El imperio y sus secuaces pasan al Plan B contra Venezuela

Las opciones del imperio

Derrotada la guerra relámpago contra Venezuela, y confirmada la firmeza del gobierno y pueblo bolivariano, el imperio baraja sus opciones: intervención militar directa y unlateral, guerra económica de desgaste, magnicidio, golpe de Estado e imposición de convocatoria de elecciones presidenciales, mediante la violación de la Constitución Nacional.

El golpe de Estado militar interno en Venezuela no les termina de cuajar. La posibilidad de emplear una intervención militar directa y unilateral por parte de EEUU contra Venezuela, cada vez más se debilita, el mundo ya está alerta, se va levantando un rechazo mundial, en el propio Senado de EEUU se hace la resistencia a esta opción, un paso en falso y a Trump esto le puede costar la reelección. La capacidad disuasiva que supone una sólida unidad cívico-militar en Venezuela es un hueso muy duro de roer. Las medidas internas de seguridad tomadas por el Gobierno Bolivariano hacen muy difícil la repetición de la intentona de magnicidio. La guerra económica de desgaste causa mucho daño a Venezuela y sufrimiento a su pueblo, pero hasta ahora no logra quebrar el patriotismo venezolano y es poco probable que lo logre en el futuro.

El plan B: La imposición de "elecciones presidenciales libres" y el intervencionismo humanitario contra Venezuela

Todas las opciones imperiales obviamente se mantienen abiertas, pero al parecer después de derrotada la guerra relámpago, la opción más "viable" según el imperio en nuestra opinión, sería el expediente falso de imponer "una solución pacífica, no violenta, sin intervenciones militares": la convocatoria inconstitucional de nuevas elecciones presidenciales en Venezuela. Este expediente persigue el mismo objetivo; derribar el gobierno bolivariano e instaurar un gobierno títere, solo que de forma "suave", en fin un golpe de Estado elegante y encubierto. A diferencia de la intervención militar directa y unilateral que presenta un costo casi impagable, y tiene el rechazo mundial, la propuesta de nuevas elecciones y la manipulación de la ayuda humanitaria, para encubrir mejor la intervención bajo el manto de una intervención humanitaria con la complicidad de otros y si es posible aprobada por la ONU, es la que se considera de momento por el imperio que pudiera tener mayor éxito y al menos concitar un rechazo menor y de este modo sumar el apoyo de más países y opinión pública. El "resbalón" del amistoso y digno gobierno de Uruguay al firmar la declaración conjunta con el llamado Grupo de Contacto Internacional creado por la Unión Europea, donde se llama a nuevas elecciones presidenciales como solución pacífica de la "crisis" en Venezuela, y la aceptación de ayuda humanitaria impuesta, así lo confirma. Esta nueva maniobra pudiera servir de anzuelo cazabobos para otros países y una parte de la opinión pública mundial e incluso interna en Venezuela, para de contrabando sumarlos al "intervencionismo humanitario" contra Venezuela. Esto es precisamente lo que intenta ahora el Gobierno de EEUU con el proyecto de una resolución que circula en el Consejo de Seguridad de la ONU. Claro todo esto sin abandonar el trapo rojo de la intimidación permanente por medio de una intervención militar.

Premisas para la aplicación del plan B: brutal campaña mediática y la confusión de Pepe Mujica

Durante años la prensa de derecha mundial, que es la más poderosa por los recursos y monopolios con que cuenta, se ha encargado de deslegitimar las instituciones democráticas venezolanas y en particular ha descargado la ira personalmente sobre el Presidente venezolano, Nicolás Maduro, presentándolo como un "dictador". Recordamos que, por ejemplo, las guerras contra Irak, Libia y Siria, siempre fueron precedidas por la satanización de los líderes de esos países. El ataque contra Venezuela ha sido asqueroso, los medios de derecha acuden a prácticas, cada vez más mentirosas, manipulan conscientemente fotos y videos, y se han convertido en verdaderas cloacas mediáticas. La oposición venezolana atrincherada en la Asamblea Nacional se ha "victimizado" durante mucho tiempo ante los gobiernos de diferentes países sobre todo europeos. Algunos de esos países se han parcializado con los criterios de esa parte de la oposición venezolana, incluyendo autoridades de la Unión Europea, como la señora Mogherini responsable de la política exterior.

Lamentablemente hasta ciertas personalidades del mundo de la izquierda, como por ejemplo, el ex presidente uruguayo, Pepe Mujica han caído en la trampa de la desinformación sobre Venezuela. Un hombre respetable, pero al parecer ya muy envejecido, no ha sido capaz de entender la esencia de la llamada crisis entorno a Venezuela. Mujica ha dicho; "Si EE.UU. no tiene más remedio que intervenir, va a intervenir; el tema central es evitar la guerra",…sobre su propuesta a elecciones generales, dice; "Porque en el peor de los casos es el mal menor. Estoy convencido, y tengo elementos, de que en última instancia si EE.UU. no tiene más remedio que intervenir, va a intervenir…Entonces creo que la posición de mi país es correcta porque no está luchando por una legitimidad. Está luchando entre esta disyuntiva: paz o guerra…Pero me parece que la discusión jurídica es una engañifa. La gran potencia está dispuesta a intervenir. No quisiera que Venezuela quede en el marco de una lucha geopolítica. Lo mínimo son elecciones con garantías para que subsistan todas las corrientes políticas y se pueda transformar en un diálogo".

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-47137888

Con esta postura posiblemente de buena fe, Mujica se equivoca rotundamente, puesto que la verdadera disyuntiva del conflicto venezolano no es entre paz y guerra, sino entre golpe de Estado promovido por el imperio y democracia constitucional, soberana y genuina. La postura ingenua de Mujica aunque involuntariamente, pero es de hecho funcional a la estrategia de intimidación del gobierno de EEUU. Pareciera asumir desde una especie de "realpolitik", o enfoque pragmático de las relaciones internacionales, que se debe actuar bajo el chantaje de una intervención militar gringa, casi como si fuera un derecho de facto natural de EEUU de amenazar con una intervención, y que entonces para evitarla es preciso renunciar a la soberanía, admitiendo la violación de la Constitución Nacional y que ese proceso electoral sea "garantizado" por la ONU y no por las instituciones democráticas venezolanas. Aceptar esto significa pedirle al gobierno y pueblo venezolano una rendición incondicional para impedir un acto tan ilegítimo como una intervención militar del imperio, es concederle al imperio lograr un golpe de Estado "pacífico".

Mujica en su ingenuidad tal vez no se da cuenta que esa propuesta en realidad es un "dulce envenenado", encierra una gran trampa, pues esto en boca de la señora Mogherini, que le hace el trabajo al imperio significa saltarse la institucionalidad democrática venezolana, puesto que el imperio jamás aceptaría que eso consistiese en una simple repetición de las elecciones de mayo de 2018, con el mismo CNE y el sistema electoral, ya que saben que en ese supuesto volvería a ganar Maduro y tal vez con más votos después de tanta amenaza imperial. Si no han aceptado los resultados de las elecciones de mayo y las califican de "ilegítimas", menos aún aceptarían una nueva victoria de Maduro en las urnas, pues para ellos significaría aceptar una aplastante derrota. ¿De qué se trata entonces?, veamos: En el supuesto bien negado que el Gobierno Bolivariano aceptara esas elecciones no previstas en la Constitución y en las condiciones sugeridas, dejaría a un lado el escudo principal de defensa de la soberanía nacional que es precisamente la Constitución Nacional y se deslizaría a un terreno extraño, porque una vez que se ha apartado la constitución, entonces ya todo es posible, porque hay que saber que la oposición vendepatria lo que más desea es eliminar el actual CNE y el sistema de votación establecido, es decir, una cascada de concesiones que nos llevarían al terreno que desea Washington. Ya hasta el propio Guaidó lo ha confesado, serían unas elecciones sin un árbitro confiable, más bien prácticamente monitoreadas por los señores Pompeo y Bulton, sin verdaderas garantías y con un sistema que permita un gran fraude tipo Honduras. Regresaríamos a los métodos de la Cuarta República, votación manual, donde votaban hasta los muertos, lo que importaban eran la actas y no los votos reales, un verdadero festín de fraude. Ese es el escenario que quiere el imperio, puesto que no acepta otra cosa que no sea la salida de Maduro.

Esta postura de Mujica que parece haber prevalecido también en la decisión del gobierno amigo del Uruguay, les ha llevado a una seria contradicción, pues al firmar la declaración con el Grupo de Contacto Internacional llamando a elecciones en Venezuela y acto seguido volver a afirmar que no reconocen a Guaidó, sino a Maduro, entonces la pregunta lógica es ¿si reconocen a Maduro por qué apoyar la convocatoria de nuevas elecciones?, no tiene sentido, es un callejón sin salida, pero ese es el resultado de la confusión en la cual han caído colocando la disyuntiva venezolana como entre paz y guerra, y no entre golpe de Estado promovido por el imperio y democracia soberana y genuina.

El propio canciller uruguayo Nin Novoa, había dicho previamente en una primera reunión para establecer el Mecanismo de Montevideo, que cuando se imponen condiciones se dificulta el diálogo. "Si comenzamos a pedir elecciones, un nuevo sistema electoral, si comenzamos a poner muchas condiciones el diálogo se hace más difícil (…). En definitiva, el diálogo debe ser entre ellos (oposición y Gobierno), esa es nuestra forma de defender el principio de no injerencia". También ha dicho este canciller que estuvo de acuerdo en incluir la ayuda humanitaria en la declaración final de ese Grupo de Contacto, porque tiene entendido que Venezuela lo requiere. En fin, está claro que el señor canciller y el señor Pepe Mujica están bien desinformados de lo que pasa en Venezuela.

El papel de la Unión Europea en el Plan B del imperio y la hipocresía de la señora Mogherini

Es evidente que desde ya hace tiempo, la señora Mogherini ha estado comprometida con la extrema derecha de la oposición venezolana enquistada en la Asamblea Nacional, y de hecho sus acciones son funcionales al plan del imperio, ella es parte del plan, el punto principal fue el no reconocimiento de las elecciones presidenciales de mayo de 2018, esa era la premisa para después pasar al reconocimiento de un gobierno títere en 2019.

Aunque no hubo acuerdo dentro de la Unión Europea ante el reconocimiento del títere Guaidó, el condicionamiento directo fue un ridículo plazo de 8 días para que Maduro convocara a nuevas elecciones, algunos como el gobierno de Italia no compartieron este ultimátum. Pero en cambio los 28 sí acordaron llamar a la realización de nuevas elecciones en Venezuela. Ante el desacuerdo y el aumento por parte de EEUU de su amenaza de intervención militar, la señora Mogherini decidió coordinar el llamado Grupo de Contacto que tendría como objetivo facilitar una "salida pacífica y democrática" para la "crisis" venezolana en el plazo de 90 días. La señora Mogherini proclamó que su objetivo era "evitar una intervención en Venezuela", esta supuesta y falsa postura "anti intervencionista", le ha servido para tratar de engañar a la opinión pública sobre todo europea, de las "buenas intenciones" de las autoridades de la Unión Europea y aparentar tomar distancia de la postura belicista del gobierno de Trump. La pregunta es ¿si la señora Mogherini en realidad y sinceramente quiere evitar una intervención militar en Venezuela por qué no se enfrenta al promotor de esa intervención que no es otro que el gobierno de Trump? ¿Por qué no intenta detener al agresor? ¿Por qué, en lugar de una declaración solicitando nuevas elecciones en Venezuela, no promueve una declaración conjunta de los 28 condenando las amenazas de intervención militar de EEUU en Venezuela? Aquí el posible agresor militar es EEUU y no Venezuela ¿por qué entonces imponerle condiciones al agredido? La lógica de la señora Mogherini es muy reveladora: para impedir la intervención en Venezuela y que se alcance la "paz", ¡no procede detener al agresor, sino imponerle al agredido una rendición pacífica!, por lo tanto queda al descubierto que la señora Mogherini es también intervencionista, es parte del plan de intervención. De manera que no quedan dudas que la verdad verdadera es que esta postura hipócrita no es más que parte del plan imperial de provocar la salida de Maduro e instalar un títere, es el clásico y conocido juego de roles del "policía malo"-EEUU y el "policía bueno"-la UE, es un reparto de roles con un mismo guión; el intervencionismo y el golpe de Estado.

¿Acaso la señora Mogherini que es europea no recuerda los peligros que entraña saltarse la soberanía nacional de un país y el derecho internacional y complacer al agresor para lograr la paz? ¿No recuerda por ejemplo al Pacto de Munich? Para lograr la paz europea se procedió a complacer al agresor, Adolf Hitler, e imponerle al agredido, Checoeslovaquia, que se rindiera ante la cesión de su territorio. ¿Y en qué terminó esto? Hitler obtuvo los famosos Sudetes, pero lejos de obtener la paz, esto envalentonó al agresor y se aceleró el comienzo de la sangrienta Segunda Guerra Mundial, la cual le costó muy caro a Europa.

Pero en el caso de Venezuela, colocar en el banquillo de los acusados a EEUU como agresor es algo que no puede hacer la señora Mogherini, simplemente porque en esencia lo que la mueve no es la Unión Europea, sino la OTAN dirigida por EEUU, que es quien detenta verdaderamente el poder en Europa. En virtud de esa "solidaridad atlántica" y para complacer al gran hegemón, los EEUU, Europa está dispuesta saltarse el derecho internacional y la soberanía de los países. Por eso, mientras que exista la OTAN, la Unión Europea podrá ser un gigante económico, pero seguirá siendo un enano político subordinado a EEUU, no tendrá una política exterior independiente.

En realidad saltarse el derecho internacional es algo que daña a los propios intereses europeos pues, por ejemplo, en su disputa económica con EEUU, la UE ha tenido que remitirse al derecho internacional y acudir a la Organización Mundial del Comercio. Al reconocer al señor Guaidó como "presidente encargado" de Venezuela para complacer al Gobierno de EEUU, lo cual equivale a reconocer a Trump como "presidente" de Venezuela, ya que es el verdadero titiritero, saltándose el derecho internacional, de hecho los europeos están cavando su propia tumba, pues hoy se trata de Venezuela, pero al establecer tal precedente, están legitimando que el día de mañana el gobierno de EEUU pueda hacer lo mismo con cualquier estado europeo y que Europa pueda llenarse de "guaidós europeos". Es por ello que no es cierto que la "comunidad internacional" haya reconocido al títere de Guaidó, quien ha reconocido a Guaidó es la OTAN y algunos gobiernos sumisos de América que también quieren asociarse a la OTAN, como el gobierno de Colombia. La OTAN no es la comunidad internacional, es solo una parte, pero no la mayoritaria, que en realidad incluye a todos los continentes y no se han prestado para esta farsa.

La misión de la señora Mogherini al asistir a la conferencia de Montevideo en realidad no era con propósitos anti intervencionistas, lo que perseguía era un objetivo imperial intervencionista: que se aceptara y "legitimara" la imposición de nuevas elecciones y "ayuda humanitaria" a Venezuela, y con ello neutralizar la digna postura de Uruguay y México que habían convocado al diálogo, pero con otro formato llamado Mecanismo de Montevideo.

A EEUU ya no le bastaba y más bien ya le servía de muy poco la postura del Grupo de Lima, que ya está desprestigiado después de hacerle un llamado abierto a los militares venezolanos para que realicen un golpe de Estado militar, por ello necesitaba de algún modo "legitimar" la imposición de nuevas elecciones en un nuevo escenario y una nueva cara como la conferencia de Montevideo. Deseaban arrastrar a esto a Uruguay y a México, para "contaminarlos" con la propuesta imperial. México de inmediato se dio cuenta de la jugada y dijo que no se sumaría al Grupo de Contacto. Lamentablemente la señora Mogherini tuvo un éxito parcial al lograr modificar la postura del Gobierno uruguayo de no establecer condicionamientos, y llevarse la respectiva declaración, nos imaginamos las presiones. Es un misterio por qué Uruguay cambió parcialmente de postura, pero Mogherini no pudo incorporar a ese objetivo al resto de los países latinoamericanos asistentes, México, Bolivia y el Caricom. No obstante hay que reconocer que a pesar de ese "resbalón", el gobierno digno de Uruguay no reconoce a Guaidó.

La intentona de imposición del plan B por EEUU se traslada al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

Una prueba contundente de la jugada hipócrita de la señora Mogherini es que, una vez lograda la declaración del Grupo de Contacto desde Montevideo, incorporando esta vez a un gobierno creíble como el uruguayo en el objetivo de imponer nuevas elecciones y ayuda humanitaria en Venezuela, rápidamente con posterioridad se conoció la nueva jugada: el gobierno de EEUU ya se estaba moviendo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, para lograr una resolución sobre Venezuela que consagrara todos sus objetivos con el Plan B, e imponerle nuevas elecciones a Venezuela. La pregunta lógica en este caso es ¿acaso esto no demuestra una estrecha coordinación entre la señora Mogherini y el Departamento de Estado del Gobierno de EEUU? ¿Acaso la señora Mogherini desde que partió de Europa para Uruguay ya había coordinado con el Departamento de Estado de EEUU? A su vez el Gobierno de EEUU, ¿acaso no estaba esperando los resultados de la jugada de Mogherini en Montevideo con la declaración tratando de sumar a otros, para proceder a la jugada siguiente de colocar una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU contra Venezuela con similares matrices? Nos parece que sería ingenuo pensar que es pura coincidencia.

Sobre la resolución que intenta presentar EEUU contra Venezuela, ya se han podido conocer algunos pormenores. Por ejemplo, en el día de hoy, 12 de febrero, el Canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció en su cuenta de Twitter que Estados Unidos intenta legalizar en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una agresión militar a Venezuela."El proyecto de resolución del Gobierno de EEUU ante el Consejo de Seguridad de la ONU intenta "legalizar" la agresión militar contra Venezuela, como primer paso de "intervención humanitaria".

Según despacho de la agencia Sputnik, el jefe de la diplomacia de la isla alertó que esta maniobra busca desconocer y derrocar al Gobierno de Venezuela que encabeza el presidente Nicolás Maduro.(https://mundo.sputniknews.com/america- latina/201902121085404471-cuba-denuncia-maniobras-politicas-de-eeuu-contra-venezuela/)

Más adelante el Canciller cubano denunció que la Resolución de EEUU en (Consejo de Seguridad) CS ONU apoya el golpe imperialista basado en supuestos: "situación humanitaria", "intentos de bloquear la ayuda humanitaria", "millones de migrantes y refugiados", "uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos" e "insta adoptar las medidas…", EEUU propuso un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de la ONU en el que exige al Gobierno venezolano facilitar el ingreso de la ayuda humanitaria internacional y que se comprometa a efectuar elecciones presidenciales.

El Presidente cubano, Miguel Díaz-Canell ha escrito en su twitter: #Cuba condena las acciones de Estados Unidos para promover en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que presione a Venezuela a aceptar una ayuda humanitaria considerada instrumento de agresión e injerencia. #SomosCuba #SomosContinuidad

Rusia presenta un proyecto de resolución "antídoto" contra el proyecto de EEUU

Por su parte, Rusia también presentó otro proyecto al mismo órgano internacional donde propone en cambio apoyar la soberanía y la integridad de Venezuela, y usar todos los métodos políticos para resolver la crisis.

"El Consejo de Seguridad (...) llama a resolver la situación actual en la República Bolivariana de Venezuela por los métodos pacíficos en el marco de su Constitución nacional y con respeto pleno a su soberanía, integridad territorial y el derecho del pueblo venezolano para su autodeterminación", dice el borrador del documento de Rusia. Igualmente, en su proyecto de resolución, Rusia propone a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU apoyar "todas las iniciativas encaminadas a que los venezolanos alcancen una solución política de la situación actual (...) incluido el 'Mecanismo de Montevideo', en base del proceso verdadero y integral del diálogo nacional".

Cabe destacar que el Mecanismo de Montevideo, presentado por México, Uruguay y 14 países de la Comunidad del Caribe, consta de una propuesta en cuatro fases: diálogo inmediato, negociación, acuerdos e implementación para que las partes enfrentadas en Venezuela encuentren una solución a la crisis con acompañamiento internacional. www.aporrea.org/venezuelaexterior/n338288.html

Los analistas dicen que ninguna de estas resoluciones tendrá éxito, pues se les puede aplicar el veto, EEUU lo sabe, pero su objetivo es confundir a la opinión pública internacional para encubrir mejor sus objetivos intervencionistas en Venezuela.

Ganar la batalla contra el Plan B del imperio

De la misma forma que se derrotó la guerra relámpago contra Venezuela, corresponde ahora derrotar también al Plan B del imperio. Esta batalla hay que librarla en dos planos nacional e internacional, el plano nacional es el decisivo, pero no se puede subestimar el plano internacional. La piedra angular sigue siendo la unidad cívico-militar, el pueblo bolivariano movilizado y en la calle, las fuerzas armadas en alerta y preparadas, pero al propio tiempo hay que dar la más grande batalla por la verdad de la historia de Venezuela, ante la opinión pública mundial, derrotar al imperio en todos los foros internacionales posibles, hoy derrotar la mentira equivale también a derrotar la intervención, hay que llevar la verdad de Venezuela a todos los rincones del mundo, aprovechar cada oportunidad por mínima que fuese para colocar nuestra verdad, tratar de impedir que personas honestas y amigas se confundan con la brutal manipulación mediática contra Venezuela. No podemos subestimar la capacidad de manipulación de los medios. Asimismo, tomar todas las medidas económicas y políticas para derrotar la patraña de la ayuda humanitaria. Garantizar alimentos y medicinas al pueblo con todas las iniciativas posibles. No tenemos ninguna duda que del mismo modo que se logró derrotar la guerra relámpago, también el pueblo bolivariano derrotará al Plan B del imperio.

 



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Juan Miguel Díaz Ferrer


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