Las personas que poseen el poder económico se aprovechan de esta circunstancia para escribir la historia y así desfigurar muchos hechos buscando proteger sus intereses al manipularlos, así como también transmitir por los medios de comunicación a su alcance lo que pueda favorecerlos aunque la información sea una real y gran mentira. Esta forma de ser data en América desde la fundación de las 13 Colonias inglesas que se asentaron en el Norte, porque esos colonos ya venían infectados de ese mal mental y espiritual desde antes de abandonar su tierra originaria, la imperialista Inglaterra, de manera que los ingleses venidos a América son los primeros en dominar a los demás por medio de la mentira, por lo que cambiaban baratijas por tierra, aunque la mayoría de las veces las tomaban por la fuerza asesinando y desarraigando a sus dueños, acto seguido esos colonos comenzaron a traficar con esclavos, comprándolos y vendiéndolos para que trabajaran en las plantaciones que, en las tierras usurpadas, cultivaban. Pero deseen cuenta como en todos los libros editados en el mundo entero se asegura que los integrantes de las 13 colonias inglesas radicadas en lo que hoy se conoce como Estados Unidos vinieron a este continente en búsqueda de libertad religiosa, eludir la intolerancia de sus gobernantes y a trabajar un pedazo de tierra, sin duda que aquello solo fue una excusa, un pretexto; ya que al no más verse en suelo americano comenzaron a convertirse en terratenientes y esclavistas.

Es así como en algún tiempo más se desarrolla entre ellos una desalmada burguesía, esto es, se constituye un grupo de gente de un alto nivel económico que no tiene compasión con nadie y que lo tiene todo, en contraposición de otro grupo pobre y explotado; carente de lo mínimo para llevar una vida modesta. En Estados Unidos es fácil observar como los pocos indios que dejaron con vida están confinados en unas zonas llamadas reservaciones, algo similar a lo conocido hoy como campo de concentración, estas reservaciones son exhibidas como sitios turísticos y los indígenas como piezas vivientes de un museo sociológico. De manera que la antihistoria de los Estados Unidos es la historia de nuestra América Latina, aquella en que los explotadores, jefes y feudatarios del imperialismo estadounidense con su política inhumana ha impuesto, ocultando y falseando la verdad y negando en voz en cuello la realidad de lo que ha sucedido con los pueblos; y lo que sucede todavía. Es tanto lo que quieren ocultar, que el mismo Presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, en su discurso en la 5ta. Cumbre de las Américas realizada hace poco tiempo en Trinidad, se aventuró a decir que él solo había venido a esta Cumbre para hablar del futuro; que él no tiene nada que ver con el pasado y que éste debe quedarse en el olvido.

Pues no, ha llegado la hora de esclarecer y corregir las tantas mentiras dichas, ellas han causados nefastas consecuencias a todos los habitantes de nuestras patrias, por ello es que ahora en Venezuela se habla claro y se deja hablar a todos, y aquellas personas que pretenden engañar con sus mentiras son rechazadas por el pueblo ya que él lo que quiere es que se le trate con dignidad y no como en el pasado reciente en el cual la gente era explotada; en especial en aquellos gobiernos surgidos del Pacto de Punto Fijo. Pero todavía existen personas que creen de manera enfermiza que lo que les han dicho es la verdad, ello debido a las tantas veces que son repetidas esas mentiras por los medios de comunicación en poder de la burguesía criolla. Como serán de persistentes estas mentiras que hoy al mismo pueblo de los Estados Unidos se le desinforma sobre la verdad histórica de cuanto pasó, pasa y deja de pasar, (vea a wikileaks) base para seguir imponiéndole un sistema social, político y económico equivocado, sistema que han logrado introducir en otras latitudes del globo por intermedio de gente oriunda del país que colabora con los gringos sin importarles para nada si esa colaboración van contra su propia nación, pues a ellos solo le interesa seguir viviendo en un sistema capitalista.

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