Se ha fortalecido un complejo militar-financiero que gobierna el mundo, en detrimento de la economía real. Por eso la economía de EEUU, que hegemoniza la transnacionalización, no está fundada en el ahorro, la inversión y la producción, vinculadas a una distribución de la riqueza, que ofrezca mayores niveles de empleo y bienestar, como base de la cohesión social.
La cohesión social se logra hoy mediante una dictadura mediática que impone valores, una visión del mundo y salidas individuales sustentadas en el éxito material. El miedo es el denominador común: al extranjero, al que tiene otro color de piel, otra religión, otra cultura, al pobre. La exclusión, que niega la democracia y legitima la violencia.
Ello ha conducido a la revitalización de la esclavitud, incluido el tráfico sexual de millones de mujeres, niñas y niños, y la superexplotación de la naturaleza que se agudiza con la asignación de precios a los ecosistemas, a la diversidad biológica y a los saberes de las civilizaciones originarias.
Para sostener este entramado de violencia se ha constituido por primera vez en la historia, un bloque militar-mundial con ramificaciones en todos los continentes, dirigido por el Pentágono a través de la Otan, del cual forman parte las bases militares de Colombia, la de Costa Rica y cerca de mil bases militares en el planeta.
Esta militarización se combina con las políticas del FMI que reducen el gasto social, generalizan las privatizaciones y la destrucción de lo público garantizando que los bancos recuperen préstamos, mientras se debilita a los movimientos sociales.
Uribe y los gobiernos de Colombia forman parte de esa red, que militariza las relaciones internacionales. Contrastan como señala el Presidente Chávez, los esfuerzos de Venezuela por establecer una sociedad de paz fundada en la justicia y las iniciativas uribistas por extender la violencia transnacional, que sabotea los esfuerzos de paz.
Para neutralizar esas amenazas es clave, entre otras medidas, una comisión Colombia-Venezuela a nivel presidencial, que vigile las fronteras; que desmantele las redes narcoparamilitares; regule el flujo de refugiados; evite la penetración de fuerzas irregulares o regulares. Que evidencie en el terreno las manipulaciones mediáticas que se lanzan desde Colombia.
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