Comienzo por calificar la afirmación negada, acerca de que un empresario no puede ser socialista, ante lo cual afirmó que una revolución y menos la venezolana puede exigirse que los empresarios lo sean, además porque a fin de cuentas no se hace necesario, algo así como devolverle al zapatero sus propios zapatos, no es de menos señalar dos cosas fundamentales para discutir sobre este tema.
En primer lugar la revolución venezolana es de origen electoral, no llegó por el atajo de una guerra armada revolucionaria, lo que coloca la discusión en el plano político por excelencia y en segundo término habría que detallar con acierto el tipo de socialismo que se va a construir, parecido a cual o inédito y venezolanista, estas dos consideraciones son de importancia vital para darnos el trabajo de excluir a quienes creemos no pueden pensar o renunciar a sus condiciones que les son propias e inherentes, nos referimos a los empresarios que hasta ahora con todas las vicisitudes en contra han dado un paso al frente en defensa del proceso bolivariano y han dado aportes en la defensa del gobierno de Hugo Chávez e inclusive han introducido elementos importantes en la política de alianzas tan necesarias y útiles en esta hora de definiciones.
Bajo el conocimiento de que este tema no es de fácil presentación, debido a las matrices formadas al respecto en un buen número de camaradas, es que intentamos ir poco a poco tratando de no dejar por fuera algún elemento que podría desencajar todo el planteamiento hasta ahora hecho y las proposiciones que en lo adelante abordaremos. Lo único que pedimos es que estas ideas sirvan para el debate y no la descalificación a priori, cosa común cada vez que se tocan estos temas, no obstante sí exigimos la madurez del caso, la humildad revolucionaria y la posibilidad de iniciar en conjunto las proposiciones del caso.
Se me ocurre iniciar este párrafo con un axioma que es aplicable en la medida que actuemos con sinceridad y honestidad “ si hablamos del socialismo real no es posible un empresario socialista” si hablamos del socialismo que se debe construir de hecho se excluye a quienes quieren formar alianzas o sencillamente arriesgamos el futuro electoral, no es chantaje, es una realidad incontestable, definitivamente por algo que requiere un mayor análisis acerca de esta interrogante ¿ en el contexto de la revolución venezolana existe o hay suficiente nivel de conciencia de clase para adelantar semejante tarea en estos momentos y bajo un escenario político electoral?
Si es inoportuna cualquier afirmación que derive en cualquier exclusión de apoyo al proceso, igualmente lo es obligar a algún sector que renuncie a darle el apoyo al gobierno solo porque haya compatriotas que consideran que un empresario no puede ser socialista, semejante error nos incluiría de hecho en la antehistoria de la izquierda de tantos fracasos y cuyo foquismo consideramos al menos inoportuno y desconsiderado.
Precisamente haciendo uso de la historia y bajo el escenario de la revolución rusa, podemos darnos cuenta del tipo de empresario de la época generalmente gente del campo que en un principio fueron incorporados a la construcción revolucionaria, fue una especificidad como hay otras, Vietnam, Cuba entre otras, el caso de China cuyo liderazgo actual sigue siendo el Partido Comunista, ha aperturado hacia términos de la propiedad de los medios de producción en áreas no claves, generalmente en el sector servicios y convenios especiales con instalaciones fabriles de origen mixto.
El ciudadano presidente en el marco de las elecciones de delegados hizo un llamado al partido para cuidar las alianzas, incluyen estas a los empresarios nacionalistas y bolivarianos que han jugado un papel en nuestro concepto fundamental para amortiguar el desempeño incomedido de la oposición y le han dado valor agregado a la estabilidad política, factor de primer orden para el adelanto de los programas sociales conocidos. Nos preguntamos no son empresarios los que adelantan las grandes obras que se están ejecutando, tenemos en Venezuela y el Estado asumiría tal responsabilidad en la hora actual.
Considero que la hora actual es de alianzas sin excluir a nadie, con lo único que no debemos aliarnos es con el imperialismo y sus lacayos criollos donde se encuentren en Colombia o en EEUU, lo demás es por añadidura.
Caso patético, que hemos hecho en Venezuela para luchar contra las grandes transnacionales de los medicamentos, debemos excluir a los laboratorios nacionales que libran una lucha a diario contra ellos y solicitan la protección del Estado venezolano; se ha librado una verdadera y efectiva batalla contra la especulación incluyendo el abordaje jurídico político del asunto; que se ha adelantado contra la especulación inmobiliaria en la venta de inmuebles y en el alquiler de los mismos, como hemos de combatir a aquellos dueños de viejas edificaciones para que bajo cuerda no aumenten los alquileres cada vez que les da la gana, donde han llegado al colmo de ellos mismos traspasar las unidades habitacionales. De todo ello, debemos encargarnos en lugar de estar excluyendo per se a quienes nos han brindado su apoyo, lo cual no es nada fácil ni común, echen un vistazo al resto de países de Latinoamérica a ver si hay empresarios que apoyan los procesos en marcha.
En definitiva, las lecciones de la historia nos las enseña el método marxista de donde debemos recoger el bagaje de experiencias acumuladas, caer en el simplismo inoportuno y chantajista con la afirmación de que no pueden haber empresarios socialistas, lo cual no es necesario, repetimos en función de cuidar el resto de la marcha hacia un mejor país que en realidad es lo que todos y todas queremos. Porque el socialismo que queremos es una cosa y el socialismo posible es otra cosa, a cual apostamos, cual nos ofrece mayor garantía de avance, o es que acaso, la revolución tenemos que llamarla permanente o en movimiento, aunque no quería hacerlo, cito a Lenín cuando señaló la necesidad de medir las fuerzas antes de emprender cualquier acción que nos enlute el futuro antes de llegar a el.
(*) Economista
Patrulla parroquia San Pedro
rafaelfebles@yahoo.com