“La amistad de un amigo es la mitad de un traidor”
Víctor Hugo.
Basta recordar a los autores materiales e intelectuales del golpe de Estado del 11 de Abril del 2002, para confirmar esta sentencia de Víctor Hugo.
Dícese que alguna vez, un connotado comunista dio un discurso que la burguesía ahí presente se puso de pie y aplaudió hasta el cansancio; viendo aquel gesto, el camarada se llevó las manos a la cabeza y exclamó en voz baja ¡Coño!..“Que habré dicho que mis enemigos de clase aplauden”. Así actúan la mitad de ese amigo que dice Víctor Hugo.
Tal actitud, la vive y vivió el Presidente con su entorno años antes del golpe de abril: la cúpula eclesiástica lo aplaudió, los banqueros aplaudieron, los dueños de medios lo difundieron, el generalato lo saludó, Rosendo, Baduel lloró Miquelena, Alfredo Peña, embajadores, ministros empresarios y “líderes” políticos le adularon hasta lograr el objetivo de ser parte de su entorno.
La traición ¡ojo! no puede ser al calco de los años previos al 11 de abril, tampoco puede circunscribirse al salto de talanquera, renuncia al partido etc. la mitad del amigo de Chávez que dice Víctor Hugo se puede ver y sentir en la mayoría de las directrices institucionales o quintas columnas que socavan las bases del proceso y conspiran ¡¡¡Cuidado!!! si con mayor eficacia que el golpe de Estado del 11 de abril, toda vez, que lo que se deja de hacer, o se hace mal, hace mella en la confianza del pueblo con su líder y por consiguiente en el proyecto Bolivariano –Socialista que encarna.
El proceso como sabemos, debe y tiene que desarrollarse en el terreno práctico -dijera Simón Rodríguez y los Tupamaros en Uruguay...”Inventamos o Erramos”, “Poca tinta y mucha Acción”, respectivamente. Dé cualquier manera, la practica sigue siendo la razón de la verdad.
“NO LE PROFESA LA AMISTAD VERDADERA Y PURA SINO QUIEN HABLA LA VERDAD Y LE ACONSEJA EL BIEN “ Simón Bolívar
*Periódico Alternativo DIGALO AHÍ
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