La empresa British Petroleum (BP) está más preocupada porque los gastos que se enfrenta podrían superar el beneficio del año pasado. En segundo plano está el grave daño ecológico que está causando el derrame petrolero, lo otro es que se demuestra que las corporaciones tienen el control político mundial, porque en la mayoría del mundo estas tienen el control de las economías y los poderes políticos reciben obsequios de las corporaciones para que legislen en favor de ellas. Recuerden aquí en Venezuela en el último gobierno del Dr. Caldera, la famosa apertura petrolera donde se entregaron pozos que aun producían petróleo de baja densidad, llamados crudos ligeros y la faja petrolífera del Orinoco.
Este accidente tan grave que afecta la biodiversidad del Golfo de México debe servir de ejemplo y modificar la figura jurídico de las corporaciones, obligando que los responsables de estas transnacionales y de los gobiernos nacionales sean enjunciados y paguen con cárcel por este tipo de accidentes. Lo que acostumbran estas corporaciones cuando ocurre un accidente ecológico como este prefieren pagar las multas irrisorias, en vez de ser responsables e invertir en sistema de seguridad efectivo para este tipo de eventos. Otro paso que deben dar es legislar para eliminar la inmunidad y poder que tienen las corporaciones. Lo otro es limitar o cambiar las normas sobre el otorgamiento de licencias en las aguas profundas para la explotación de Petróleo.
Los adláteres de la globalización, los cuales se creen dueños de la verdad absoluta, económica defendían la autorregulación de los mercados. Ya vemos las consecuencias: una crisis mundial galopante bajo el imperio de la rapiña de tramposos, estafadores y corruptos. ¿Quién gobierna este mundo?: ¿Los Estados o las multinacionales? Estas dominan a sus anchas como el caballo de Atila.
No se trata tan solo de juzgar por lo civil y lo criminal a BP, ya que bien podría haber sido otra empresa la causante del desatino. Lo que realmente debemos plantearnos es si debemos poner ante un tribunal de justicia a todo un sistema capitalista que nos lleva hacia el abismo. Si, hablo de esos mismos que nos torturan con de economía sustentable. Hoy, los ciudadanos de los países ricos son menos ricos, mientras que los de los países pobres, más pobres, con la salvedad de unos cuantos afortunados.
A las corporaciones se les garantiza el derecho de lo que se llama “tratamientos nacionales”. Las personas no tienen ese derecho. Si un venezolano llega a Estados Unidos, no puede reclamar tratamiento nacional, pero si General Motors va a otro país, puede reclamar tratamiento nacional. De hecho las corporaciones pueden demandar a los estados, lo que ustedes y yo no podemos hacer. Así que se les garantizan derechos que las personas no tienen. Son inmortales, son extraordinariamente poderosas, son patológicas por exigencia legal, y ésa es la forma contemporánea de totalitarismo.
Con estas corporaciones trasnacionales surgen los monopolios, que muy pronto iniciaron la concentración financiera, comercial y crediticia, acumulando una enorme capacidad en la producción y los servicios. Desde entonces el petróleo fue un sector dominado por las llamadas ¨siete hermanas¨, cuatro de ellas norteamericanas, con la Standard Oil a la cabeza. Su poder era tan grande que iniciaban y terminaban guerras y cambiaban reyes y presidentes, según sus intereses.
El hundimiento de una plataforma petrolífera de la empresa británica BP, está derramando toneladas de crudo en el Golfo de México y causando un grave daño ecológico.
Los constantes fracasos de BP para cerrar el pozo que está vertiendo desde hace semanas petróleo en el Golfo de México están poniendo el peligro la independencia del gigante británico en Estados Unidos. Las acciones de BP se han desplomado un 34% desde que el 20 de abril se produjera el accidente en la plataforma petrolífera, esto es, 40.000 millones de libras de su valor.
Según medios británicos, BP podría encarar gastos valorados en 22.000 millones de dólares, lo que supera el beneficio que obtuvo la petrolera el año pasado. Además, BP se enfrenta a una investigación civil y criminal en Estados Unidos. Pero el daño ecológico cuánto cuesta, solo el planeta nos pasara factura y ese día está muy cercano. Los especialista en la materia señalan que hasta treinta años podrían tardar las autoridades ambientales en subsanar el daño causado por la marea de hidrocarburo en el Golfo de ese país, -el pasado 20 de abril-, calificada como la catástrofe ecológica más grave en la historia de los Estados Unidos. Además, su rehabilitación será muy costosa, considerando la profundidad del derrame, de 1.500 metros, sin contar con las consecuencias que se sentirán en lluvias y nevadas atípicas, afectando todo el globo terráqueo.
Este derrame petrolero de magnitudes gigantescas, agrava el daño ecológico en el Golfo de México, porque el golfo está convertido en un chiquero a causa de la polución y contaminación que el río Misisipi vierte en su delta. Ahora son más de nueve millones de galones de petróleo derramados, un promedio de 30 mil barriles diarios; además el producto que compran para controlar el derrame, los dispersantes, también son tóxicos. Los capitalistas no les interesa los daños a la biodiversidad de los océanos, para ellos todo es una cuenta bancaria, beneficios y bolsas de valores. Los daños ecológicos son irreparables.
La mancha puede extenderse desde Luisiana hacia las costas atlánticas de EE.UU., bañar una de las zonas más turísticas de este país, como lo es el Estado de Florida, tocar a Cuba, y llegar costas Mexicanas de Veracruz. Los ecólogos americanos no saben qué hacer para evitar que este “oro negro” penetre en sus ricos y biodiversos humedales.
Hay que tomar en cuenta que en el Mar del Norte la explotación la realizan entre 100 ó 200 metros y en Golfo de México se realiza a más de mil metros de profundidad, entonces hay que preguntarse, ¿Se disponía de la tecnología adecuada para hacer frente a explotación”? ¿Se había probado su eficacia? No es igual la presión de una columna de agua de 100 metros a una presión de mil metros de profundidad. Nadie se percató de ese detalle. Por tanto, debemos preguntarnos una vez más ¿Qué estudios de impacto ambiental se presentaron? ¿Qué organismo concedió las licencias? La respuesta la tiene Barack Obama. Ellos también son responsables. Obama amenaza a la BP con adoptar medidas que van más allá de las financieras, es decir penales. ¿Qué harán los países vecinos, susceptibles de ser afectados? ¿Se conformarán con una pequeña limosna? Hablamos de pérdida de biodiversidad y destrucción da hábitats naturales protegidos, pero también de gravísimas pérdidas económicas que pueden alcanzar a países y ciudadanos que sufren las consecuencias de vivir al desamparo de economías muy precarias.
Mientras en Luisiana hoy los pescadores alegan que no se trata ya de dinero, sino de sus pesquerías, tierras y forma de vida, los de Florida tiemblan si sus playas se pintan de oro negro. ¿Pero y en México, Cuba, etc.?
La globalización continúa su impenitente empresa de demoler la biosfera y convertirnos a todos en esclavos de unas empresas cuyos accionistas mayoritarios debieran pasar por los tribunales de la justicia, por no decir otra cosa. Todos somos culpables por perpetuar el silencio de los corderos.
Al final, las dimensiones de la tragedia dependerán, tanto de la diosa fortuna, es decir de los impredecibles devenires de las circulaciones oceánicas y atmosféricas, como de que a los sesudos técnicos de BP se les enciendan las neuronas. No sé cuáles son menos peligrosos. En Venezuela hay que estar vigilantes con las empresas petroleras foráneas y nacionales, debemos vernos en ese espejo del golfo de México. Debemos ser estrictos en el cuido de biodiversidad, el petróleo no es eterno ni vital para la vida. Aprendamos de las lecciones ajenas. Es prioridad de PDVSA y del El Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (Minamb) estar vigilante de la contaminación que se producen por la explotación petrolera, actualmente en el lago de Maracaibo hay un derrame de crudos y esto no parece preocupar a los entes gubernamentales, esto es una irresponsabilidad no asumir este incidente que se puede convertir en atentado contra la biodiversidad de este reservorio de agua, recuerden que el aire, el agua y los bosques son más importantes para los seres humanos y el futuro de la humanidad.
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