También se ha escrito sobre el papel del asalariado como consumidor cuando le toca salir de las fábricas y hace de demandante de los mismos bienes que él produjo fábrica y galpones adentro. Esos bienes del PTN jamás han sido señalados como obras artísticas sino como productos pueriles, chapuceros, o artesanales en el mejor de los casos. Las connotadas obras de arte parecen no ser fabricadas por seres humanos.
Es que las creaciones de los asalariados (bienes), las que denigrantemente son empaquetadas y etiquetadas como Producto Territorial Neto (PTN), fueron elaboradas con ayuda de los instrumentos más bellos y hermosos también producidos por quienes paradójicamente no son sus dueños siendo sus creadores. Por eso acuden al mercado a exponerse a todos los abusos y maltratos que otro explotador comete con apoyo ideológico y constitucional prestado por el patrono fabril, por el financista banquero y por el gobernante obedientemente servil de todos estos coexplotadores. ¿Quién podría seguir negando que el bifaz cavernario (antecedente del hacha) no es una verdadera obra de arte, histórica y dialécticamente hablando?
Pero hay una función realizada por el mismo asalariado que razonablemente estaría dispuesto a negarla por orgullo propio. Se trata de la función de pendejo. Este papelucho lo desempeña diariamente cada asalariado luego de hacer familia y de haber criado y formado a sus hijos hasta capacitarlos como integrantes de la no menos denigrante categoría de: “económicamente activa” (útiles para ser explotados por los mismos patronos de sus padres o por las sucesiones correspondientes).
Ocurre que con el miserable salario que “estiró” a más no poder, para que le rindiera y así aparentar que él “no era pobre”, con un salario por el que hasta sangre y auténtico sudor les costó a muchos de sus compañeros de infortunio burgués, con ese salario, decimos, se dedica a proveer a largo plazo de una fresca mano obra a unos patronos que ni siquiera pagarán por ella el precio del salario medianamente admitido como paga ordinaria.
Efectivamente, los jovencitos y jovencitas estarán muy satisfechos y hasta contentos con los “4 reales” de salario minimizado1/ que esos patronos le pagan aun personal por el que hasta se pone exigente y llega a exigirles “buen presencia” como prerrequisito contractual. Estos jóvenes asalariados destinan buena parte de su miserable paga a bisuterías, pinturitas de uña de buhoneros, peinados, y ahora para pagar la tarjeta de un celular de mensajitos “Morse” con los que más es lo que coquetea que lo que le sirve para comunicarse. Señalemos esos patronos entienden por buena presencia que vayan bien vestidos, bien peinados, bien acicalados y hasta bien perfumaditos, todo con cargo a unos padres que todavía costean todos esos bienes por amor a sus hijos sin caer en la cuenta de que pendejamente sólo está sobreenriqueciendo a los patronos de sus hijos.
1/ Salario Mínimo que en Venezuela este año y el 2009 fue pagado por debajo del salario que ajustaría la tasa de inflación el Primero de Mayo, sg. hábito burocrático. Se reconocerá sólo 10% del ajuste de 25% con dos meses de anticipación al “Día del Trabajador”, mientras el remanente se reconocerá con atraso de 4 meses.