Desde que existe la acumulación capitalista, hay posibilidades de robo por parte del sector del capitalismo más cercano a la gente: los comerciantes.
En Venezuela, esta “capa” social, que va desde los más rancios burgueses de las grandes roscas de distribuidores hasta el más pequeño bodeguero, es la punta de vanguardia de la oligarquía, que ataca diariamente el proceso revolucionario para acabar con él, mientras se llenan los bolsillos.
Su modus operandi es aumentar los precios todo lo que sea posible, y cuando alguien chille, decirle que si le da la gana vaya a buscar a Chávez para que le venda barato. Se burlan de Indepabis y le juegan la guayaqueta de tal manera, que para combatir la especulación dentro del capitalismo sería necesario tener un fiscal en cada negocio.
Los especuladores están en todas partes y la expansion de su nefasta ideología se basa en la idea del beneficio fácil que propala a diario la ideología burguesa. Es la idea que rige la vida de los que no trabajan, pero explotan a los trabajadores hasta sacarles la sangre, sobre todo en el caso de los “industriales”, pero que se hace más evidente en el caso de los comerciantes que, sin ningún esfuerzo de producción, con una inversion (que es como llaman al hecho de comprar bien barato y vender carísimo) más allá de la plusvalía que produce la explotación de la clase trabajadora, añaden a sus carteras el botín producido por una exacerbada especulación, que es el arma esgrimida para sembrar de descontento en el pueblo y para afirmar que el gobierno bolivariano lo que ha hecho es aumentar la inflación.
Pero los revolucionarios no duermen; pese a todo y contra todo, continúan con el proceso revolucionario tendente al socialismo y, una vez identificado el problema, buscan soluciones socialistas para un problema que no sólo no tiene solución en el capitalismo, sino que forma parte de ese sistema que está acabando con las posibilidades de supervivencia de la humanidad sobre el planeta Tierra.
El inicio del comercio socialista es, entonces, una avanzada revolucionaria para tomar esa cabeza de playa económica, desde donde se lanzan tantos ataques a diario y en todas partes, comenzando la construcción del Nuevo sistema, el Socialista, en donde más les duele: En el corazón del “Mercado”.
Para cuidar la cartera y alimentarse bien, mientras se participa en una actividad de la economía socialista, pásense por el Parque Central, en la punta del túnel que pasa por debajo de la avenida Bolívar, y cómanse una arepa en la nueva arepera socialista, otro botón de muestra que se suma a las células de la economía socialista que, como parte de la actividad cotidiana del Ministerio del Poder Popular para el Comercio, están naciendo a diario, no para continuar alimentando y perpetuando el capitalismo, sino para acabar con él.
NOTA:
Apoyo plenamente a “Un Grano de Maíz”, columna ideologica anticapitalista que participa en la lucha revolucionaria, en la superestructura ideológica del enemigo estratégico. Por eso no es extraño que reciba ataques llenos de odio de quienes, o no han comprendido lo que el camarada Aponte dice, o simplemente son del otro bando, y aparecen como “criticos.” Pero en esta lucha destinada a cambiar la forma de vida social del mundo, no hay inocentes. Sólo hay un pueblo en lucha contra los opresores.
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