Se veía venir. Es una recurrencia de lo que sintió cuando fue nuestro embajador en Chile, al desconectarse proceso. Luego volvió y de nuevo en la arena de las ideas se juntó a nuestro líder para ayudar según su estilo. Este señor no es ningún bisoño de la política. Aceptó (a dedo) su nombramiento como vicepresidente del Psuv y en esa trinchera realizó una labor poco fructífera. Los anillos de poder que rodean a Chávez, los que él llama “alacranes”, lo fueron arrinconando y finalmente lograron su cometido, sacarlo de escena. Una persona que anhela un cambio socialista no puede salir invicta si trabaja en el mismo pantano. Nosotros, los que soñamos en Aporrea, hemos escrito miles de veces sobre el tema. Hay mucha burocracia y negocios en el alto gobierno, falta mucha conciencia revolucionaria, el presidente no sale de sus amigotes que le echan la burra pal monte. La derecha endógena está más viva que nunca. Cuando escuchamos a ministros, alcaldes y gobernadores llenarse la boca con la palabra revolución, vemos en sus rostros la cruda imagen de la hipocresía del Pilatos. Son gente, en su gran mayoría, que no bajan a dialogar con el pueblo que los eligió, se aburguesan, se enchinchorran en una oficina, se compran sus Tahoe, sus Toyotas Runner, sus 4X4 y dejan al ciudadano común en 4 bloques esperando respuestas. Eso sí, en tiempos electorales salen con sus ropajes de engaño para captar sus "valiosos" votos.
Yo no creo que una manada de corruptos vaya a acabar con el proceso bolivariano pero lo van socavando hasta que explota la bomba de angustias y decepciones que conllevarían al retorno de los opositores asesinos y lacayos y eso significaría una batalla violenta que no queremos imaginar. Al leer las líneas de Luis Britto García cuando afirma que “siembra trámites, cosecharas corrupción”, estamos ante una realidad palpitante e involutiva. En el país casi todo es un maldito trámite, una llamada al funcionario amigo para que nos resuelva algún contrato, una conversa con Chávez para que mande al demonio a cualquier enemigo, etc. Y todo eso es el pantano de dónde debemos salir para no caer en el abismo cuarto republicano. El soberano NO es escuchado en “nuestros” canales de televisión donde impera una estúpida censura. No tenemos una tribuna para clamar lo que siempre nos ha sometido: La desidia de los funcionarios oficiales. Y así vamos perdiendo más y más votos, más gente decepcionada y el lúgubre manto del desencanto arropa a muchos compatriotas valiosos que día a día transitan por esas calles de la esperanza. Nuestro líder presidente debe abrir los ojos y dirigir la mirada al clamor popular. Debe realizar asambleas populares para que escuche lo que muchos de sus amigos de Miraflores no quieren que escuche. La crítica constructiva no gusta.Los “alacranes” siguen vivos. Que el dios de Chávez salve a la patria y evite el deslinde de muchos Müller Rojas.
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