No es secreto, que cuando fallan en sus funciones los demás poderes públicos, la culpa se Le endilga al presidente de la república. Lo mismo que cuando, un gobernador, alcalde o simple funcionario publico, que se identifica, o se hace identificar con un proyecto político, cuando éste falla, también falla el proyecto político, con el cual se identificó quien debía cumplir una función de gobierno.
Dada la fortaleza del ciudadano presidente en la aceptación popular, para la oposición estúpida y absurda y sus patrones, era riesgoso ir de frente en contra de esa fortaleza, así, se enfilaban las baterías mediáticas en contra de todo lo que fuere representativo de la revolución, menos contra su insignia. No es que desdeñaban la idea, no, es solo que el hueso era muy duro y temían por sus cariados y débiles dientes. Entonces decidieron comer por la orillas y atacar la parte mas blanda del pastel. En cierta forma causaron un efecto. Pero un efecto de doble acción, que más que perjudicar, favoreció al proceso: tuvieron que sacar a flotación a los miserables infiltrados que permanecían inmersos engañosamente dentro de las filas de la revolución y los quemaron. Pero ahora, las baterías mediáticas y las no mediáticas, se dirigen directamente al director de la orquesta (Chávez) esto obedece a que el instigador principal a deducido que es llegado el momento de atacar a la cabeza de la revolución, de debilitarlo y de descabezar a la criatura neonata.
De la misma forma que el líder del poder ejecutivo asume la culpa o la bondad de una acción errada o acertada de cualquiera de los poderes autónomos. Por que así lo entiende el pueblo. De esa manera también, cuando un fiscal, un contralor, un defensor del pueblo, un defensor publico etc. Cuando falla; esa falla es responsabilidad del jefe de ese poder. En las bases del proceso, no estamos, ni ciegos, ni sordos, ni mudos, ni menos locos. Entendemos y comprendemos las responsabilidades, nos hacemos esperanzas por que las cosas se hagan de acuerdo a los valores y principios que se promulgan sobre el socialismo y el anti capitalismo, y que deben ser acatados y expuestos como ejemplo por los funcionarios que se presentaron como revolucionarios.
¿Que de revolucionario tiene, que un gobernador se venda mediáticamente como revolucionario y a la vez se ligue con los explotadores capitalistas de la arena y la arcilla en el estado Yaracuy y se ligue con la empresa privada por encima de las empresas comunitarias o empresas socialistas o las cooperativas, a las cuales solo usan como mano de obra barata sin garantías laborales, para favorecer a amigos y empresarios, asociados en la oscuridad de la complicidad. Ese es el caso del gobernador del estado Yaracuy, un personaje que está realizando una labor más nefasta que la de su antecesor, Carlos Jiménez, aliado de Ismael García. Ya se está dando el lujo este tétrico personaje propagandeado, de amenazar por intermedio de sus empleados de la zona educativa, a quienes no se le someten, con desplazarlos a otras regiones o a otras responsabilidades diferente a las que han desempeñado por largo tiempo.
En el corazón y esencia del pueblo sabemos y conocemos el compromiso del camarada presidente con la revolución verdadera, pero también sabemos de las limitaciones y las trabas que por su alta responsabilidad se le presentan por tener que confiar en individuos, que se vendieron como pueblo y resultaron oligarcas de la peor calaña. Esto es algo harto denunciado por nosotros los pendejos de las bases y por líderes más destacados, que lo denuncian, prenden el candelero y, se van sin dar la pelea, quizás por cansancio, quizá por rendición (yo no acuso ni defiendo). ¿Por qué si en Venezuela se han construido tantas obras de infraestructuras visibles, necesarias y de alta utilidad, se hacen desconocidas aun por quienes se benefician? ¿Por que si la energía, el espectro radioeléctrico y los espacios físicos sólidos son de la nación, no se obliga a los que utilizan esas propiedades colectivas, para que informen objetiva y verazmente de esas obras y sus beneficiarios? El estado no está obligado a gastar un céntimo en la publicidad de sus obras. Los medios que usan los espacios y propiedades colectivas también deben retribuir gratuitamente a ese colectivo, dueño del espacio que usan, con informaciones objetivas y veraces sobre las obras del estado ( que somos todos) que beneficien al gran colectivo. Quien no se quiera adaptar a esa medida, que devuelva por las buenas o por las malas lo que pertenece a las mayorías.
Cuando el pueblo elige a un funcionario, es con la finalidad que aplique un programa que se presentó incluido dentro de un proyecto de gobierno, que se enmarca dentro de una organización política, económica y social, que es aceptado por quienes tienen la potestad de elegir. Si ese funcionario, violó ese proyecto y no lo aplica, debe ser removido, por que simplemente violó un contrato. Es asunto de de las leyes: me vendiste un proyecto, ¿no lo cumpliste? te demando, y te destituyo, cobrándote daños y perjuicios.
Si es cierto, que cada posición de responsabilidad debe estar acompañada por un equipo de confianza con el cual poder contar para ejecutar las políticas necesarias a fin de avanzar en la implementación del proyecto revolucionario, también es cierto, que tienen que haber cargos claves que mantengan los proyectos en ejecución, más allá de los funcionarios temporales o circunstanciales. Esos funcionarios estables, deben estar ganados para el proyecto político revolucionario, como garantía de la continuidad administrativa y el buen rendimiento económico de las inversiones estatales. No es posible seguir derrochando los dineros públicos, en proyectos que tan pronto se cambia o sale el funcionario de jerarquía que lo impulsaba, se abandona su ejecución y se pierde el dinero invertido. Me consta y lo he vivido en carne propia en los cañizos - palo quemao, en lo referente a agricultura, pero se que también en el ramo industrial, pesquero, de viviendas etc., sucede esa anomalía. Sigo insistiendo: hagamos revolución aceleradamente y tratemos de dar el mayor rendimiento posible al dinero invertido, es asunto de moral y conciencia revolucionaria
javierdelvallemonagas@gmail.com