Han transcurrido más de 30 años de la llamada “Revolución de los Sargentos” del 25 de febrero de 1980 encabezada por el Teniente Coronel Desi Bouterse (64), quien ahora ha sido señalado como virtual ganador de las elecciones legislativas efectuadas este martes en Surinam, utilizando la misma consigna popular de entonces en lengua sranantongo “TIDE TAMARA WE STREE GO MORO FARA”, traducido al español “Hoy y mañana continuaremos en la lucha”.
Algunos medios de comunicación han informado que según los resultados provisionales “el ex dictador de Surinam” y su partido Mega Combination (MC), obtuvo 23 de los 51 escaños, por lo que tendrá que buscar 3 escaños para controlar el parlamento, el Presidente Ronald Venetian quien gobernó durante 10 años con su partido Nieuw Front, obtuvo 13 escaños y el ex líder rebelde Ronny Brunswijjk 7 escaños
Después de tres siglos de colonialismo, esta nación multiracial y políglota, fronteriza con Brasil, Guyana y Guayana Francesa recibió 350.000 esclavos africanos, anhelaba su independencia, enfrentada al poder imperial de Holanda que decidió otorgarsela finalmente el 25 de noviembre de 1975. En verdad, luego de la independencia, Holanda, esperaba mantener una relación neocolonial y Surinam, su independencia para resolver el caos heredado de Holanda, con una población compuesta por 37 por ciento de indostanos, 36 por ciento africanos y 13 por ciento cimarrones, con un desempleo cercano al 35 por ciento y un creciente éxodo de 130.000 personas entre 1965 y 1978 según estadísticas de la escritora Cecile Zandwyken.
la intranquilidad se apoderó de Surinam, cuando la antigua metrópoli comenzó a incumplir sus promesas de cooperación económica, en medio de un proceso de fuga de capitales, abandono de planes de construcción de viviendas, corrupción generalizada y estancamiento de la producción.
Un día antes de la insurrección militar del 25 de febrero de 1980, un grupo de dirigentes del Sindicato de Cuadros Militares que presidía Desi Bouterse fue encarcelados por órdenes del impopular Presidente Henck Arron, de inmediato, Bouterse puso en marcha el plan “Hora U” con otros 16 suboficiales, tomaron la lancha S-402 en el río Surinam y para liberar los militares presos ordenó cañonear el edificio de la policía donde se había refugiado Arron. Más adelante, el gobierno revolucionario ordenó construir en ese lugar un monumento de la revolución como testimonio del pasado.
Tan pronto Bouterse, se enteró de nuestra presencia en Surinam y de la solicitud para entrevistarlo para la revista Soberanía, de Nicaragua, nos la concedió de inmmediato.
Tal como nos habían informado algunos amigos, entre ellos el Dr. Glenn Sankatsing, Ministro de Educación, pudimos constatar que Bouterse a diferencia de los calificativos de la prensa derechista y reaccionaria del continente era una persona humilde, sencilla, carismática, deportista, que gozaba del respeto de la oficialidad, con mucha simpatia popular y con una ventaja muy importante: excelente humor.
Cuando le pregunté cuales eran las opciones que tenían en sus manos cuando los militares tomaron el poder, el Comandante Desi Bouterse, me repondió: “Efectivamente, nosotros nos dimos cuenta que teníamos tres opciones en nuestras manos, la primera, instaurar en el país una dictadura militar. Si hubiéramos tomado ese camino tendríamos todo el apoyo del imperialismo y hoy no existiera en contra nuestra ni del proceso revolucionario ningún tipo de campaña desestabilizadora, ni conspiraciones de ningún tipo para tratar de aplastarnos con mercenarios, la segunda, era la de devolver el país a los grupos dominantes, lo cual nunca nos lo hubiera perdonando la historia y el tercer camino, seguir adelante para liberar a nuestra patria hasta conquistar la verdadera independencia y soberanía nacional”.
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