¿Quién es nuestro enemigo táctico?

Recuerdo una concentración multitudinaria efectuada en el año 2.003 en la Avenida Bolívar de Caracas, donde Chávez definió con precisión, el carácter antiimperialista del proceso de transformación política, social, económico y cultural iniciado en 1.999. Fue un salto cualitativo y cuantitativo consecuencia de la grosera, torpe, brutal y antinacional campaña contra el proceso, financiada y auspiciada desde los centros imperiales de poder, y ejecutada dócilmente con gran entusiasmo por los sectores mas retrógrados de la derecha venezolana, que con un poder mediático sin límites éticos ni morales, arrastraron a toda la oposición, sin distingos, a una secuencia de hechos, que incluyeron, huelgas empresariales, golpe de estado, plaza Altamira, sabotaje petrolero, guarimbas, y paremos de contar.

Para nuestro pueblo, que tan heroicamente había logrado imponerse a todas esas intentonas con sacrificio, con muertos y con sufrimiento, fue una definición trascendental porque significaba que se había caracterizado al enemigo estratégico y a sus aliados; y eso era muy importante. Hoy; al 2.010 me pregunto: ¿Y cuales son nuestros enemigos tácticos?.

Indudablemente que somos nosotros mismos, y entiéndase: no es nuestro pueblo; son los que interactuamos en su nombre; los que hemos sido elegidos o nombrados para solucionar sus problemas y en lugar de ser sus representantes y voceros, lo que hemos hecho es resolver nuestros problemas y olvidarnos de las obligaciones que adquirimos con nuestros electores; los que hemos ido creado estructuras burocráticas cada vez mas ineficientes y corruptas; los que al llegar a un cargo público, en cualquier institución, la llenamos de amigos incondicionales en lugar de probos y eficientes; los que hemos privilegiado la maniobra sobre las organizaciones políticas y sociales para garantizarnos cuotas de poder; los que manipulamos elecciones de las que sean, para garantizarnos que los elegidos sean “nuestros” cuadros y no los mas capaces; los que pintamos nuestros nombres en gorras, franelas, ambulancias, patrullas y vallas para promocionarnos con dinero del erario público; los que al llegar a una institución con vicios cuarto republicanos, los mimetizamos y los hacemos mucho mas ineficiente; los que al crear una nueva institución “calcamos y copiamos” los vicios que decimos combatir; y en fin: los que al llegar a un cargo público, creemos haber coronado todas nuestras aspiraciones y comenzamos a ver el socialismo como una utopía muy lejana, y cuanto mas lejana mejor. Y aunque usted no lo crea: Nos llamamos “Chavistas”, y en nuestras vallas decimos que con Chávez y nosotros, el pueblo es el gobierno.

El inmortal Alí Primera decía: “El pueblo es sabio y paciente”. Fidel, en un recorrido por Barinas con Chávez, le dijo: “Tu no puedes ser el Alcalde de todos los pueblos”. Chávez, con su mente visionaria, repite con frecuencia: “El diablo está en los detalles”. Y ciertamente, los señalamientos que hago, son detalles que nuestro pueblo con su inmensa sabiduría, ha expresado en encuestas de opinión, donde reflejan un apoyo sostenido al Presidente, y una crítica permanente a la gestión del Estado.

Recuerdo así mismo, cuando después de la derrota de la Reforma Constitucional, en un análisis crítico y auto crítico de la gestión de gobierno, Chávez lanzó aquella consigna de las tres erres: (Revisión, Rectificación y Reimpulso). Al principio, todos suponíamos que reencontraríamos el camino de un crecimiento sostenido de conciencia y de compromiso con la revolución. Sin embargo, los avances, que indudablemente los hubo, no han sido suficientes. Necesariamente debemos transferirle mas poder al pueblo; pero óigase bien: “al pueblo”, porque pareciera que muchos gobernadores y alcaldes suponen que esta transferencia es “a sus incondicionales”, al mas puro y putrefacto estilo cuarto republicano, frenando el ascenso de líderes natos de las organizaciones sociales y políticas, e incluso dividiendo tales organizaciones cuando no logran esos objetivos.

Ya me imagino a muchos de nosotros diciendo “este camarada está denigrando del proceso; generaliza situaciones puntuales y focalizadas, y le hace un flaco servicio a la revolución”. Esos son los que yo digo que sufren “infofrenia inversa”. Los que solo se ven en el espejo de su limitada cosmovisión.

Ha terminado el Congreso del Partido; el partido mas democrático que históricamente ha existido en nuestro país. Soy de los que opina que quedó mucha tela que cortar, y que alfunos delegados fueron electos, no tanto por su disciplina militante, espíritu de sacrificio y solidez ideológica, sino por formar parte de grupos incondicionales a Alcaldes, Gobernadores y Ministros que lamentablemente, debemos decirlo, han secuestrado a la organización para ponerla al servicio de sus muy particulares intereses, que no son, precisamente los del pueblo que creen representar. Pero no importa; hay que decir como el mártir Jorge Rodríguez: “EL SOCIALISMO SE CONQUISTA PELEANDO”. Esta lucha, aún desigual, la seguiremos dando, y llegará el día que se abran las anchas alamedas, como dijo el insepulto Salvador Allende.

El análisis de esta situación, es la que obliga a participar este domingo en las alecciones del PSUV para elegir lis candidatos a la Asamblea Nacional. A ella deben llegar verdaderos revolucionarios comprometidos con el Socialismo; dirigentes vinculados a sus patrullas y a los movimientos y colectivos existentes en su circuito; militantes dispuestos al sacrificio sin pedir nada a cambio; hombres y mujeres íntegras, combativas, con sólida formación ideológica. Necesitamos una Asamblea Nacional al servicio del pueblo, que esté dispuesta a destruir el parlamentarismo burgués para construir una Asamblea Popular Socialista. Votaré en el Circuito 2 de Caracas, por FERNANDO SOTO ROJAS, con la TARJETA No. 24, porque sé que es un hombre sin dobles discursos.


ggoldingl@gmail.com


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