El crecimiento de China lo podemos analizar desde dos perspectivas. Por una parte las consecuencias que ha tenido ese crecimiento hasta la fecha y por la otra las perspectivas del mismo para los próximos 20 ó 25 años.
Si tomamos como inicio la década de los noventa, encontramos que a partir de ese momento la economía china tomo un ritmo de crecimiento que fue impactando de una manera creciente el desenvolvimiento de la economía mundial, tanto de los países industrializados como de los países pobres, afectando todos los mercados tanto de productos como de los países.
En ese período de unos veinte años, mientras los países capitalistas han pasado de una crisis a otra la República Popular China, bajo la dirección del Partido Comunista Chino, ha mantenido tasas de crecimiento del 10% anual, lo cual ha permitido multiplicar la producción de riqueza en una escala no conocida hasta el momento por ningún país o región y superando las metas que ellos mismos se habían propuesto inicialmente alcanzar, aun en las más optimistas proyecciones. Al evitar el mal endémico de las sociedades capitalistas como son las crisis recurrentes han puesto de manifiesto en su sociedad una característica fundamental de las sociedades socialistas como es la estabilidad y disfrutando por lo tanto de un mejoramiento continuo de las condiciones de vida del pueblo chino.
Las causas de ese crecimiento considero que se encuentran en factores como aplicación de un sistema de planificación, alta inversión de capital por el Estados, definición de objetivos claros, análisis de la realidad sin temores o posturas testimoniales, toma de decisiones oportunas y unidad política nacional de apoyo a su dirigencia. Aunque han tenido una carencia como es la minimización de la ideología.
Este crecimiento acelerado no solo ha beneficiado al pueblo chino, sino que se ha convertido en elemento esencial de todas las economías del mundo desde la mas poderosa como son los Estados Unidos hasta las mas pequeñas y frágiles como pueden ser las naciones africanas. En la actual crisis económica mundial debemos pensar en los efectos estabilizadores que ha logrado China al adquirir deuda norteamericana por unos 800.000 millones de dólares y haber sostenido el mercado mundial de las materias primas permitiendo que muchos países no sufrieran todo el rigor que las crisis capitalistas conllevan. Hoy la esperanza de desarrollo del mundo parece centrarse en la economía china.
Por un momento podríamos pensar en lo insondable que sería esta crisis mundial si el crecimiento chino hubiera sido menos vigoroso y su acceso al mercado mundial hubiera sido más limitado. De haber sucedido esto no solo hubieran ocurrido las guerras de Irak y Afganistán, sino que la alianza Estados Unidos - Israel hubiera propagado guerras en muchas zonas, países y regiones tratando de encontrar en ellas una salida a sus desequilibrios económicos y sociales o aprovechar aun más las debilidades de otros países para esclavizarlos. Que esto no haya sucedido hay que considerarlo como un beneficio indudable para la humanidad, del crecimiento económico chino.
Y no es que la República Popular China no haya sufrido las consecuencias de la crisis mundial, antes por el contrario fue afectada grandemente al generarse en ese país unos !! 20 millones de desempleados¡¡ pero enfrentó sus dificultades estoicamente, buscando sus propias soluciones sin echarle la culpa a nadie y sin invadir a ningún país. Esto también se olvida y nadie, ni país ni institución internacional alguna mostró su preocupación por el sufrimiento humano que esta situación implica ni extendió su mano amiga para ayudar. Esta es la lógica capitalista, que cada quien resuelva su problema y esos desempleados eran un problema chino.
Hoy vemos como todos los países se acercan a China para venderles cosas y como ella los recibe sin decirles ¡no¡, antes por el contrario se muestra deseosa de ayudarlos. Sin embargo como ellos mismos han señalado a pesar de ello China no cuenta con países verdaderamente amigos en los cuales pueda confiar plenamente, por lo que es necesario preguntarse ¿Cual es la causa de ello?. ¿Qué hace China para que esto pase? ¿Qué hace Estados Unidos-Israel para que esto pase? Este es uno de los problemas que debe enfrentar y resolver la República Popular.
El impacto que para el futuro tendrá el crecimiento chino será incalculablemente mayor al que ha tenido hasta el presente. Si nos atenemos a los números ¡el actual Producto Interno Bruto Mundial será superado por China en los próximos 25 ó 30 años¡, dependiendo de la tasa de crecimiento interanual que logre mantener y aun así, en ese momento, su ingreso per cápita será apenas un tercio del ingreso actual de los países industrializados. Dicho en otras palabras, un solo país, consumirá dentro de los próximos 30 años tanto como consume hoy toda la humanidad.
Las interrogantes y los retos que esto representa son inmensos y todos los países deberían estar
pensando en ello. El actual Producto Interno Bruto Mundial fue creado a través de 300 o 400 años de capitalismo, por lo que el hecho que un solo país logre alcanzarlo en solo 50 años representa una aceleración tan grande de los fenómenos económicos, sociales, políticos, ambientales, tecnológicos, etc. que aun no hemos empezado a avizorar sus consecuencias debiendo prepararnos para ellas, tratando de definir cual será el papel que desempeñaremos en ese mundo que nosotros mismos estamos viendo como se crea ante nuestros ojos.
Una de las consecuencias fundamentales que todo esto generará, es que por primera vez desde su aparición el sistema capitalista mundial no estará liderado por un país imperialista y capitalista, sino por un país centrado en la actividad del estado, en la inversión productiva que este realiza y en la dirección de un partido único. Será una muestra palpable de la decadencia de la clase capitalista como clase dirigente de la sociedad.
Desde el punto de vista marxista este crecimiento se entiende como la apertura de las cornucopias de la abundancia que yacen escondidas en las fuerzas productivas del hombre. Pero también debemos preguntarnos: ¿Beneficiará a todos? ¿Se mantendrá la estructura de privilegios que caracteriza al sistema económico mundial actual?
Por supuesto que sí debe mantenerse. Solo una revolución que elimine las diferencias de clase y la apropiación de las riquezas por unos pocos, que desplace a la burguesía como clase dirigente, podrá impedir que millones de personas vivan en el desempleo y la pobreza aun con un crecimiento magnificado de la riqueza mundial. En cuanto a nuestros países esta es una oportunidad que perfectamente pueden desperdiciar como han dejado pasar otras que han tenido a su alcance y que los mantienen con la misma estructura económica que hace 200 años: países pobres proveedores de materias primas.
Para el sector de la energía y el petróleo, aun con una tasa de crecimiento del consumo petrolero
inferior a la actual, en breves años, China duplicara su importación de petróleo ejerciendo inevitablemente una presión sobre la demanda mundial de ese producto. Esto será inevitable por varias razones, siendo primordial el hecho de que a pesar de los planes de ahorro que se apliquen la estructura tecnológica actual esta basada, en muchos sectores económicos, en el uso de la energía petrolera y deberán pasar varios años antes de que esto pueda cambiarse significativamente.
Para nuestro país es una nueva oportunidad que tendremos en nuestras manos. Ojala podamos aprovecharla plenamente.
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