Nadie sabe quién es Antonio Aponte, bueno no es un hombre público al menos, unos dicen que escribe con un seudónimo, otros dicen que se trata de un colectivo, lo cual es mucho mejor; lo importante no es el nombre, o si es una persona o un colectivo, lo importante es el planteamiento que cada día a través de su Grano de Maíz nos señala como guía orientadora en este arduo camino del socialismo venezolano, de nuestro socialismo, que más allá de verlo en el ámbito de las fronteras nacionales, necesario es enmarcarlo en el contexto global de la lucha por la supervivencia de la humanidad. Tratar de diferenciarnos de ese socialismo trillado, sin alma y sin esencia como el Español, el chino, el chileno, más que un mero ejercicio de comparación se trata de una necesidad impostergable, por tal razón, avalamos lo planteado por aponte en su artículo EL SISTEMA SANADOR, más aún cuando se trata de un proyecto que trasciende al mundo como es el caso nuestro, es de vital importancia tener un rumbo absolutamente claro. Salvo los malintencionados, pocos serán capaces de decir que en Venezuela nos estamos copiando de alguien, el proceso venezolano ha logrado tal nivel de autonomía que su propio desarrollo echa por tierra cualquier manipulación que se quiera hacer en ese sentido. No obstante, sería incorrecto negarlo, los opositores siguen afirmando algo que ni siquiera ellos creen, que, "Venezuela se copia de Cuba", por ejemplo, sin embargo, la realidad les choca en la cara siempre y cada día con mayor contundencia.
La tarea de Antonio Aponte no es sencilla, pero si sumamente necesaria, aunque, bueno es reconocerlo, el colectivo nacional, el pueblo, no ha entendido el diseño teórico del rol mundial de la revolución venezolana, aunque en la práctica y a pesar de las fallas, el papel internacionalista desarrollado en Venezuela ha ido produciendo frutos importantes de lo cual no nos podemos quejar, aunque, siempre estamos obligados a exigir más. El planteamiento de Aponte es vital desarrollarlo e insertarlo en la mente de todos como parte del debate necesario en estos tiempos...¿Cual socialismo? Es importante desenmascarar, diría yo, a quienes han prostituido la palabra socialismo para convertirla más en una frase que en una teoría para la acción y la liberación. El tema de tomar la conciencia de entender que si no cambiamos nos destruimos como especie es algo de vigencia planetaria que no puede ser simplemente soslayado con argumentos baladí en donde se hace una interpretación superficial del tema humano haciendo prevalecer por encima de éste cualquier sistema.
En el Círculo de Literatura y Cinematografía Simón Bolívar de Trujillo aprendí, de la mano de Huma Rosario Tavera, los hermanos Hernández, Pedro Marín, Carlos Gómez, Elsy Plaza, entre otros, que "todo lo humano es nuestro", sin duda, en aquel entonces, por allá, por la década de los ochenta, el tema era algo así como un tabú, más aún si también se decía que apreciábamos como vital que deberíamos propugnar “el hombre libre y artista”.
Retomar el tema de humanidad por encima de los complejos es determinante a la hora de rediseñar la estrategia de lucha, la misma lucha de clases de siempre, pero con un rumbo claro y definido que permita despejar los nubarrones que sobre la teoría revolucionaria se ha hecho en buena parte de los países que dicen llamarse socialistas pero donde su sistema se basa en profundas diferencias de clase y profunda apología al consumo, verbigracia el caso chino.
La batalla que nos propone Aponte no es sencilla, pero es la batalla necesaria por dar...el socialismo debe retomar la esencia que, como especie, nos da la vida sana, nos permite disfrutar de lo humano apartando lo que nos daña el cuerpo y el alma; vicios consumistas etcétera, que ensombrecen el camino por resarcir los derechos fundamentales de todo ser humano, el derecho a la vida sana y para lograrlo requiere de un sistema humano a tal punto defensor de lo humano, que haga prevalecer al ser humano por encima de cualquier cosa. Otra cosa que aprendí de esos extraordinarios debates de Trujillo fue aquella premisa de "hacia el hombre libre y artista"; esa frase encierra un sinnúmero de cosas en la cual difícilmente la vorágine de estos días permite que nos sentemos a reflexionar y debatir temas que trascienden mucho más allá de lo rutinario y cotidiano, es decir, se trata de crear la ruta para salvar a la humanidad y eso requiere de erradicar un conjunto de prejuicios que nos imposibilita ver más allá de “los lugares comunes" y aferrarnos a esquemas que esta revolución está obligada a superar, sería importante y le recomendamos a Antonio Aponte, sea seudónimo o colectivo que trate de conseguir en ese pequeño estado andino, de la mano del actual Cronista de la ciudad de Trujillo, muchas respuestas que seguramente enriquecerán este debate.
El artículo de Aponte del 10 de Octubre, EL SISTEMA SANADOR, nos abre una ventana para profundizar un debate necesario y urgente ¿Cómo interpretar los nuevos tiempos, concebidos de una manera en donde ya el centro del problema no estriba solamente en la explotación del hombre por el hombre sino en la destrucción del hombre por el hombre? Solo la naturaleza humana puede contraponerse a tales niveles de descomposición a lo cual nos lleva el sistema capitalista y cómo el llamado simplemente socialismo se diluye en un mar de contradicciones propias y falta de definiciones, a excepción de la Cuba revolucionaria. Hugo Chávez, Fidel, líderes que en la actualidad han propuesto el tema de la marcha inexorable del capitalismo a la estamos destrucción de la especie humana, nos enseñan que estamos ante un problema que el tiempo nos obliga a desentrañar, más allá de "los números estadísticos", para centrar la atención en los grandes males que aquejan a la humanidad que no solo son de carácter económico sino sicológico incluso de cultura y comportamiento como especie. El sistema capitalista mundial en su desfachatez sin límites nos lleva a "ese punto sin retorno" en donde lo que está en juego es el planeta, aunque para algunos suene a chiste, es una realidad que lacera.
El compromiso de la revolución Bolivariana, inspirada en el sueño bolivariano de hace doscientos años, tiene ante sí y ante el mundo su principal prueba de fuego; está en Venezuela, sin conciencia para algunos, el futuro de un modelo que rompa los paradigmas y cree nuevos esquemas en donde sobresalga el ser humano libre y artista, capaz de entender y comprender que lo humano es lo único capaz de salvarnos del abismo y la debacle universal.
Encontrar la clave "para despejar la incógnita del hombre en libertad", como lo dijo Bolívar es tarea impostergable, no se trata de conformarse con lo logrado hasta ahora, se trata de revertir y guiar, y para lograrlo, las ideas cuentan como centro principal de la batalla por dar ante un sistema capitalista que como locomotora descarriada nos lleva al final del foso; sólo basta observar las estadísticas, el problema del calentamiento global, el consumismo, la violencia, la locura del dinero como centro de todo para comprender que estamos próximos a llegar a puntos de no retorno para la especie humana; mientras tanto, "los estadistas" del primer mundo pretenden "refundar el sistema capitalista mundial" ¡tamaña locura!, además inviable desde todo punto de vista. Esta batalla a la que estamos obligados no se puede dar sin ideas que coloquen al ser humano como el centro del universo, al hombre, como especie, con niveles de conciencia tal que le permita ser "libre y artista".
Hoy, cuando conmemoramos un año más del día internacional del Guerrillero Heroico, en homenaje a ese extraordinario ser humano que fue Ernesto Che Guevara, nada mejor que ese artículo de Aponte; trae al debate un tema, quizás, el de mayor trascendencia para que en el planeta sigamos existiendo como especie, bienvenido ese planteamiento y ojala el debate se riegue en toda la patria.
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