos ha venido a Cuba su imperialismo en todos los terrenos, pero también han venido combatientes a luchar por la independencia de la isla, ideas revolucionarias, influencias positivas culturales, escritores y artistas que amaron y defendieron a Cuba y a su cultura. Como símbolo está la figura del escritor Ernest Hemingway que residió en Cuba y mostró su amor por Cuba.
A propósito, para esto es recomendable retomar las “lecturas norteamericanas” de José Martí que vivió muchos años en Estados Unidos. Es relevante la admiración de Martí por lo mejor de la cultura norteamericana, en particular por Ralph Waldo Emerson, por el pensamiento socialista norteamericano, por Walt Whitman, Longfellow, Alcott, Thoreau y otros. ¿Por esta razón vamos a decir que José Martí era un “devoto” de lo gringo? Todos sabemos que Martí fue el más fiel continuador del pensamiento de Bolívar, héroe de la independencia cubana y el más consecuente antiimperialista de su tiempo, cuyo legado aún nos inspira.
Es tal la influencia del legado martiano en la cultura política cubana que a pesar de todos los crímenes del imperialismo norteamericano contra Cuba, en el pueblo cubano no hay odio contra el pueblo norteamericano, lo cual lo comprueba con cierta sorpresa los ciudadanos de EEUU que visitan la isla.
Por otra parte, llama la atención que en medio de la lucha ideológica que se desarrolla en Venezuela en torno a las últimas leyes y en particular a la Ley Orgánica de Educación, que la contrarrevolución venezolana y sus medios de comunicación denominan “ley cubana” como algo peyorativo, emparentado con el sistema y la cultura de la isla, que a este ataque desde la derecha se le sume ahora precisamente un ataque “desde la izquierda” también a la cultura cubana de modo tan peyorativo. No importa que la derecha acuse a la cultura cubana de los “pecados comunistas” y un señor, considerado revolucionario, la ataque como “devota de los gringo”, lo que importa en política en estos momentos es que se ataque a Cuba y a su cultura, eso es lo que cuenta.
Es curioso también que el señor Sant Roz, a fin de cuentas y por otros motivos termine por coincidir en el ataque al concierto de Juanes en la Habana con la misma rabia que lo hace la derecha fascista mayamera.
El señor Sant Roz dice que el concierto de Juanes en Cuba tiene un “fin bien canalla” concertado con Hillary Clinton que es defender a Uribe – que conste que desconocemos cómo se las arregla el señor Sant Roz para saber de modo tan contundente las intenciones la señora Clinton -, si somos consecuentes con todo lo que dice el señor Sant Roz, entonces una de dos, ¿o la dirección de la Revolución Cubana es “pendeja” o forma parte del “complot” de la señora Clinton para favorecer a Uribe?
¡Por Dios! ¿En qué beneficia esto a la Revolución Bolivariana?
Todo lo que induzca a la división entre los revolucionarios cubanos y venezolanos sólo puede tener un beneficiario; el imperialismo yanqui. ¡A un verdadero revolucionario no le puede interesar crear intrigas y sospechas entre aliados y hermanos!
Si el señor Sant Roz tuviera informaciones de inteligencia que existe un complot para ese concierto en Cuba, lo que se espera de un revolucionario es que alerte sobre el particular haciendo llegar la información a las autoridades cubanas, pero tomar como pretexto lo del concierto de Juanes para un ataque tan denigrante de la cultura cubana y de los cubanos eso demuestra que no existen “buenas intenciones”.
En el pasado Cuba ha recibido a figuras más controvertidas y poderosas que el cantante Juanes y el saldo ha sido positivo.
En Cuba se recibió a Juan Pablo II, considerado un Papa anticomunista, vinculado a la CIA y a la Administración de Ronald Reagan. Pero se atrevió a ir a Cuba, lugar prohibido por el imperialismo yanqui, y el Papa hizo algo muy positivo se declaró en contra del bloqueo contra el pueblo cubano, no ofendió y respetó. Se le ofreció la Plaza de la Revolución y muchas otras plazas y el Papa no atacó al socialismo, ni al Gobierno cubano. Ahora por eso ni el Papa se hizo socialista, ni Fidel “papista”.
No somos adivinos con relación a lo que hará Juanes en la Plaza de la Revolución, él ha dicho que le cantará a la paz. No creemos que Juanes esté loco para una vez allí defender a Uribe, a los gringos o pronunciarse contra Chávez, el pueblo cubano no se lo permitiría o se quedaría él solo en la Plaza. Que Juanes está siendo salvajemente atacado por la ultraderecha mayamera por su decisión de ir a Cuba es una realidad y no un “invento”. Por eso ya Juanes tiene el mérito de resistir esos ataques y de alguna forma romper el bloqueo. ¿Acaso no se recuerda lo que le pasó al salsero Oscar De León por ir a cantar a Cuba?
Al final porque Juanes vaya a Cuba no se va a convertir en socialista, ni los cubanos en “juanistas” o “uribistas”, aunque les guste su música.
Si incluso el señor Obama le mostrara interés al Gobierno cubano de ir a la Plaza de la Revolución para abogar por la paz, no creo que se le negaría.
El béisbol proviene de la cultura deportiva gringa, el Presidente Chávez es un amante del béisbol, a veces hasta habla en inglés, pero a nadie se le ocurre decir que es un “devoto de la cultura gringa”.
El señor Sant Roz pretende ser al menos en el discurso un furibundo “antigringo”, pero objetivamente su artículo a quien beneficia es precisamente a los gringos. Ni a enemigos acérrimos declarados de la Revolución Cubana se les han ocurrido las calumnias como las que el señor Sant Roz emplea contra Cuba en su artículo.
Sobre el tema sería recomendable leer en el propio sitio de Aporrea el formidable suplemento de “Encontrarte”, en particular el número 25 del 16 de agosto de 2005, donde aparece un excelente trabajo de Ronny Velásquez, titulado “Aportes de la cultura norteamericana a los cambios revolucionarios de los pueblos latinoamericanos”. Entre otras cosas este autor señala;
“OTRAS COSAS QUE ESTADOS UNIDOS NOS HA DADO
Descontando los aspectos negativos que el imperialismo ejercido por los Estados Unidos ha generado, ofrecemos una lista de los aspectos positivos que recordamos hayan significado un enriquecimiento de la cultura en América Latina:
Aportes en las artes:
Culturas alternativas (con bases en la música) como el Hip Hop, Trip Hop y la música electrónica, que se ven reflejadas en los sectores populares de las ciudades latinoamericanas, ofreciendo nuevas formas de expresión.
El movimiento del rock, nacido en Estados Unidos y esparcido por el mundo dándole forma al llamado rock mestizo o rock latinoamericano, del cual se desprende el rock argentino como su máxima expresión.
El cine de Hollywood, que marca una pauta a nivel internacional y genera en los latinoamericanos ese interés por el cine. Bien sea por seguir su ejemplo o por romper con sus esquemas.
La industria cultural norteamericana transmite como efecto rebote todos los movimientos ejercidos en el resto del mundo como es el caso del movimiento Two Tones (movimiento antirracista inglés y emparentado con el movimiento Ska, nacido en Jamaica).
El movimiento Hipie influenció la creación de un movimiento musical importante en Venezuela y América Latina y, otros caricaturescos en Argentina.
Generaron una industria de caricaturas importantes comics y abrieron las puertas a que el movimiento Manga (de origen japonés) se asentara en Latinoamérica en los Comics.
Aportes de Pensamiento:
Martin Luther King, con su lucha antirracista ha generado movimientos significativos en Latinoamérica y el mundo
La independencia de América Latina se vio enormemente influenciada por la de USA.
Aportes al Deporte:
El béisbol se ha convertido en parte fundamental de la vida del venezolano”
*militante PSUV, Caracas.
juanvi70@hotmail.com