Pregúntese a cuenta de y con cargo a qué o a quiénes van las remuneraciones y prebendas de los gerentes de la empresa privada, de las aseguradoras, de los vigilantes. Advertencia: No estamos diciendo que sean inmerecidas, para nada; cuidado con las usuales malas interpretaciones por defecto.
De lo que se trata es de que esas remuneraciones forman parte del llamado “Capital Constante”, sg. la terminología económica del marxismo. Pero hay algo más sorprendente:
El capital constante es por definición aquel formado por mercancías prefabricadas cuyo valor entra limpia y contabilísticamente en el proceso productivo con un determinado precio, luego es transformado en nuevas mercancías con cargo a la mano de obra asalariada in situ e instantáneamente. De esa manera al capital c. se le agrega el llamado Valor Variable Añadido o Producto Neto.
En el caso de las remuneraciones gerenciales y las de vigilancia en general, de protección, como primas de seguros, contabilidad, contralorías externas e internas, etc., tales erogaciones y costes no sólo son estériles en materia de productividad sino que además ni siquiera reintegran su monto al proceso de la empresa sino que simplemente son cargadas al costo general y así son trasladadas íntegramente al mercado.
Nos explicamos: Cuando un asalariado opera con y transforma materias primas en nuevas mercancías, además de reintegrar el valor de ese salario, (lo añade a esas materias primas), además de eso, decimos, crea más valor (más PTN), y esta parte sin remuneración alguna. Tal es el concepto de “plusvalor” tan cuestionado, tan negado y tan racionalmente subentendido hasta la fecha hasta por los propios explotados del mundo. Sin embargo, intuimos que los apologistas y Nobelados de la Burguesía saben mucho de esto.
Deben saber, o lo saben muy bien, que este tipo de personal sólo aporta la utilidad de sus servicios, un valor de uso de una mano de obra muy necesaria para la buena y óptima marcha del proceso de explotación del capital y de la mano de obra asalariada no gerencial, pero también es un atípico valor de cambio (es vendido) carente de respaldo físico en el PTB. Es sólo un simple valor monetario o de contabilidad. Eso hace de tales remuneraciones una labor meramente utilitaria, o marginalista en consecuencia.