La dinámica socio-política presenta en su accionar caminos sinuosos y contradictorios que logra que no siempre exista una correspondencia entre lo que se conoce como “el deber ser” y “lo que es”.
Es lo que sucede con el PSUV que queremos y lo que algunas/nos dirigentes políticos hacen para que no se materialice lo que creemos deberían tener como conducta una/un militante revolucionario.
Considero que algunas actuaciones ocurrieron en ésta campaña que finaliza hoy. Que nunca debieron haber ocurrido en el principal partido revolucionario de Suramérica y uno de los más grandes del mundo proporcional a su población.
En los Altos Mirandinos, en la dinámica electoral interna, podemos señalar algunas conductas inapropiadas:
* Irrespeto a las normas internas y por lo tanto a la militancia
* El uso grosero de recursos por parte de algunas/nos precandidatas/tos
* Directores y gerentes que no sé desincorporaron del cargo
* Las caravanas de vehículos como “sustituto” del debate ideológico
* Los que ensuciaron las paredes con afiches a pesar de estar prohibido.
* “el secuestro” de la data de la militancia.
* La presión sobre los empleados públicos para que voten siguiendo “línea”
Existieron otras” desviaciones” que se pueden mencionar pero en aras de la síntesis, quiero que las/los militantes del PSUV que queremos, deben saber que con “personajes” que impiden que tengamos un verdadero partido revolucionario, ético y solidario, la lucha interna será a fondo por desterrar las actitudes cuarta republicanas en el seno de nuestra organización.
Confío en que una/un revolucionaria/o verdadera/o no podrá votar jamás por personajes que se dicen ser izquierdista pero actúan peor que un derechista.
Espero que haya una votación masiva y se les dé una lección, castigando a los que no desean que soñemos con un PSUV sólido en su ética revolucionaria.
oscarbravog@hotmail.com