Misión armada para proteger a los civiles de Libia. La hipocresía mundial en acción

Quiero comenzar este artículo, lleno de impotencia e indignación, haciendo un recuento breve e histórico sobre la “protección” que las naciones unidas le han brindado a los civiles del mundo. 

Años 1991-1995. Bosnia. En los inicios de la guerra de Bosnia (en la antigua Yugoslavia), las fuerzas serbias atacaron a la población civil no Serbia del este de Bosnia. Una vez controlada la zona, las fuerzas serbias formadas por militares, policías, paramilitares y algunas veces, incluso, civiles serbios; saquearon o destruyeron las casas de la población  Bosnia, al tiempo que se capturaba, agredía o asesinaba a ésta. 

En Septiembre de 1991 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aprobó la Resolución, que imponía un embargo de armas en toda la antigua Yugoslavia. El bloqueo perjudicó al Ejército de la República de Bosnia y Herzegovina, ya que Serbia había heredado la mayor parte del arsenal del antiguo Ejército Popular Yugoslavo y aunque más del 55% del las armerías y cuarteles de la ex Yugoslavia se encontraban en Bosnia  la mayoría de esas fábricas estaban bajo control serbio y otras quedaron inoperantes debido a la falta de electricidad y materias primas.  

El Gobierno bosnio presionó para que se levantara el embargo, pero se opusieron el Reino Unido, Francia y Rusia, dejando de esta manera a los bosnios indefensos ante los indiscriminados ataques servios. 

El Congreso de los EE.UU aprobó dos resoluciones pidiendo la anulación del embargo, pero ambas fueron vetadas por el Presidente Bill Clinton; a la luz pública mientras de manera hipócrita realizaba varias operaciones incluyendo grupos islamistas para suministrar armas a las fuerzas del Gobierno de Bosnia a través de Croacia, ayudando a bosnia escondido de la comunidad internacional y nacional. 

Las Naciones Unidas y su consejo de seguridad (formado por los cinco países vencedores de la Segunda Guerra Mundial, mas una corte de 10 países temporales electos por la asamblea general, pero que no tienen derecho a veto) se hicieron la vista gorda durante las masacres que se sucedieron en los enfrentamientos de esta guerra civil donde dos grupos étnicos ubicados en un mismo territorio se peleaban para lograr el poder político del recién nacido país (recordemos, derivado de la desaparición de Yugoslavia). 

La Asamblea General, sin embargo, logró a duras penas establecer una zona segura para proteger a los civiles; en esta fatídica zona, protegida por 400 cascos azules holandeses, el ejercito serbio y un grupo paramilitar serbio conocido como “Los Escorpiones”, produjeron el mayor genocidio reportado durante esta revuelta; en esta zona "segura", aunque se buscó especialmente la eliminación de los varones musulmanes bosnios, la masacre incluyó el asesinato de niños, adolescentes, mujeres y ancianos, con el objetivo de conseguir la limpieza étnica de la ciudad. 

La reacción de la ONU fue retirar a los cascos azules y declarar ilegal la matanza (supongo que hay matanzas legales, las de la OTAN, quizás lo sean) y calificarla de genocidio. 

BOSNIA NO TIENE PETROLEO. 

Años 1990-1994. Ruanda. Este país africano sufrió un cruel genocidio ante la vista inmisericorde de las naciones unidas, dos tribus lideraron esta matanza, el país fue una colonia belga durante decenios, debido a una imposición de la Sociedad de Naciones quienes en su afán de creerse con la potestad de repartir al mundo, al finalizar la primera guerra mundial y siendo esta una colonia alemana, se la quitaron a esta y se la dieron a Bélgica; los belgas dieron poder político y supremacía étnica a los ruandeses de la raza tutsis (minoría  poblacional en Ruanda) quienes de por si ya tenían este poder desde los mismos inicios de la fundación del reino de Ruanda. 

Con el correr de los años, y con los belgas administrando la colonia, un grupo de “intelectuales” hutu, pidieron la oportunidad de participar en el poder político del país (que, aunque bajo el poder colonial belga, estaba liderado por ruandeses de la raza Tutsis); el gobierno respondió a estas demandas con un comunicado: “Podría preguntarse cómo los hutus reclaman ahora sus derechos al reparto del patrimonio común. De hecho, la relación entre nosotros (tutsis) y ellos (hutus) ha estado siempre fundamentada sobre el vasallaje; no hay, pues, entre ellos y nosotros ningún fundamento de fraternidad. Si nuestros reyes conquistaron el país de los hutus matando a sus reyezuelos, y sometiendo así a los hutus a la servidumbre, ¿cómo pueden ahora pretender ser nuestros hermanos?

 

Ante ese escenario una matanza lenta y silenciosa comenzó, la mayoría hutu empezó en un plan de liberarse del vasallaje impuesto y ante la mirada impotente de los belgas la matanza comenzó, a los dos años de este inicio los belgas dejan al país concediéndoles una independencia que no estaban pidiendo, simplemente Bélgica decidió de manera unilateral retirarse y entregarles el poder a la mayoría hutu, según los Belgas para darles la oportunidad política y así compensar la humillación histórica sufrida por esa raza en su propio territorio. 

Bajo la tutela de Francia se mantuvo cierto orden, mas las diferencias raciales no cesaron, es así como el 1990 los Tutsis invaden Ruanda desde Uganda (apoyados y entrenados por Estados Unidos) para recuperar el poder perdido y se forma un gobierno conformado por ambas razas: sin embargo, internamente se habían formados grupos hutus que impulsaban el exterminio de la minoría tutsi acusándolos de que esclavizarían a la mayoría hutu. 

En 1994 las milicias hutus, son entrenadas y equipadas por el ejército ruandés entre arengas y ánimos a la confrontación con los tutsis con mensajes que resaltaban las diferencias que separaban a ambos grupos y, a medida que avanza el conflicto, los llamamientos a la confrontación y a la "caza del tutsi" se hicieron más explícitos, especialmente a partir del mes de abril en el que se hizo circular la historia de que la minoría tutsi planeaba un genocidio contra los hutus. 

En el momento del inicio de la matanza, la milicia ruandesa estaba compuesta por 30.000 hombres (un miembro por cada diez familias) y organizados a lo largo del país con representantes en cada vecindario. Algunos miembros de la milicia podían adquirir rifles de asalto Ak-47 con sólo rellenar un formulario. Otras armas, como granadas no requirieron ningún papeleo y se distribuyeron masivamente. 

El genocidio fue financiado, por lo menos en parte, con el dinero sacado de programas de ayuda internacionales, tales como la financiación proporcionada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional bajo un Programa de Ajuste Estructural. Se estima que se gastaron 134 millones de dólares en la preparación del genocidio, con unos 4,6 millones de dólares gastados sólo en machetes, hachas, cuchillos y martillos. Se estima que tal gasto permitió que uno de cada tres varones hutus tuviera un machete nuevo. 

El primer ministro de Ruanda, Jean Kambanda, reveló  que el genocidio se discutió abiertamente en reuniones de gabinete, e incluso una ministra de gabinete dijo que estaba "personalmente a favor de conseguir librarse de todos los tutsis... “sin tutsis todos los problemas de Ruanda desaparecerían". 

Probablemente, nunca se sabrá cuántos muertos provocó el genocidio. Se calculan entre 500.000 y 1.000.000; eso equivaldría al 11 por ciento del total de la población y el 90% de los tutsis que vivían en el país. Tampoco se sabe cuántas víctimas ha provocado la venganza tutsi.  

Mientras ocurría la tragedia, el mundo entero estuvo ajeno a la barbarie y no intervino para parar el trágico conflicto. En el caso de Francia, Bélgica y Alemania, todos con importantes intereses en la zona desde, el comportamiento fue inhumano e inmisericorde. 

La misma Francia que inicio el bombardeo a Libia para “proteger” a los civiles fue la que aupó el genocidio en Ruanda; El general  Romeo Dallaire (representante de la ONU para la época) describe la actuación de Francia así: 

"Los franceses se mueven en la zona por la llamada francophonie, por el orgullo de controlar. E invariablemente ayudan a los hutus. Enseguida comprobé  asombrado que tanto franceses como belgas y alemanes tenían allí consejeros a docenas. Ellos sí sabían lo que pasaba, pero ninguno proporcionaba a la ONU, es decir, a mí, su representante, la información que poseían. Y al mismo tiempo, esos países que estaban en el Consejo de Seguridad tampoco dejaban a la ONU, a mí, montar mi propia unidad de información, porque, decían, el mandato no contemplaba eso. Incluso cuando tuve constancia de que se pasaban armas de contrabando a través de la frontera de Uganda y pedí permiso para buscarlas, me contestaron que no."  

En ese escenario Francia apoyó a los hutus y Estados Unidos se hizo el ciego, ninguno de sus principales gobernantes, durante el tiempo que duró el genocidio, usó esta palabra para definir lo que estaba ocurriendo en el país centroafricano. El haberlo admitido les hubiera obligado a intervenir en el conflicto, sin embargo, los soldados Tutsis que atacaron el norte del país desde el vecino Uganda, habían adquirido formación militar en los Estados Unidos a través del programa IMET, lo que coloca al país norteamericano del lado de la población tutsi y de Uganda. 

Años antes, entre 1989 y 1992, Uganda recibió una ayuda de 183 millones de dólares, la misma cantidad que durante los 27 años anteriores (es decir durante la permanencia de Idi Amin en el gobierno de Uganda, Estados Unidos mantuvo el apoyo económico). Además, si consideramos que por aquel entonces, Estados Unidos era el principal proveedor de armas de Uganda, podemos concluir que la intención principal del gobierno americano era la de aumentar el poder e influencia de Uganda sobre otros países del entorno y conseguir así tener controlada la zona. 

La misión de las Naciones Unidas MONOUR (o UNOMUR), que pretendía controlar la frontera entre Uganda y Ruanda para evitar más conflictos como los que se habían dado durante los últimos años por las incursiones del Ejercito Titsu en Ruanda, se vio entorpecida por Estados Unidos y Gran Bretaña, con el pretexto de que faltaban pruebas objetivas que verificaran esas agresiones, auque fueron los propios comisionados de las naciones unidas los que hicieron la denuncia. (Hoy en Libia es suficiente con una propaganda de CNN, para intervenir) 

La misión UNAMIR o MINUAR, liderada por el general Dallaire, y creada para cuidar del cumplimiento de los acuerdos, fue durante cuatro meses bloqueada por norteamericanos y británicos. La primera embajada en abandonar Ruanda fue la embajada norteamericana y durante el genocidio puso todo tipo de impedimentos a las Naciones Unidas para poder actuar de forma decidida y enérgica y poder así parar el conflicto. 

En 1996, Estados Unidos bloqueó la adopción y la aplicación de la resolución 1080, por la que el  Consejo de Seguridad aprobaría el despliegue de una fuerza multinacional de protección de los refugiados y población civil amenazada en el Este del ex-Zaire y que estaban siendo masacrados por los militares ruandeses. 

RUANDA NO TIENE PETROLEO 

2011-Libia. Una población cansada de la eterna permanencia en el poder del líder Muhamar Kadhafi se alza en su contra aprovechando la revuelta que se armó en el vecino Egipto y que terminó con la renuncia del también eterno  Hosni Mubarak. Esa revuelta generó una guerra civil y la división del país en un sector (rico en petróleo) “liberado” y el resto del país en poder del gobierno, una propagando impulsada por los medios de comunicación de corte pro estadounidenses y que nadie ha podido demostrar indicó que el ejercito libio había bombardeado a los manifestantes indefensos antes de que estos tomaran el control de las zona “liberadas”, eso fue suficiente para activar la alarma en el Consejo de Seguridad y, en consecuencia, una vez empezada la retoma del control por parte del ejercito libio, las Naciones Unidas aprobaron en un record de eficiencia una resolución para atacar militarmente a Libia. 

Francia, la misma Francia que se hizo la ciega durante cuatro años de genocidio en Uganda y en Bosnia, inició las acciones apenas dieron la luz verde; Estados Unidos, el mismo Estados Unidos que se hizo el ciego en Bosnia y Uganda; en unión de Inglaterra lanzaron cuantos misiles pudieron en un día. Las Naciones Unidas, las mismas Naciones Unidas que son ciegas y sordas y mudas ante los desmanes de los Estados Unidos, ante Guantánamo, ante Irak y pare de contar…Esas mismas naciones unidas hoy salen a bombardear a las ciudades de Libia para “proteger a los civiles” así como protegieron a los civiles en la “zona de seguridad” de Bosnia. 

LIBIA TIENE PETROLEO 

¡Ya basta de Hipocresía, ya basta del poder hegemónico de los poderosos, ya basta de la dictadura de las Naciones Unidas!. 

¿Hasta cuando los pueblos del mundo vamos a permitir semejante barbarie y tamaña ofensa a la dignidad humana?. 

oscarajimenezr@gmail.com


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Oscar Jiménez


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