Cuando uno
ve y escucha a Luiz Inacio Lula da Silva, es indudable que está
ante un excelente líder sindical, un hombre poderoso capaz de manejar
una gran empresa llamada Brasil. Pero si uno ve y escucha a Hugo Chávez
se da cuenta de que está ante un líder natural de nuestra América
Latina, como bien los predefinió el poeta y mártir cubano José Martí
en su ensayo Nuestra América*(Publicado
en: La Revista Ilustrada de Nueva York, 10 de enero de 1891) donde acierta perfectamente en la
descripción del liderazgo que conocemos:
“…y el buen gobernante en América no es el que sabe cómo se gobierna
el alemán o el francés, sino el que sabe con qué elementos está
hecho su país, y cómo puede ir guiándolos en junto, para llegar,
por métodos e instituciones nacidas del país mismo, a aquel estado
apetecible donde cada hombre se conoce y ejerce, y disfrutan todos de
la abundancia que la Naturaleza puso para todos en el pueblo que fecundan
con su trabajo y defienden con sus vidas. El gobierno ha de nacer del
país. El espíritu del gobierno ha de ser el del país”.
Escuché hablar del gran sindicalista brasilero, porque mi amiga Dulce María Pereira me contó que su mamá y él estuvieron en el grupo de obreros fundadores del Partido del Trabajo. Lula se lanzaba por primera vez como candidato a la presidencia y luego le tocó un largo curso de 15 años. Es el típico sindicalista de finales de siglo que conoce bien la empresa y trabaja para que sus compañeros de lucha no pierdan las conquistas adquiridas en esas duras batallas desiguales libradas contra el sistema capitalista salvaje, en su versión neoliberal.
Pero por cuestiones culturales terminó tomando las riendas de la empresa y la puso a producir para los patrones antes de que se fuera a una quiebra monumental.
Como Brasil es un país grande en población y extensión con sus 8.511.965 Kilómetros, ellos creen ser el país mais grande do mondo… el sindicalista mide los logros en términos del capitalismo y sabe buscar sus socios estratégicos allá, con los ricos, con los grandes. Uno tiene la impresión que Brasil siempre ha vivido como de espaldas a América Latina. Todo lo que sabemos es que juegan muy bien al fútbol, que cantan y bailan de forma excelente la lambada, que sus deportistas en general tienen gran nivel competitivo en cualquier disciplina, que su literatura alcanzó niveles importantes y que viva el carnaval…!
Sin embargo cuando uno conoce a los brasileros en persona, se despierta un grado de afectividad y solidaridad, que hasta cierto punto resulta inesperado, son maravillosos amigos y están resueltos a todo … pero a nivel de gobierno y liderazgo, no se percibe ese sentimiento de hermandad que esperaríamos…por eso su liderazgo continental no alcanza a convencernos todavía. No se le vio manejando muy bien el caso de Honduras… y ahora tiene el reto de ver si logra contribuir a la paz de Colombia… y falta que demuestre que no sólo le interesan los mercados… el liderazgo latinoamericano todavía le queda grande a Brasil.
En cambio con Hugo Chávez la cosa es a otro precio. Es un militar que se salió del molde y un revolucionario al estilo puro de Bolívar. Los revolucionarios de los años 60´s y 70´s no alcanzan a comprender cómo fue posible que éste hombre surgiera con una propuesta democrática que recuerda el liderazgo del mismísimo Salvador Allende o de Jorge Eliecer Gaitán…le bastó una campaña corta para que el pueblo derrotara a los viejos partidos…
Cuando el Presidente Hugo Chávez va por los pueblos y ciudades de nuestro continente, la conexión al contacto con la energía del pueblo es de gran impacto y su estilo en la manera de comunicarse con la gente es impresionante. Otros gobernantes se ven opacados y tratan de aislarlo o de rebajar su ímpetu, apoyados por los medios.
Hombres como Bolívar, Sucre y Chávez representan ese tipo de venezolanos que son líderes naturales reconocidos inmediatamente por el pueblo… Ese es el sello inconfundible del estilo heredado de Francisco de Miranda… ahí están sus biografías donde quienes los conocieron hablan de esos rasgos relevantes.
Son notables todos los esfuerzos de sus opositores para evitar que su liderazgo alcance sus verdaderas dimensiones… han invertido e invierten millonadas en las cadenas de radio y programas de televisión donde algunos periodistas se han especializado en difamar su proyecto.
Desde Bolívar
no hay nada digno de ser recordado como medida efectiva para lograr
la integración continental… El Presidente Chávez debería liderar,
en homenaje a Miranda, el más visionario de todos:
- Un proyecto para construir un tren fabuloso que vaya desde Caracas a la Paz… pasando por Bogotá y Quito… con una línea al Pacífico colombiano. ( “Los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos” J. Martí).
- La construcción de una moderna ciudad de espíritu latinoamericano …
- Un pasaporte bolivariano… para los habitantes de estos países hermanos.
- Promover un programa de reducción del armamentismo en la región para estimular la paz y la convivencia.
Pensarán los críticos que exagero… pero hay algo que no me cansaré de repetir: Allí donde algunos ven la vida con pesimismo… Hugo Chávez ve con ilusión y optimismo la posibilidad de trabajar hacia el futuro…
Y contrario a ellos pienso que si el presidente Hugo Chávez se detuviera un instante para inspirarse en el milenario Puronda de Nelson Mandela, Mohamar Khadafi… y M. Ghandi potenciaría la calidad y el poder de su liderazgo.