Miércoles,08 de febrero de 2017.- Héctor Navarro durante su participación en el acto del primer aniversario de la Plataforma del Pueblo en Lucha y el Chavismo Crítico que se llevó a cabo el 31 de enero en el auditorio de la facultad de Humanidades de la Universidad Central de Venezuela, la UCV, luego de recordar algunas anécdotas del pasado en esta casa de estudios, expresó que encuentra un paralelismo histórico entre: la situación venezolana actual, que tiene relación, obviamente con la situación mundial actual, me recuerda mucho la situación que se vivió hace 100 años aproximadamente, la situación previa a la primera guerra mundial, había un conflicto que no tenía absolutamente nada de ético, sino que el conflicto estaba establecido entre factores que estaban tratando de ponerle la mano al recurso natural, a los mercados, etcétera.

Factores del capital, del capital universal que pugnaron por la supremacía de su capital.

La crisis que caracteriza a la Venezuela de hoy, bueno, cada vez nos estamos alejando mas de una Democracia Socialista y por supuesto, en relación con el desarrollo del poder popular del cual nos hablaba Hugo Chávez, incluso en el Plan de la Patria y en El Golpe de Timón.

La crisis no se debe decantar sobre el pueblo trabajador: desabastecimiento, inflación, pésimos servicios, seguridad.

La gran burguesía se convierte, entonces, en socia del estado venezolano.

Hay elementos entonces, eslabones que unifican a los factores de poder en el Gobierno, la derecha que está en el Gobierno, la derecha que gobierna con la derecha que aparenta estar en la oposición.

Existe una nueva burguesía emergente, bancos que surgieron de la noche a la mañana, a la sombra de la Revolución, mil multimillonarios que surgieron a la sombra de la Revolución.

Un Gobierno absolutamente desordenado e incapaz de tomar decisiones coherentes...partido castrado, sin democracia y absolutamente clientelar, cada día mas distanciado del pueblo, capitalismo de estado, que incluso se hace trampas así mismo y al pueblo...vende las cosas que trae por encima del valor que está se supone regulado...y una unión cívico-militar muy mal entendida, esa no era la unión cívico-militar, ese no es el concepto de unión cívico-militar.

Estamos en una socialdemocracia y además necesariamente ha estado desmontando muchos de los beneficios adquiridos con Chávez, como el derecho al salario justo, a las prestaciones sociales, a la educación, a la salud, a los alimentos, a la medicina, a la seguridad, al trabajo. Todos ellos derechos que están en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y que además, cada día hace mas uso este sistema, esta socialdemocracia hace mas uso de la represión, como no pueden dar respuestas acuden entonces a la represión.

Una crisis política galopante, crisis de gobernabilidad, crisis de liderazgo, tanto en el gobierno como en la oposición, un sistema, un sistema completo, un sistema de la derecha haciendo aguas, una profunda crisis y una crisis obviamente de hegemonía.

Se impone con absoluta urgencia el desarrollo de una nueva referencia política...referencia política de la izquierda, de los trabajadores que tomando y ampliando las muy válidas banderas de Chávez, como punto de partida, esas banderas están vivas, están vivas en el colectivo, están vivas en el imaginario de la gente.

Dos elementos, dos etapas, uno, en el corto plazo prepararse para la defensa, para impedir que el fascismo siga avanzando...y segundo prepararse para disputar el poder político construyendo un polo verdadero de izquierda.

Este Gobierno está entregado al fascismo, este Gobierno está entregado a la derecha.

Tal referencia política, independientemente del nombre que se decida, partido, movimiento, comunidad, asociación, colectivo político, cualquier nombre que se decida, necesariamente tiene que desarrollarse sobre la base de una profunda horizontalidad que permita que las decisiones sean tomadas en y por instancia de decisión colectiva, verdaderamente democrática y donde sobre la base de un conjunto público, conjunto público de principios y objetivos éticos, revolucionarios, previamente acordados y colectivos y comprometidos, exista autonomía de acción suficiente para el sambleo de políticas acordes en los espacios sectorial, local y regional.








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