Cuando el Diario El Aragüeño, me publicaba artículos con el renombre Sendero Bolivariano, envié un tema referente a las cuatro internacionales socialistas y en donde señalaba que el ciclo está abierto para llamar a la V Internacional, basándome precisamente en la refundación de la V República Venezolana, no se trata de jugar cuadro cerrado con el socialismo marxista-leninista, sino perfeccionar las democracias representativas existentes, transformándolas en participativas y protagónicas que permita el empoderamiento del poder popular, socializando las distintas formas de gobiernos con la soberanía directa de sus propios pueblos. No podemos hablar de impulsar el proletariado, porque estaríamos hablando de explotados bajo la óptica política e ideológica. Si queremos independencia absoluta de los pueblos, necesitamos adquirirla con conocimiento de causa-tecnológica, sin caer en el viejo vicio de la tecnocracia.
Recuerdo que señale en esa oportunidad, que los pueblos del mundo con el solo hecho de convocar soberanamente Asambleas Nacionales Constituyentes en sus respectivos países, se estaría dando un gran salto a la revolución mundial. En Honduras por ejemplo, el pueblo debe ir a una Asamblea Nacional Constituyente y refundar su República con una Constitución Nacional muy similar a la nuestra. Y preparar el sendero para la construcción del Socialismo del Siglo XXI.
La V Internacional Socialista, debe fijar como pilar fundamental, la iniciativa de impulsar en el mundo el empoderamiento del poder popular, mediante la instauración de Asambleas Nacionales Constituyentes, debidamente elegidas electoralmente por los pueblos, en franco ejercicio del voto democrático, universal y secreto. Y para ello, deben acogerse a las disposiciones universales contenidas en los convenios internacionales referentes a la autoprotección de las democracias, en las cuales, tácitamente configuran normativas que permiten perfeccionar nuestras democracias con la figura universal de Asambleas Constituyentes.