Todos los que vemos y sentimos el Socialismo como único medio posible de alcanzar la mayor suma de felicidad, bienestar y justicia social, mantenemos un discurso que no se corresponde con la construcción de ese modelo que nos permitirá avanzar.
En ocasiones hablamos de la transición de empresas del Estado a empresas socialistas, o con la confiscación de algunas empresas del sector privado sólo declaramos su carácter de empresa socialista y con eso, ella per se, es SOCIALISTA, aunque su estructura administrativa y social (deja de ser privada y pasa a manos del Estado) se ejecute bajo los principios de administración del pasado.
Es así, como continuamos cometiendo errores tras errores, seguimos creando estructuras administrativas con los patrones de la cuarta república, y bajo los principios administrativos por los cuales se regían en el pasado. Ni que decir de los ministerios, institutos autónomos, gobiernos regionales y locales. Marchamos hacia atrás y hemos detenido el tiempo en el ayer.
10 años de Revolución y no hay ejemplo de cambio en las estructuras administrativas del Estado venezolano, las nuevas estructuras, las que han nacido al calor del proceso, arrastran todos los vicios del ayer. La eficiencia, el compromiso y la capacidad política sólo existen en las designaciones de cargos, luego nos olvidamos y nos acoplamos al pasado.
Hoy, camino al trabajo, reflexionaba el hecho de no haber tenido la Izquierda mayor representatividad en el Poder legislativo, Gobierno locales y Municipales en el pasado, si hoy SOMOS TANTOS REVOLUCIOANRIOS, la mayoría de los sindicatos de trabajadores (por no decir todos) son sindicatos socialistas, la pregunta que me hacia: ¿Dónde carajo estaban TODOS ELLOS, hace menos de 10 años?
¿Por qué, si tenemos tantos trabajadores revolucionarios agrupados en esos sindicatos SOCIALISTAS, no tomamos el poder poco tiempo atrás?
¿Por qué los niveles de conciencia y la preparación política e ideológica en estos “líderes sindicales” está tan erudita hoy? ¿Dónde carajo estaban ayer? Incluso hoy, reconociendo que una de la mayores debilidades que tenemos es la carencia de preparación política e ideológica que nos lleve a victorias en esa batalla de las ideas y reconociendo que nuestro partido PLAGADO de muchos líderes que no lideran a nadie, no han implementado programas que permitan el acceso a una formación política e ideológica cónsona con el momento histórico. Definitivamente, tengo que admitir y reconocer que esos líderes eruditos que invaden el canal de todos los venezolanos con una claridad lingüística y de compromiso, son autodidactas que con la Revolución salieron del closet donde se habían auto confinado. Dios nos ampare!
Muchos de estos “lideres” hoy, gracias a decisiones del alto gobierno, han tomado por asalto todas las estructuras del Estado, sus discursos públicos son elocuentes y muy envolventes, son las personas más honestas que haya parido el proceso político que hoy tenemos en la República Bolivariana de Venezuela, muchos se han alejados de esas responsabilidades porque alguien los invitó a delinquir, ellos, leales al proceso, no les quedó más salida que dimitir. Una de las vainas más difíciles de probar es la corrupción, lamentablemente NO HAY VOLUNTAD POLÍTICA, para hacerlo. Quien cree ese discurso yo HONESTO, me fui porque pretendían que YO robara.
A 10 años de la Revolución, los errores, lejos de corregirse, en muchos casos los mutamos para hacerlos más rentables a los intereses individuales, el colectivo sólo existe para el discurso. La hipocresía surge como nuevo modelo de vanguardia, la mentira toma por asalto la verdad.
Así pues el Presidente sigue creando MISIONES, ya que la chorrera de ministerios y los que se siguen creando, no sirven para nada, bueno, mantienen una cuota muy alta de burocratismo que ahoga el presupuesto público. Basta con una revisión al desorden, y veremos bonificaciones de fin de año de 8 meses y más (TSJ, CNE, Asamblea Nacional, por sólo nombrar 3), mientras que la mayoría de los mortales que trabaja en el sector privado, y en la mayor parte de la administración pública recibe 3 meses. Cuál es el criterio para el derroche del TSJ, CNE y la Asamblea Nacional y el valor agregado por supuesto que generan esos trabajadores para devengar mas que otros?
Estas MISIONES que ha creado el alto gobierno han sido el salvavidas que ha permitido rescatar el proceso, muy a pesar de lo que digan propios y extraños, hoy, incluso, se repotencian algunas de estas misiones, mientras que los ministerios y empresas del Estado se hacen más ineficientes bajo el discurso del compromiso y demarcan según ellos rumbo a ministerios o empresas socialistas, qué bolas! eso sólo se lo puede creer el tren directivo de cada una de esas estructuras.
El humanismo, la solidaridad, la honestidad no son el principio ni la norma en la administración pública, debemos entender que estos valores propios del Socialismo son el principio fundamental por el cual debe regirse la administración pública. Socialismo es justicia social e igualdad. Igualdad de acceso a las oportunidades y las condiciones que la rigen. Igualdad nunca puede concebirse como igualitarismo en el proceso hacia el Socialismo. Igualitarismo, para muchos, es una forma de explotación entre la diferenciación del buen trabajador, del vago, del ministerio eficiente, del no eficiente y sus respectivas recompensas. La emulación en el trabajo debe ser un factor a considerar en los nuevos modelos estructurales de la administración pública socialista, así como su relación conceptual con los ciudadanos (el pueblo).
Diseñar y construir el nuevo modelo de la administración pública que marche POLÍTICAMENTE hacia el Socialismo es necesario. En 10 años no hemos podido construir ese nuevo modelo, los que han dirigido la cosa pública se han reacomodado al viejo modelo, no permitiendo cambios y la adaptación progresiva a los nuevos paradigmas que reclama la Revolución bolivariana; así como las estructuras sindicales del país, que la gran mayoría sólo se aboga el liderazgo en las contrataciones colectivas.
La revolución bolivariana es atípica, ha sido todo el pueblo su vanguardia y su motor, a través de procesos electorales, que han llevado a nuestro Comandante al poder, por tanto no puede abogarse la clase trabajadora su vanguardia política y muchos menos, una dirigencia sindical (en su mayoría) reclamar hoy relevancia en el alto gobierno, se reconoce el valor de la clase trabajadora, pero una clase trabajadora que se adapte a los nuevos paradigmas de la Revolución y a una restructuración total de la administración publica.
No hay nada más excluyente que ser pobre.
Patria, Socialismo o Muerte…
Venceremos.
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